# 1865 Gregor Mendel: Los investigadores de los años 30 demostraron que Mendel se inventó los datos que le permitían demostrar la herencia simultanea de varios caracteres.
# 1910 Sigmund Freud: Afirma haber curado a S.P., el “hombre de los lobos”, de una grave afección neurótica. Las iniciales correspondían a Sergei Pankejeff, quien jamás fue curado de su afección.
# 1912 El fraude del hombre de Piltdown: Aunque todo apunta a que el germen de este grandioso fraude fue obra de W.J. Sollas, no hay una clara constancia de que fuera él quien pusiera el cebo para que Charles Dawson y Smith Woodward presentaran un craneo fraudulento como el del eslabón perdido.
# 1920 Paul Kammerer: Anunció haber demostrado experimentalmente el lamarckismo al conseguir que un sapo de tierra desarrollara unas almohadillas propias de sapos de agua y que éstas fueran heredadas por su descendencia. Resultó que las almohadillas se obtuvieron mediante inyecciones de tinta china y no mediante herencia de caracteres adquiridos. Nunca se supo si el fraude fue cometido por él o por algún ayudante suyo. Kammerer se suicidó en 1926.
# 1929 Trofim Denisovich Lysenko: Siguiendo la estela del lamarckismo, Lysenko prometió a Stalin espectaculares mejoras en el campo de la agricultura. Fue director del Instituto de Genética Agrícola hasta 1965, cuando un comité de expertos desveló una prolongada sucesión de datos fraudulentos.
# 1943- Cyril Burt: En 1976 Oliver Gillie publica en el Sunday Times un artículo en el que pone en duda la integridad científica de Burt. El artículo concluía que algunos datos sólo podían haber sido inventados o interpretados erróneamente. Los resultados muestran una sospechosa y extraordinaria consistencia estadística. Plagió trabajos y modificó otros aprovechando su posición de editor de la revista British Journal of Statistical Psychology. Por último se le acusa de haber escrito artículos con dos supuestos colaboradores inexistentes que pudieran apoyar sus postulados.
# 1974 William T. Summerlin: Afirmaba haber evitado el rechazo en un trasplante de piel mostrando como prueba una pareja de ratones blancos con un trozo de piel negra supuestamente trasplantada que resultó estar pintada con rotulador. Su superior, Robert A. Good lo presionó para obtener resultados y posteriormente para comunicar el hallazgo a la prensa sin someter previamente el “experimento” a la revisión por pares ni a experimentos de confirmación.
# 1975 JP Sedgwick: Falsifica datos para el ensayo que os muestro en el enlace.
# 1976 Elias Alsabti: Se dedicaba a reescribir artículos sobre cáncer publicados en revistas poco conocidas para intentar colocarlos en revistas de mayor calado. Incluso se inventaba a sus colaboradores.
# 1977 Robert Gullis: Tras haber publicado unos ocho artículos se vio obligado a reconocer que las conclusiones de éstos no se sustentaban en experimentos reales.
# 1978 S.K. Derr: En connivencia con J. Schubert (quien finalmente reconoció el engaño) publicaron un trabajo en el que demostraban que podían eliminar el plutonio de trabajadores contaminados.
# 1979 Vijay Soman: Plagió un artículo que habían remitido a su jefe, Philip Felig, para su evaluación y posible publicación en el New England Journal of Medicine, una vez rechazado el artículo, Soman lo envió como propio a The American Journal of Medicine.
# 1981 John Roland Darsee: Se inventó los datos y los resultados de numerosos artículos y resúmenes de conferencias sobre cardiología a lo largo de toda su carrera. Este caso tiene gran importancia al poner en marcha por primera vez la maquinaria legal estadounidense para sancionar este tipo de conductas al margen de las medidas que adopte la comunidad científica.
# 1985 Robert Slutsky: Una investigación reveló que de sus 137 trabajos, 77 eran correctos, 48 eran cuestionables y 12 fraudulentos.
# 1986 Michael Briggs: Se destapa el amplio fraude cometido por este investigador que encontraba mujeres jóvenes para sus ensayos con una facilidad pasmosa.
# 1988 Jacques Benveniste: Publicó en Nature un artículo que demostraba por primera vez la controvertida teoría homeopática. La polémica generada tras la publicación del artículo obligó a la revista a formar una comisión de expertos que tratara de replicar el experimento. Se demostró el fraude y Benveniste quedó desacreditado para el mundo científico, pero no para los defensores de la homeopatía, para quienes se convirtió en el médico de la medicina alternativa.
