
La Pansexualidad –también conocida como omnisexualidad- es la atracción/deseo sexual o atracción emocional hacia personas de cualquier sexo o identidad de género.
Por lo tanto, una persona pansexual busca a la persona y niega de modo natural la amplificación de rasgos como género, sexo, color o raza como características relevantes al sentirse atraídos por otra persona.

Pero, ¿eso quiere decir que te gusta de todo?
No, no me gusta “de todo un poco”… así como tampoco me gusta “cualquier cosa”. Cuando te acercás a alguien, es porque encontrás ciertas características de esa persona en particular que te atraen, ya sea desde el rostro, cabello, aromas, mirada, personalidad, y muchas otras más que hacen que la atracción se genere. Esto es complicado, ya que no se circunscribe a la heteronormatividad –pero tampoco con la homosexualidad-, por lo que te puede atraer cualquier persona, en cualquier momento. La realidad es que se llega a reducir bastante el espectro “de elección”, ya que los pansexuales –por lo menos en mi caso- somos algo exigentes y no solemos entablar relaciones con la primera persona que se nos cruza en el camino. Si no hay atracción, no hay avance.
Por otra parte, quizás esté buscando algo particular en el plano emocional y eso predisponga la atención o acercamiento a cierto tipo de persona o sexo.
Entonces, ¿estás diciendo que te gustan los travestis?
No, no estoy diciendo que me gusta tal o cual cosa “en particular”. No he estado con una persona en vías de transición de género, pero tampoco está descartada como posibilidad en el futuro, de encontrarme con una persona con esas características que me atraiga.
¿Eso quiere decir que podrías ser travesti?
No, soy hombre, persona de sexo masculino y me siendo a gusto con mi cuerpo
¿Sos bisexual?
No, y me niego a definirme como tal, ya que no representa mi comportamiento ni mis preferencias.

Pansexualidad: Origen y Definición
El Diccionario Oxford Inglés define pansexualidad como, “no se limita o inhibe en la elección sexual con relación con el género o la actividad”.
El concepto de pansexualidad rechaza al concepto binario de género, la “noción de dos géneros y orientaciones sexuales de hecho específicos”, estando las personas pansexuales abiertas a relaciones con personas que no se identifican como estrictamente los hombres o las mujeres.
El prefijo pan- proviene de un término griego clásico que significa “todo” o “todos”. Pansexual se deriva de la palabra pansexualismo, que data de 1917, siendo la opinión de que “el instinto sexual desempeña el papel principal en toda actividad humana, física y mental”, que se le atribuye a Sigmund Freud, tratándose de una término de reproche nivelado en la psicología temprana, y también se define como “la impregnación de toda la conducta y la experiencia con las emociones sexuales”.
La conceptualización de pansexualidad, a diferencia de pansexualismo, contrasta con prefijos predominantes vinculados a las raíces de lo sexual y de género. El pensamiento tradicional emplea los prefijos hetero- (enfrente), homo- (igual), bi- (dos) y trans- (“a través”). Una identidad transgénero abre un continuum de género en lugar de una rúbrica binaria de género, pero no se descarta o desatiende la idea de sexo completo.

Antes de continuar, repasemos algunas ideas y conceptos sobre esto:
Qué es binarismo de género
Como se identifica en la palabra, el binarismo de género es la tendencia que reconoce dos únicos géneros opuestos en el ser humano. La persona humana comprende de una igualdad establecida por la oposición hombre-mujer. En el caso del Catolicismo, esto es una “realidad querida por Dios”.
Concepto Clásico de Género
Parte de la distinción entre la “heterosexualidad” que es aceptada como normal (en inglés straight, es decir “recto”) de lo “anómalo” (en inglés queer o “retorcido”).
Qué es la Heteronormatividad
La heteronormatividad es un concepto –aplicado- que determina que la única relación posible es entre géneros opuestos, a saber, hombre-mujer, relaciones heterosexuales. Negando, así, cualquier tipo de desviación en la norma.
Feminismo
El feminismo, como movimiento en los años ’60, abrió el paso al diálogo en base a la ruptura de la heteronormatividad, que determinaba un estado socio-cultural del hombre por sobre la mujer en términos de género.
Nota: las exageraciones y confusiones generadas torno al feminismo son meras exageraciones estereotipadas de las ideas de fondo del movimiento feminista.
Teoría Queer
Parte de los llamados Estudios Queer –de “mariquita”-, la Teoría Queer establece como hipótesis que los géneros, las identidades sexuales y las orientaciones sexuales de las personas son el resultado de una construcción social y que, por lo tanto, no están esencialmente o biológicamente inscritos en la naturaleza humana, sino que se trata de formas socialmente variables.
La teoría queer rechaza la clasificación de los individuos en categorías universales y fijas, como “hombre” o “mujer”, “heterosexual” “homosexual”, “transexualidad” o “travestismo”, pues considera que están sujetas a restricciones impuestas por una cultura en la que la heterosexualidad es obligatoria (heteronormatividad), y sostiene que estas categorías esconden un número enorme de variantes. Contra el concepto clásico de género, la teoría queer afirma que todas las identidades sociales son igualmente anómalas.

Resumen (aplicando estos conceptos):
Dado que el binarismo de género apoya la idea de una sociedad heteronormativa, cualquier tendencia o desviación es considerada como exenta de descripción, en lo que a persona humana respecta. En otras palabras, se toma el binarismo de género como característica que define a los seres humanos. En esta línea de pensamiento, cualquier cosa que no sea “hombre” o “mujer” escapa a la definición de ser humano, por lo que, en consecuencia, es sólo una desviación desde el estado original, a saber, hombre o mujer.

El peligro:
Si utilizamos sólo el género como característica para definir una persona humana, un ser humano, estamos obrando en detrimento de la identidad personal. Definir algo por “lo que tiene fuera” y no por “lo que tiene dentro” es el gran peligro de la heteronormatividad.
Éste, la heteronormatividad –vista tanto desde los “desviados” como desde los “creyentes”- es el germen de donde nacen no sólo la discriminación y el prejuicio –como la homofobia-, sino todo otro tipo de actitudes y acciones aberrantes como el incesto, el abuso, la violación y tantos problemas que acosan nuestra sociedad. Le heteronormatividad te enseña a odiar.

Lecturas recomendadas:
(todos se encuentra de manera sencilla en .pdf)
Michel Foucault – La Historia de la Sexualidad, Tomo 1, Tomo 2 y Tomo 3
Michel Foucault – Genealogía del Racismo
Judith Butler – El Género en Disputa
Sexualidad Masculina Patriarcal
Simone de Beauvoir – El segundo sexo
Teun A. van Dijk - Discurso y Racismo
