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El Relato de los muertos
El enigmático caso de tres pilotos de aviones bombarderos Douglas DB-7 Boston, que después de una misión de bombardeo a las defensas alemanas durante la Segunda Guerra Mundial, regresaron a la base con el terror impreso en sus rostros. El mariscal, quien los recibió, los envió inmediatamente a elaborar su informe y luego les otorgo un descanso para que se relajara y tomaran unas cervezas.

Minutos después, el mariscal recibió la noticia de que estos mismos pilotos habían muerto en esta misión. Este caso es muy interesante porque se dejó la evidencia física de la manifestación de estas tres almas en pena, que incluso después de la muerte escribieron el informe que contenía una descripción detallada de como murieron en la misión.

El caso es todavía hoy un misterio, como fue posible que ellos pudieran estar en la base, si habían muerto unas horas antes, durante la batalla, y mucho menos creíble es que pudieran escribir exactamente lo que sucedió en la batalla. La única explicación razonable es que otros tres impostores tomaran el lugar de los pilotos… Sin embargo, en materia de “hipótesis” es mucho más absurdo que estos tres impostores estuvieran en batalla como para saber exactamente lo que sucedió en esa misión.


Los soldados del eterno cañón antiaéreo.

En la primavera de 1944, el Puerto de Hollandia (hoy Jayapura) fue el escenario de una importante invasión aliada. La isla, ocupada por los japoneses, fue un trampolín a las Filipinas y fue atacada por las fuerzas del general Douglas MacArthur. Tomados por sorpresa y derrotados, los soldados japoneses huyeron hacia el este y los aliados entraron en la isla. Los lugareños dijeron que algunos japoneses se quedaron … al menos en espíritu.

En 1956, Reuters informó que los residentes de Hollandia habían pedido a los miembros de un comité exorcizar una cañón antiaéreo japonés abandonado en la playa. Todos los días, a la medianoche, dijeron, fantasmas de soldados japoneses esqueléticos con cascos parecían manejar el viejo cañón oxidado y velaban la espera de un posible ataque aliado. Y esto se repitió …. todas las noches!

Algunas doctrinas que estudian este tema, de los espíritus, dicen que una persona que muere de forma abrupta o repentina, puede quedar atrapada en este plano porque no saben que murieron. Al igual que en la leyenda anterior, al parecer, tienden a repetir los hechos ocurridos momentos antes de su muerte. Por lo general son víctimas de asesinatos o accidentes, y de acuerdo a algunas religiones, necesitan orientación para conocer sus condiciones. Por lo tanto, en algunos casos se vuelven agresivos al no ser conscientes del hecho de que están confinados a los momentos de su muerte.


El Honlandés Errante
Hay cinco principales leyendas del Holandés Errante:

La primera y la única que tiene “pruebas” de la existencia de dicho buque en documentos antiguos, dice que se puede encontrar el registro de un barco real que partió de Amsterdam en 1680, y fue alcanzado por una tormenta en el Cabo de Buena Esperanza. Como el capitán insistió en pasar el cabo, fue condenado a vagar por los mares para siempre, atraer a otros buques y, eventualmente causar su destrucción.


La segunda viene del siglo XVII y dice que el capitán del barco era Bernard Fokke, que, en ocasiones, había insistido, a pesar de las protestas de su tripulación, de cruzar el Estrecho de Magallanes, en la región del Cabo Horn, el punto más meridional del continente americano. Ahora, la región desde su primera travesía, realizada por el navegante portugués Fernando de Magallanes, es famosa por su clima y sus glaciares inestables, lo que hace la navegación muy peligrosa. Sin embargo, Fokke llevó su barco a través del estrecho con desastrosas consecuencias, de las cuales escaparon, al parecer, haciendo un pacto con el diablo, en una apuesta en un juego de dados que ganó el capitán con dados cargados. Desde entonces, el barco y su capitán fueron maldecidos y condenado a navegar eternamente provocando el hundimiento otros buques, colocandolos en botellas, según la leyenda.


La tercera dice que el capitán Cornelius Vanderdecken fue maldecido y condenado a vagar por los mares para siempre, sin una ruta establecida, la brújula siempre esta girando, y no apunta a ninguna parte desde esa fecha.

La cuarta dice que Amos Dutchman es el capitán del holandés y que se convirtió en un barco fantasma después de que Dutchman insistió en ir a través del Triángulo de las Bermudas durante una tormenta, en ese sitio él se encontró con ciertas “entidades” que se sintieron ofendidas por el audaz capitán, condenandolo a él y a su tripulación a navegar por los mares destruyendo todo lo que se cruce en su camino.


La quinta, y mejor conocida gracias a la película Piratas del Caribe, tiene origen en los trópicos ecuatoriales del siglo XVIII, nos habla de que Davy Jones es el capitán del Holandés Errante, en esta leyenda Davy Jones sería el capitán del barco condenado a vagar por siempre por la ninfa del mar (la reina de las sirenas) Mar Calypso, pudiendo desembarcar un día cada 10 años.

A pesar de que la leyenda sea o no cierta, algunos hechos coinciden, según testigos que vieron el holandés, dijeron que los marineros y el capitán tienen el cuerpo de un hombre y la cara de un pez, el barco navega contra el viento y tiene una velocidad inusual, no permitiendo que ninguno de sus objetivos escape de su ataque despiadado.

Como un hecho real, durante la Segunda Guerra Mundial, el almirante nazi Karl Dönitz, funcionario de alto rango en la marina alemana, informó a su jefe Hitler, que uno de sus tripulantes más “rebeldes” y activo submarinistas, se había comunicado y confirmado en su diario “Lobo de Mar”, que no participaran en una batalla en Suez, el informante nazi, afirmó que había visto el Holandés Errante, y que era una muy mala señal, porqué por el mar por donde el Holandés navega no debe ser cruzado por ningun otro barco. Lo que fue aceptado con gran facilidad, tanto por Adolf Hitler como por el Gran Almirante Dönitz. Hitler fue un ocultista y dicen que después envió a un equipo para cazar al Holandés.


Almas Pacifico Sur
Todas las batallas de la Segunda Guerra Mundial libradas en el Pacífico Sur, fueron sangrientas, sombrías e implacables. Y tal vez para algunos la pesadilla aun no termina. Hacia finales de los 50, un reportero de la BBC de Londres informó que había una casa en Kuala Sengalor, Malasia, anteriormente ocupada por oficiales japoneses, donde se podían escuchar resonar los pasos de pesadas botas militares. Otras fuentes informaron que los pescadores de la isla filipina de Corregidor, ferozmente disputada, siguen viendo patrullas espectrales años después de la guerra. Hasta la agencia Reuters, la agencia de noticias británica más respetada, escuchó una historia de la costa norte de Nueva Guinea al respecto.

Es como si estos soldados espectrales se perdieran en un lapso de tiempo, para siempre repitiendo el mismo acto que tuvo lugar antes de su muerte.