

¿Qué es un Creepy-Pasta?
Son historias o leyendas, cuyo origen suelen ser la imaginación (Perturbada o no) de algún individuo. La forma en las que están relatadas estas historias obliga al espectador a recrearla en su mente, lo cual causa un efecto envolvente y naturalmente tenebroso.


1. No abras los ojos
El ultimo día de cada mes cierre las cortinas o persianas antes de dormir, en medio de la noche, escucharas un ruido de alguien golpeando la ventana, NO ABRAS LOS OJOS
si eres uno de los desafortunados, escucharas que tiran piedras a tu ventana, no es de parte de un amigo, así que mantén tus ojos cerrados, el sonido se hará mas y mas fuerte, no dejes que la curiosidad te gane; no te muevas, empezara a perder la paciencia y golpeara la ventana, tu ventana se empezara a estremecer fuertemente y el ruido se hará mas fuerte, pero no te preocupes, la ventana no va a romperse, gracias a dios NO ABRAS LOS OJOS, No importa que tan asustado estés, no importa cuanto quieras gritar, haz como que no oyes, haz como que estas dormido.
después de un rato, los ruidos pararan, no caigas en eso, solo mantén tus ojos cerrados, trata de dormir si puedes, no te levantes, y no abras tus ojos, hasta que salga la luz del sol
para aquellos que abren los ojos.. bueno, nadie sabe en verdad que les sucede...
si eres uno de los desafortunados, escucharas que tiran piedras a tu ventana, no es de parte de un amigo, así que mantén tus ojos cerrados, el sonido se hará mas y mas fuerte, no dejes que la curiosidad te gane; no te muevas, empezara a perder la paciencia y golpeara la ventana, tu ventana se empezara a estremecer fuertemente y el ruido se hará mas fuerte, pero no te preocupes, la ventana no va a romperse, gracias a dios NO ABRAS LOS OJOS, No importa que tan asustado estés, no importa cuanto quieras gritar, haz como que no oyes, haz como que estas dormido.
después de un rato, los ruidos pararan, no caigas en eso, solo mantén tus ojos cerrados, trata de dormir si puedes, no te levantes, y no abras tus ojos, hasta que salga la luz del sol
para aquellos que abren los ojos.. bueno, nadie sabe en verdad que les sucede...


2. La cosa de la carretera
Trabajo como chófer en una empresa. En realidad mi trabajo no es muy pesado, pues me encargo de llevar y traer materiales pequeños, no trabajo como chófer de carga, así que mi horario laboral es durante el día.
Pero una ocasión mi jefe me llamó a las ocho de la noche, necesitábamos cubrir un pedido de emergencia y tenía que ir por la tela para comenzar la producción. Como era una emergencia, no importaba el horario, y ya que no era mucha tela la que traería, me fui en mi carro.
Era tarde, pero no era la primera vez que manejaba a esas horas. Prendí el radio para hacerme compañía durante el un tanto largo trayecto, y así manejé un buen rato hasta llegar a esa carretera, una de ésas que están desiertas, en las que no hay mucho alumbrado y casi no circulan autos.
No me había percatado antes de lo grande que era ese camino, miré por el retrovisor y no vi carro alguno… Volví a mirar, parecía que venía corriendo algo a una distancia alejada de mí, corría en cuatro patas y era de un color café. Me dije a mí mismo que tal vez era un venado (una justificación estúpida pues aquí no hay venados), sí, eso era lo más lógico, o al menos lo que quería creer…
Miré de nuevo y ahora el “venado” estaba corriendo atrás de mi auto; me asusté, de verdad me asusté, así que aceleré… Pero para mi sorpresa, esa cosa mantenía mi paso. Supe que eso no era un animal, no podía ser algo de este mundo, nada podría correr a la velocidad a la que iba. Aceleré una vez más, esta vez ya iba demasiado rápido…
Me asombré al ver que algo se acercaba. De reojo, vi que eso corría a la altura de la ventana de mi auto; sentí su mirada, me veía y corría a mi paso…
No quise voltear, sólo aceleré, no sé cuánto tiempo pasó pero esa cosa seguía viéndome, sé que quería que volteara, y al darse cuenta de que no lo haría, giró su cabeza hacia el frente, se enfiló frente a mi auto y desapareció entre la negrura del camino.
Nunca supe qué había sido eso. Más adelante pude ver en la orilla de la carretera un montón de cruces, y entendí lo que le pasaba a aquellos que voltearon y descubrieron qué era esa cosa de la carretera.
Pero una ocasión mi jefe me llamó a las ocho de la noche, necesitábamos cubrir un pedido de emergencia y tenía que ir por la tela para comenzar la producción. Como era una emergencia, no importaba el horario, y ya que no era mucha tela la que traería, me fui en mi carro.
Era tarde, pero no era la primera vez que manejaba a esas horas. Prendí el radio para hacerme compañía durante el un tanto largo trayecto, y así manejé un buen rato hasta llegar a esa carretera, una de ésas que están desiertas, en las que no hay mucho alumbrado y casi no circulan autos.
No me había percatado antes de lo grande que era ese camino, miré por el retrovisor y no vi carro alguno… Volví a mirar, parecía que venía corriendo algo a una distancia alejada de mí, corría en cuatro patas y era de un color café. Me dije a mí mismo que tal vez era un venado (una justificación estúpida pues aquí no hay venados), sí, eso era lo más lógico, o al menos lo que quería creer…
Miré de nuevo y ahora el “venado” estaba corriendo atrás de mi auto; me asusté, de verdad me asusté, así que aceleré… Pero para mi sorpresa, esa cosa mantenía mi paso. Supe que eso no era un animal, no podía ser algo de este mundo, nada podría correr a la velocidad a la que iba. Aceleré una vez más, esta vez ya iba demasiado rápido…
Me asombré al ver que algo se acercaba. De reojo, vi que eso corría a la altura de la ventana de mi auto; sentí su mirada, me veía y corría a mi paso…
No quise voltear, sólo aceleré, no sé cuánto tiempo pasó pero esa cosa seguía viéndome, sé que quería que volteara, y al darse cuenta de que no lo haría, giró su cabeza hacia el frente, se enfiló frente a mi auto y desapareció entre la negrura del camino.
Nunca supe qué había sido eso. Más adelante pude ver en la orilla de la carretera un montón de cruces, y entendí lo que le pasaba a aquellos que voltearon y descubrieron qué era esa cosa de la carretera.


