Nos hacemos eco de un interesante artículo publicado en TechPowerUp, en el que han probado de primera mano la relación de escalado de las tarjetas gráficas en relación al tipo de puerto PCI-Express al que las conectemos. En este caso, prueban el impacto de rendimiento en una NVIDIA GeForce GTX 980 en un entorno Intel Haswell con zócalos PCI-Express que eléctricamente funcionan a x16, x8 y x4, además por supuesto de PCI-Express 1.0, 2.0 y 3.0.
Para hacer este artículo posible, utilizaron la característica especial de la BIOS de las Asus ROG Maximus VI Hero, que permiten cambiar eléctricamente el funcionamiento de los zócalos PCI-Express, pudiendo seleccionar 1.0, 2.0 y 3.0. Además, utilizando un aislante plástico adhesivo, pudieron modificar las líneas disponibles en la tarjeta gráfica, aislando las que no querían utilizar.

La primera prueba realizada fue con el nuevo título Alien: Isolation, donde a una resolución de 1920 x 1080 (Full HD) se puede ver una buena diferencia de rendimiento entre utilizar un modo u otro, pero llama la atención que por ejemplo se obtuvieron más FPS utilizando el zócalo PCI-Express 3.0 x8 que el mismo a x16. Curioso el dato.

En un juego optimizado para gráficas NVIDIA como es Assassins Creed IV: Black Flag, la diferencia de rendimiento fue casi ínfima, obteniendo tan solo 4 FPS de diferencia entre utilizar la GTX 980 en un zócalo PCI-Express 1.1 x4 y un PCI-Express 3.0 x16.

Podéis consultar el artículo completo en TechPowerUp, pero el veredicto es casi evidente: en la mayoría de juegos, no hay un salto de rendimiento importante entre utilizar los diferentes zócalos PCI-Express, ni tan siquiera entre generaciones. Parece ser que o bien las gráficas todavía no tienen potencia suficiente como para aprovechar el gran ancho de banda que brindan las nuevas generaciones PCI-Express, o bien ese incremento de ancho de banda no tiene demasiado que ver en los juegos.