# 1988 William Mc Bride: Falsificó datos en una investigación sobre defectos congénitos.
# 1992 Robert P. Lidburdy: Maquilló los datos para que dos estudios que firmaba permitieran concluir que los campos electromagnéticos y eléctricos representan un peligro grave para la salud.
# 1995 Malcolm Pearce: Fue el autor de dos artículos fraudulentos publicados en un número de la British Journal of Obstetrics and Gynaecology, uno de ellos firmado con el director de la revista, Geoffrey Chamberlain
# 1996 Alan Sokal: Publicó en Social Text Transgressing the Boundaries: Toward a Transformative Hermeneutics of Quantum Gravity, un artículo inventado de cabo a rabo con la intención de demostrar la falta de rigor de los estudios culturales de corriente posmoderna.
# 1997 Friedhelm Herrmann y Marion Brach: Publicaron más de 90 artículos sobre leucemia en los que un comité tuvo serias dudas de la veracidad de los datos defendidos por los autores.
# 1998 Jan Henrik Schön: Publicó varios artículos en Science y Nature como joven investigador de Laboratorios Bell entre 1998 y 2001. Tras una investigación se descubrió que se había inventado los resultados en al menos 16 artículos. El joven admitió “haber cometido varios errores en su trabajo científico”.
# 2000 Eric T. Poehlman: Obtuvo financiación del NIH y publicó al menos diez artículos aportando datos falsos. Frederick Grinnell, director del Program in Ethics in Science & Medicine de la Universidad de Texas, lo considera como uno de los más graves casos de fraude de la historia.
# 2002 Victor Ninov: Aseguró haber descubierto el elemento 118 de la tabla periódica de los elementos. Tras varios intentos de verificación por parte de otros científicos, todos los coautores del trabajo se retractaron.
# 2005 Hwang Woo-Suk: Afirmaba haber clonado embriones humanos y se demostró que no habían sido clonados. Sin embargo sí consiguió el nacimiento del primero perro clonado, Snuppy.
# 2006 Jon Sudbø: Afirmaba que el uso de antiinflamatorios reduce el riesgo de cáncer de boca en fumadores en un artículo publicado en The Lancet y finalmente reconoció que era todo pura invención. Y ya de paso reconoció que otros artículos publicados por él en The New England Journal of Medicine y en Journal of Clinical Oncology también eran inventados.
# 1910 Sigmund Freud: Afirma haber curado a S.P., el “hombre de los lobos”, de una grave afección neurótica. Las iniciales correspondían a Sergei Pankejeff, quien jamás fue curado de su afección.
# 1912 El fraude del hombre de Piltdown: Aunque todo apunta a que el germen de este grandioso fraude fue obra de W.J. Sollas, no hay una clara constancia de que fuera él quien pusiera el cebo para que Charles Dawson y Smith Woodward presentaran un craneo fraudulento como el del eslabón perdido.
# 1920 Paul Kammerer: Anunció haber demostrado experimentalmente el lamarckismo al conseguir que un sapo de tierra desarrollara unas almohadillas propias de sapos de agua y que éstas fueran heredadas por su descendencia. Resultó que las almohadillas se obtuvieron mediante inyecciones de tinta china y no mediante herencia de caracteres adquiridos. Nunca se supo si el fraude fue cometido por él o por algún ayudante suyo. Kammerer se suicidó en 1926.
# 1929 Trofim Denisovich Lysenko: Siguiendo la estela del lamarckismo, Lysenko prometió a Stalin espectaculares mejoras en el campo de la agricultura. Fue director del Instituto de Genética Agrícola hasta 1965, cuando un comité de expertos desveló una prolongada sucesión de datos fraudulentos.
# 1943- Cyril Burt: En 1976 Oliver Gillie publica en el Sunday Times un artículo en el que pone en duda la integridad científica de Burt. El artículo concluía que algunos datos sólo podían haber sido inventados o interpretados erróneamente. Los resultados muestran una sospechosa y extraordinaria consistencia estadística. Plagió trabajos y modificó otros aprovechando su posición de editor de la revista British Journal of Statistical Psychology. Por último se le acusa de haber escrito artículos con dos supuestos colaboradores inexistentes que pudieran apoyar sus postulados.
# 1974 William T. Summerlin: Afirmaba haber evitado el rechazo en un trasplante de piel mostrando como prueba una pareja de ratones blancos con un trozo de piel negra supuestamente trasplantada que resultó estar pintada con rotulador. Su superior, Robert A. Good lo presionó para obtener resultados y posteriormente para comunicar el hallazgo a la prensa sin someter previamente el “experimento” a la revisión por pares ni a experimentos de confirmación.