3. La verdad de cuando te caes
¿Nunca has tenido la sensación de no poder levantarte cuando te caes? ¿O de como si alguien te agarrase? Te voy a decir la verdad de lo que pasa cuando te caes:
Como bien sabéis el Infierno está bajo el suelo, pero no es un cuento chino; existe.
El Infierno es un mundo donde vives toda clase de tormentos, y no siempre los espíritus y las almas atormentadas quieren permanecer ahí, es más, quieren huir; pero a cambio, tienen que arrastrar un mortal, o un alma libre de pecado. Ésta es la razón por la que te caes, la mano de un espíritu te agarra y te lanza al suelo para llevarte al Infierno y que tú vivas su tormento. Así que ve con cuidado de no caerte, y si lo haces levántate deprisa, quién sabe lo que puede pasarte si te quedas tumbado en el suelo…
Como bien sabéis el Infierno está bajo el suelo, pero no es un cuento chino; existe.
El Infierno es un mundo donde vives toda clase de tormentos, y no siempre los espíritus y las almas atormentadas quieren permanecer ahí, es más, quieren huir; pero a cambio, tienen que arrastrar un mortal, o un alma libre de pecado. Ésta es la razón por la que te caes, la mano de un espíritu te agarra y te lanza al suelo para llevarte al Infierno y que tú vivas su tormento. Así que ve con cuidado de no caerte, y si lo haces levántate deprisa, quién sabe lo que puede pasarte si te quedas tumbado en el suelo…


4. En el espejo
Por lo general duermo profundamente, pero esa noche la tormenta que se estaba desatando afuera no me permitía conciliar el sueño. Cuando empezaba a dormitar, otro trueno me levantaba. Este ciclo se repitió la mayor parte de la noche, por lo que permanecí despierto y atento, viendo al cuarto iluminarse antes de que fuera invadido por las sombras de nuevo. Mis ojos se movían de un objeto a otro, hasta que llegué al espejo adyacente a la cama.
De pronto hubo un destello de luz, y el espejo se iluminó. Por menos de un segundo, el espejo mostró docenas de rostros, siluetas dentro de su marco, bocas abiertas y ojos ennegrecidos. Ellos miraban directamente hacia mí, con sus pupilas negras fijas sobre mi rostro. Y luego había pasado. ¿Estaba seguro de lo que vi? Intranquilo, no logré dormir por el resto de la noche.
A la mañana siguiente quité el espejo de la pared y lo tiré a la basura. No me importaba si la visión que había tenido fue real o no, quería deshacerme de ese espejo. De hecho, quité cada espejo de la casa.
Pasaron varias semanas y el suceso de aquella noche se había desvanecido de mi mente. Estaba pasando la tarde en la casa de un amigo y tenía que usar el baño. Mientras estaba ahí, el grifo se abrió sin que lo tocase y el agua comenzó a correr. Desconcertado, no hice nada en ese momento, más que tratar de razonar la paranoia. El agua comenzó a echar vapor y una capa de humedad cubrió el espejo. Miraba atentamente mientras las palabras se formaban: «Por favor, vuelve a poner los espejos. Extrañamos verte dormir».
De pronto hubo un destello de luz, y el espejo se iluminó. Por menos de un segundo, el espejo mostró docenas de rostros, siluetas dentro de su marco, bocas abiertas y ojos ennegrecidos. Ellos miraban directamente hacia mí, con sus pupilas negras fijas sobre mi rostro. Y luego había pasado. ¿Estaba seguro de lo que vi? Intranquilo, no logré dormir por el resto de la noche.
A la mañana siguiente quité el espejo de la pared y lo tiré a la basura. No me importaba si la visión que había tenido fue real o no, quería deshacerme de ese espejo. De hecho, quité cada espejo de la casa.
Pasaron varias semanas y el suceso de aquella noche se había desvanecido de mi mente. Estaba pasando la tarde en la casa de un amigo y tenía que usar el baño. Mientras estaba ahí, el grifo se abrió sin que lo tocase y el agua comenzó a correr. Desconcertado, no hice nada en ese momento, más que tratar de razonar la paranoia. El agua comenzó a echar vapor y una capa de humedad cubrió el espejo. Miraba atentamente mientras las palabras se formaban: «Por favor, vuelve a poner los espejos. Extrañamos verte dormir».


5. Escondido
¿Por qué lo haces? No sabes por qué, pero lo haces. Te aseguras de que las ventanas estén bien cerradas, revisas al otro lado de la puerta, y tu armario… incluso miras debajo de la cama. ¿Por qué haces eso? ¿Acaso abrir la cortina de la ducha y ver que no hay nada ahí te hace sentir seguro? ¿Acaso escudriñar el área con tu vista luego de leer una historia de terror te hace sentir tranquilo?
Pues, no deberías.
Porque para el tiempo que has mirado, yo ya me he escondido.
Pues, no deberías.
Porque para el tiempo que has mirado, yo ya me he escondido.


