Esta es una sandía, la misma fruta aburrida que ya conocías.

Todo el mundo sabe cómo comer sandía.

Sólo la cortas, te la comes y aceptas que el mundo es un lugar aburrido y decepcionante, ¿verdad?
Falso.
Falso.

Esta es la Sandía Loca y llegó a cambiar para siempre la forma en la que comes fruta.
Como pasa con las mejores cosas de la vida, la Sandía Loca no sigue fórmulas.

Sólo tiene una regla: no puedes usar ingredientes que no ames con todo tu corazón.
Su preparación es muy sencilla.

Sólo corta una sandía en dos y llénala de todas las cosas que te hacen feliz
Llénala de otras frutas sólo para pintarle dedo a la madre naturaleza.

Llena los huecos con cada dulce acidito que conozcas y báñalo todo de chamoy.

No olvides incluir los cañones de pepino, rellenos de cacahuates y salsas.

Ponle helado porque la vida es corta, el mundo es injusto y sólo vivimos plenamente a través de nuestros excesos.


La Sandía Loca no es un alimento, es una experiencia.




