
Alizée viene de ganar el ‘Mira Quién Baila’ francés, y conocedora de los milagros que ha obrado años anteriores con otros concursantes, regresa al pop más radiofónico para conseguir el suyo propio. ‘Blonde’ es la reconciliación del pop-chicle y Alizée, del baile, del desenfreno y del dejar de lado el misticismo por unos meses. Producido por Pascal Obispo casi en su totalidad, el sexto álbum de Alizée viene a demostrar que por muchos años y trabajos más oscuros que haya habido de por medio, la francesa aún sabe pasárselo en grande.
El problema es que el salto a la piscina no le ha salido ni la mitad que redondo que en álbumes anteriores, y las prisas -apenas ha pasado un año desde que se editara ‘5’, su último disco- han dejado una huella, en ocasiones, demasiado evidente. ‘Tweet’ y ‘Charles Est Stone’, dos composiciones de una Zazie entregada al despiste y la diversión en las letras, quedan a un paso de ser hits por no haberle dado a sus bases e instrumentación la misma vuelta de tuerca que tienen sus melodías y composiciones.
Y es que hay veces en ‘Blonde’ que Alizée ha pasado por el mainstream como en una carrera, cogiendo inspiraciones de aquí y de allá sin definir nada en exceso: lo vemos en el Motown-electronico de la ya citada ‘Tweet’, lo vemos en lo genérico de una ‘L’amour Renfort’ o ‘Ce Qui Tue L’amour’ que tenían mucho más por exprimir, o en ‘Mon Planeur’, una balada digna de cualquier álbum de Britney Spears. Alizée suena bienintencionada, pero en mucho de los cortes de ‘Blonde’, el resultado está demasiado forzado.
Alizée quiere poder llegar al pop, pero sus años de estrella de masas quedaron atrás al mismo tiempo que lo hizo Mylène Farmer. La misma Mylène a la que le dedica, no queda muy claro si a modo de homenaje o parodia, un tema del mismo nombre. La misma Mylène que le hubiera exigido no repetir tanto el estribillo de mala manera, y usar todas las armas dispobibles de esa, y del resto de canciones de ‘Blonde’.
Sin embargo no todo son peros en el álbum, ‘Blonde’, la canción que da título al álbum, es indiscutiblemente divertida y pegadiza, y algunos cortes como ‘K.O’ o ‘Alcaline’ son lo electro-sugerente que en ocasiones echamos de menos en lo último de Kylie. ‘Bi’ es una mamarrachada pensada para serlo, y en ‘Seulement Por Te Plaire’ o ‘Plus De Bye-Bye’ recuperamos algunos puntos de la Alizée de hace años. La que se expuso con ‘Moi Lolita’ y acabo de enamorarnos con la perfección pop de ‘J’en Ai Marre’.
Es verdad que Alizée ha dado en el pasado mucho más que en ‘Blonde’ -fantástico su ‘Une Enfant Du Siècle’, por ejemplo- pero en el fondo, también es justo que le concedamos unos meses de diversión y despreocupación. Su nuevo álbum, al fin y al cabo, es como una partida al Jungle Speed entre amigos: es igual de frenético que de absurdo, pero una vez terminado el juego, la sensación que deja la partida es de ganas de repetirla. Dios sabe por qué. Será que en el fondo, y a pesar de cada evidente fallo y tropiezo, lo hemos pasado bien con ‘Blonde’.
Fuente: lareputada.com