MI PROBLEMA CON EL ACNE
Mi acné pasó por etapas de mayor severidad y otras no tanto. Sin embargo los granos siempre persistían cualquiera fuese el tratamiento que recibiere. Mi primera experiencia con una medicina oral fue en la adolescencia cuando no solo mi acné no se erradicó sino que también vi comprometida la salud de mi hígado como consecuencia de las complicadas contra-indicaciones de esas drogas. No encontraba una solución con ningún dermatólogo y los productos que compraba en la farmacia, como geles, cremas anti-acné y demás, me devolvían como resultado en el mejor de los casos una mejora parcial transitoria, pero también enrojecimiento, sequedad de la piel, y en algunos otros casos empeoramiento de mis granos -nunca una solución definitiva.
MI HISTORIA PERSONAL
Viví demasiado tiempo de mi vida con acné y también, porqué no confesar, con demasiada pena por mi propia imagen. No era capaz de llevar una vida feliz. Mi autoestima se volvía cada vez más frágil y no veía salida. Mi trabajo ayudo a justificar también mi aislamiento, al ser programador, pasaba horas frente a la computadora sin tener que "ser mirado" por nadie. ¿Cuantos fueron los fines de semana, las reuniones, los días de sol que había estado perdiendo por culpa del acné? Sufría al tener que conversar con alguien, sentía que realmente estaba sometiendo a esa persona a la "terrible experiencia" de tener que mirar mis granos, granitos, mis barros, mi pus y el acné en todo mi rostro.
Mi acné pasó por etapas de mayor severidad y otras no tanto. Sin embargo los granos siempre persistían cualquiera fuese el tratamiento que recibiere. Mi primera experiencia con una medicina oral fue en la adolescencia cuando no solo mi acné no se erradicó sino que también vi comprometida la salud de mi hígado como consecuencia de las complicadas contra-indicaciones de esas drogas. No encontraba una solución con ningún dermatólogo y los productos que compraba en la farmacia, como geles, cremas anti-acné y demás, me devolvían como resultado en el mejor de los casos una mejora parcial transitoria, pero también enrojecimiento, sequedad de la piel, y en algunos otros casos empeoramiento de mis granos -nunca una solución definitiva.
MI HISTORIA PERSONAL
Viví demasiado tiempo de mi vida con acné y también, porqué no confesar, con demasiada pena por mi propia imagen. No era capaz de llevar una vida feliz. Mi autoestima se volvía cada vez más frágil y no veía salida. Mi trabajo ayudo a justificar también mi aislamiento, al ser programador, pasaba horas frente a la computadora sin tener que "ser mirado" por nadie. ¿Cuantos fueron los fines de semana, las reuniones, los días de sol que había estado perdiendo por culpa del acné? Sufría al tener que conversar con alguien, sentía que realmente estaba sometiendo a esa persona a la "terrible experiencia" de tener que mirar mis granos, granitos, mis barros, mi pus y el acné en todo mi rostro.