# 1975 JP Sedgwick: Falsifica datos para el ensayo que os muestro en el enlace.
# 1976 Elias Alsabti: Se dedicaba a reescribir artículos sobre cáncer publicados en revistas poco conocidas para intentar colocarlos en revistas de mayor calado. Incluso se inventaba a sus colaboradores.
# 1977 Robert Gullis: Tras haber publicado unos ocho artículos se vio obligado a reconocer que las conclusiones de éstos no se sustentaban en experimentos reales.
# 1978 S.K. Derr: En connivencia con J. Schubert (quien finalmente reconoció el engaño) publicaron un trabajo en el que demostraban que podían eliminar el plutonio de trabajadores contaminados.
# 1979 Vijay Soman: Plagió un artículo que habían remitido a su jefe, Philip Felig, para su evaluación y posible publicación en el New England Journal of Medicine, una vez rechazado el artículo, Soman lo envió como propio a The American Journal of Medicine.
# 1981 John Roland Darsee: Se inventó los datos y los resultados de numerosos artículos y resúmenes de conferencias sobre cardiología a lo largo de toda su carrera. Este caso tiene gran importancia al poner en marcha por primera vez la maquinaria legal estadounidense para sancionar este tipo de conductas al margen de las medidas que adopte la comunidad científica.
# 1985 Robert Slutsky: Una investigación reveló que de sus 137 trabajos, 77 eran correctos, 48 eran cuestionables y 12 fraudulentos.
# 1986 Michael Briggs: Se destapa el amplio fraude cometido por este investigador que encontraba mujeres jóvenes para sus ensayos con una facilidad pasmosa.
# 1988 Jacques Benveniste: Publicó en Nature un artículo que demostraba por primera vez la controvertida teoría homeopática. La polémica generada tras la publicación del artículo obligó a la revista a formar una comisión de expertos que tratara de replicar el experimento. Se demostró el fraude y Benveniste quedó desacreditado para el mundo científico, pero no para los defensores de la homeopatía, para quienes se convirtió en el médico de la medicina alternativa.
# 1988 William Mc Bride: Falsificó datos en una investigación sobre defectos congénitos.
# 1992 Robert P. Lidburdy: Maquilló los datos para que dos estudios que firmaba permitieran concluir que los campos electromagnéticos y eléctricos representan un peligro grave para la salud.
# 1995 Malcolm Pearce: Fue el autor de dos artículos fraudulentos publicados en un número de la British Journal of Obstetrics and Gynaecology, uno de ellos firmado con el director de la revista, Geoffrey Chamberlain
# 1996 Alan Sokal: Publicó en Social Text Transgressing the Boundaries: Toward a Transformative Hermeneutics of Quantum Gravity, un artículo inventado de cabo a rabo con la intención de demostrar la falta de rigor de los estudios culturales de corriente posmoderna.
# 1997 Friedhelm Herrmann y Marion Brach: Publicaron más de 90 artículos sobre leucemia en los que un comité tuvo serias dudas de la veracidad de los datos defendidos por los autores.
# 1998 Jan Henrik Schön: Publicó varios artículos en Science y Nature como joven investigador de Laboratorios Bell entre 1998 y 2001. Tras una investigación se descubrió que se había inventado los resultados en al menos 16 artículos. El joven admitió “haber cometido varios errores en su trabajo científico”.
# 2000 Eric T. Poehlman: Obtuvo financiación del NIH y publicó al menos diez artículos aportando datos falsos. Frederick Grinnell, director del Program in Ethics in Science & Medicine de la Universidad de Texas, lo considera como uno de los más graves casos de fraude de la historia.
# 2002 Victor Ninov: Aseguró haber descubierto el elemento 118 de la tabla periódica de los elementos. Tras varios intentos de verificación por parte de otros científicos, todos los coautores del trabajo se retractaron.
# 2005 Hwang Woo-Suk: Afirmaba haber clonado embriones humanos y se demostró que no habían sido clonados. Sin embargo sí consiguió el nacimiento del primero perro clonado, Snuppy.
# 2006 Jon Sudbø: Afirmaba que el uso de antiinflamatorios reduce el riesgo de cáncer de boca en fumadores en un artículo publicado en The Lancet y finalmente reconoció que era todo pura invención. Y ya de paso reconoció que otros artículos publicados por él en The New England Journal of Medicine y en Journal of Clinical Oncology también eran inventados.