

Canon EOS 7D Mark II: primeras impresiones

Suele decirse que el tiempo es relativo. Pero no hay duda de que, se mire como se mire, cinco años en el mercado fotográfico digital son una eternidad. Eso es lo que ha aguantado la EOS 7D en dar el relevo a su sucesora. O si se prefiere, lo que ha tardado en llegar la nueva EOS 7D Mark II.
El nuevo buque insignia de la gama canonista con sensor APS-C acaba de estrenarse en Photokina y ha sido nuestro primer objetivo nada más desembarcar en Colonia. Qué menos después de una espera tan larga, de años –no es una exageración- de rumores en torno a esta renovación.

Pese al tiempo transcurrido, lo cierto es que la primera sensación al tener la nueva EOS 7D Mark II entre las manos es que se trata de un modelo continuista. En realidad no podría ser de otro modo, porque la cámara a la que reemplaza ha tenido estos últimos cinco años una muy buena acogida en el mercado.
Continuismo en formas y diseño, pero sobre todo en filosofía. Y es que más allá de la lista de novedades, la renovada EOS no es ni más ni menos que una EOS-1D X pero con sensor de formato APS-C. Una forma un poco brusca de decirlo, pero que resume a la perfección la idea que hay detrás de esta réflex.

Enfoque, enfoque, enfoque
Y es que, con el permiso del CMOS de 20 megapíxeles, la principal novedad de esta generación apunta al enfoque: un sistema de 65 puntos, todos en cruz, y que promete estar a la altura de lo que se espera de un modelo pensado claramente para profesionales de la fotografía de acción y naturaleza.
En este sentido, el rendimiento en escenas con poca luz (-3 EV) y la posibilidad de trabajar con enfoque en el punto central con ópticas de hasta f8 (algo muy interesante para quienes usan multiplicadores y que en su día provocó cierta polémica con la EOS-1D X) son detalles a tener también muy en cuenta.



"El nuevo sistema de enfoque, con 65 puntos en cruz, promete estar a la altura de lo que piden los fotógrafos de acción y naturaleza"
En cualquier caso, será en este terreno donde habrá que comprobar las virtudes de este nuevo mecanismo, porque pretender hacerlo el día del estreno, en plena Photokina y con el sencillo 28-135 mm f3.5-5.6 STM, sería un poco absurdo.
Esta vez solo ha habido tiempo para, nada más acercar el ojo a la cámara, comprobar dos cosas: que el visor óptico con una cobertura del 100% es excelente y que el sistema de enfoque no es solo una cuestión de puntos, sino que su reparto a lo largo del fotograma permite abarcar gran parte de la escena.
Muestras: RAW
Fotografías realizadas con una unidad de preproducción de la Canon EOS 7D Mark II y un objetivo Canon 18-135 mm f3.5-5.6 IS STM. Estas imágenes han sido obtenidas con unidades de producto en fase beta de Canon. La calidad de imagen final puede variar




Pero, insistimos, habría que dedicar un buen rato a investigar en las opciones de configuración personal del enfoque (similares a las disponibles para la citada EOS-1D X) y usar una óptica más adecuada antes de atreverse a ir más allá de una buena primera impresión.



Las bondades de la tecnología Dual Pixel AF que ya vimos en la EOS 70D se dejan notar también en la nueva réflex

Buenas sensaciones también respecto a la otra novedad vinculada al tema del enfoque. Y es que el nuevo CMOS cuenta con la tecnología Dual Pixel AF que ya vimos en la EOS 70D y que va más allá del habitual enfoque híbrido para ofrecer un sistema más veloz a la hora de grabar vídeos o trabajar desde la pantalla trasera. Ésa es la teoría, pero... ¿se nota?
La verdad es que sí, al menos tanto como en la citada EOS 70D y marcando una diferencia evidente respecto a lo visto en las anteriores réflex de la compañía o en las que recurren solo al enfoque por contraste para esta tarea.

Velocidad Además del enfoque automático, la velocidad es otro de los pilares de esta réflex. Se ocupan de ello dos procesadores Digic 6 que, como carta de presentación, abanderan una ráfaga de 10 fotogramas por segundo. Las cifras oficiales también hablan de un excelente buffer: prácticamente ilimitado en JPEG (más de 1.000 imágenes consecutivas), una treintena de fotos en RAW y unas 20 si se combinan ambos formatos. El GPS es otra de las especificaciones que figuran en la lista de novedades. Algo que ya vimos en la EOS 6D y que, pensando en el fotógrafo de naturaleza, puede tener su interés. En este sentido, se echa de menos una conexión Wi-Fi integrada, algo que curiosamente Canon no ofrece de serie en ningún modelo de su gama profesional.
Puestos a echar de menos, en una cámara que también tiene una clara orientación al vídeo como ésta también se agradecería disponer de una pantalla articulada. En su lugar hay que conformarse con un monitor fijo de 3 pulgadas y sin control táctil. De nuevo, da la sensación de que no hay hueco para estas prestaciones más modernas (que en 2014 ya no lo son) en un cuerpo de gama alta. O al menos para las firmas más tradicionales, claro.


¿Y el 4K?

Pero, sin duda, la ausencia de la que todo el mundo habla en Photokina respecto a la EOS 7D Mark II se refiere a las resoluciones de vídeo y a la falta de grabación 4K. Y es que, pese a que ofrece todo lo que cabe esperar de una réflex que graba vídeo, se echa de menos que cinco años después de ver la luz el modelo original, no se apueste ahora por incluir una resolución de vídeo cada vez más popular.
A la espera de poder probarla en condiciones, ésa es la única y recurrente crítica que cabe hacerle a esta EOS: su previsibilidad. Suponiendo que eso sea algo malo y no lo previsible en una cámara de corte profesional.



La EOS 7D Mark II tiene todo lo que hay que tener, pero le falta ese algo que muchos usuarios parecían reclamarle a Canon tras tantos años de espera

20 megapíxeles, cuerpo sellado, un sistema de enfoque que promete, 10 fotogramas por segundo… La EOS 7D Mark II tiene todo lo que hay que tener, pero le falta ese algo que muchos usuarios parecían reclamarle a Canon después de media década (aunque también es cierto que los potenciales compradores de una cámara así estarán menos interesados en el titular y más en la herramienta de trabajo).

En todo caso, tampoco hay que perder de vista la competencia, muy activa en este segmento APS-C. Las cosas han cambiado mucho desde que en 2009 viera la luz la EOS 7D, y modelos como la Pentax K-3 resultan muy competitivos, si bien es cierto que el enfoque no es comparable al que ofrece esta Canon. O por citar un ejemplo mucho más reciente: la Samsung NX1 que ayer mismo saltaba a la palestra horas antes que lo hiciera la EOS 7D Mark II ofrece bastante más prestaciones que ésta, incluso ese vídeo 4K que muchos reclaman.

Conservadora o lógica, lo que es seguro es que la EOS 7D Mark II es desde ya mismo un nuevo modelo de referencia en lo más alto de la gama APS-C. Ahora solo falta saber si la espera ha merecido la pena.
