
Bullying, esta palabra que se ah instaurado últimamente en nuestro vocabulario y a la que nosotros nos encargamos de darle sentido.

Desde siempre estas malas conductas en la niñez y en la adolescencia existieron, lamentablemente la falta de respeto, la agresividad y el odio reprimido es lo que hace que algunas personas al encontrar alguien más débil que ellos utilizando la violencia psicológica y física nutran su ego y de esta manera adquieran más popularidad ante sus pares en todos los ámbitos en lo que se encuentran, de ningún modo estas actitudes no los hacen ser más o menos.

La culpa de que esto suceda no es de uno, de dos o de tres individuos, sino de todos los integrantes de la sociedad que lo permitimos, nosotros mismos incitamos para que esto se lleve a cabo, debemos empezar a cambiar la mirada sobre las acciones y actuar con inteligencia.

A nuestros niños debemos inculcarles valores, respeto hacia los demás y sobre todo hacia ellos mismos, porque si no respetan su propia su persona y no tienen seguridad en cada acto que realicen no valdrá de nada. Nos estamos olvidando que ante nada lo que precisan nuestros niños es tener una buena educación, ya que esta es el pilar fundamental para la formación integral de toda persona.

"No debemos pensar en el mundo que le dejamos a nuestros hijos, sino plantearnos ¿que hijos le dejamos a este mundo? Reflexionemos... no seamos prisioneros de nuestras propias acciones.