Te damos la bienvenida a la comunidad de T!Estás a un paso de acceder al mejor contenido, creado por personas como vos.

O iniciá sesión con
¿No tenés una cuenta?
Qué hacer con las sobras del pan que sobró
Acá no se desaprovecha ni una miga, amigo, amiga. Crostones, saborizantes y crocantes, van ideas para cerrar esta fiesta del pan. Los pajaritos de tu patio se van a quedar con las ganas.



Crostones a la "Sobras Maestras"

Ingredientes (para cuatro personas)

4 piezas de pan muy duro

2 cdas de manteca

4 cdas de aceite (de oliva, mejor)

2 hojas de salvia

10 granos de pimienta blanca y negra

Nuez moscada a gusto

Sal gruesa a gusto

Preparación

Elegimos un pan de miga consistente, es ideal el pan casero. Esto es importante para que los cubos no se desarmen. Retiramos toda la corteza y cortamos la miga en rectángulos lo más uniformes dentro de lo posible para poder cortar cubos equiláteros de por lo menos 3 centímetros de lado y desechamos los que nos queden más chicos.

La uniformidad en el corte de los ingredientes es uno de los secretos básicos de la cocina, ya que, si cocinamos cortes desparejos tendremos sabores desiguales: las piezas más chicas se quemarán y las más grandes quedarán crudas. Una vez que tenemos los cubos los ponemos en un colador para fideos y los sacudimos bien para que no queden migas sueltas que puedan carbonizarse durante el salteado y amarguen la preparación.

En una sartén grande, a fuego mínimo, calentamos el aceite con la manteca. Retiramos los residuos sólidos de la manteca con una cuchara (la caseína) y doramos las hojas de salvia durante un minuto junto con los granos de pimienta. Retiramos las aromáticas y los granos y salteamos los cubos, dando golpes de sartén para que cada lado del pan pueda absorber la grasa y dorarse. Agregamos sal gruesa a gusto. Esto hará que los cubos tomen sazón y queden granos sueltos que aporten “crocantez”.

Sobre la tabla y con el lomo del cuchillo, machacamos los granos de pimienta y los reservamos. Una vez que los cubos están dorados los ponemos sobre papel absorbente durante un par de minutos. Rallamos nuez moscada sobre la superficie.

Estos “croutons” son ideales para acompañar sopas, caldos o como un ingrediente más en una picada. Si se reemplaza el aceite y la manteca por grasa de cerdo son una delicia no apta para cardíacos. La salvia se puede reemplazar por cualquier aromática fresca: tomillo, laurel, orégano, verdeo. La única precaución es la de no quemar las hojas, apenas calentar los ramitos en la grasa para que liberen sus aromas.



Falso queso rallado de pan

Ingredientes (para cuatro personas)

Una taza de pan rallado casero

Una cda de manteca

2 cdas de aceite (de oliva, mejor)

Una cda de sal gruesa

Pimienta a gusto

Preparación

Rallamos el pan con la parte más gruesa del rallador de queso para que queden migas de buen tamaño y las tamizamos con la ayuda del colador de fideos para que las migas más chicas decanten.

Calentamos el aceite de la misma manera que en la preparación anterior. Podemos agregar hierbas con las mismas precauciones. Salteamos las migas con los granos de sal hasta que estén bien doradas. Espolvoreamos sopas o caldos con el preparado. Sirve también como espesante para salsas.



Crocante de galletas húmedas para helados y postres

Ingredientes (para cuatro personas)

Una taza de galletas dulces

½ taza de azúcar negra

2 cdas de manteca

Preparación

Es ideal para aprovechar esas galletas que quedan húmedas en el paquete. Calentamos a fuego muy bajo la manteca en una sartén amplia, quitamos los residuos sólidos y disponemos las galletas sobre la manteca líquida. Cocinamos durante un par de minutos de cada lado, espolvoreamos con el azúcar y esperamos que los granos comiencen a disolverse.

Apagamos el fuego, dejamos que las galletas se sequen con el calor de la sartén y luego tomen temperatura ambiente. Desmenuzamos a mano las galletas hasta obtener trocitos crujientes. Se conservan muy bien hasta dos semanas en un frasco de vidrio con tapa hermética. Si las galletas son de miel se puede agregar una cucharadita de miel pura a la manteca. Si son de cacao se las puede “potenciar” con una cucharadita de cacao en polvo.