Esta información que apareció el 8 de mayo en la revista HealthDay News. Discutir y preocuparse por los problemas familiares podría resultar en un mayor riesgo de morir en una edad mediana,según afirman investigadores daneses.Los conflictos conla familia, los amigos y los vecinos plantearon el mayor riesgo. Las personas que están en mayor riesgo son los hombres y desempleados."Las relaciones sociales estresantes en la vida privada se asocian con un aumento de entre dos y tres veces del riesgo de muerte", advirtió la investigadora que lidera el proyecto, la Dra. Rikke Lund, del Departamento de Salúd Pública de la Universidad de Copenhague.
"Las preocupaciones y las exigencias de las parejas y los hijos, y los conflictos en general, parecen los factores de riesgo mas importantes", señaló.
Los hallazgos se mantuvieron incluso cuando se tomaron en cuenta, la enfermedad crónica, los síntomas depresivos, la edad,el sexo, el estado civil, el respaldo de las relaciones sociales y la posición socioeconómica, dijo Lund.
"También hallamos que los hombres y los participantes que no trabajan son particularmente vulnerables a la exposición al estres de las relaciones sociales", comentó.
Simón Rego, director de entrenamiento en psicología del Centro Médico Montefiore en el Colegio de Medicina Albert Einstein, en Nueva York, dijo que "aunque hace mucho que conocemos el rol protector de las relaciones sociales, los resultados de este estudio sugieren que las relaciones sociales son más bien una especie de espada de doble filo, ya que también pueden ser destructivas, cuando no son malsanas".
El estudio apareció online el 8 de mayo en la revista Journal of Epidemiology & Community Health.
Para el estudio, Lund y sus colaboradores recolectaron datos sobre casi 10.000 hombres y mujeres de 36 a 52 años de edad que participaron en el estudio longitudinal danés sobre el trabajo, el desempleo y la salud.
Se preguntó a los participantes sobre sus relaciones sociales diarias, sobre todo quién, entre sus parejas, hijos, otros parientes, amigos y vecinos les hacían exigencias excesivas, provocaban preocupaciones o eran una fuente de conflicto, y con que frecuencia surgían esos problemas. También examinaron si tener un trabajo cambiaba la situación.
Mediante el uso de datos del registro de Motivos de Defunción Danés, los investigadores dieron seguimiento a los participantes desde el 2000 hasta finales del 2011. Con el tiempo, murieron 196 mujeres(el 4 por ciento) y 226 hombres(el 6 por ciento). casi la mitad de las muertes se debieron al cáncer. Las enfermedades cardiacas y el accidente cerebrovascular, la enfermedad del hígado, los accidentes y el suicidio conformaban las demás.
Alrededor de uno de cada diez dijo que sus hijos eran una fuente constante de exigencias excesivas y preocupaciones. El nueve por ciento dijo que su cónyugue era con frecuencia una fuente de exigencias o preocupación. El seis por ciento dijo que tenía problemas con sus parientes y el dos por ciento que los tenía con sus amigos.
Alrededor del seis por ciento de los participantes dijo que "siempre o con frecuencia" tenía conflictos con su cónyugue o hijos, el dos por ciento tenía esos prpoblelmas con otros parientes y el uno por ciento con amigos o vecinos.
Tomando todo esto en cuneta, el equipo de Lund calculó que ese estrés se vinculaba con un aumento del cincuenta por ciento en el riesgo de morir por todas las causas, siendo según los investigadores lo más nocivo las discusiones.
Las discusiones frecuentes con la pareja, los parientes, los amigos o los vecinos se asociaron con el grupo de quienes presentaban el doble y el triple de riesgo de muerte por todas las causas, en comparación a los otros grupos.
Rego dijo que era importante destacar las limitaciones sobre este modelo de estudio observacional ya que "Al igual que todos los estudios que emplean modelos observacionales, hay que tener cuidado al interpretar los resultados,ya que este diseño no brinda información concluyente sobre ninguna relación causal" , dijo.
Aún así, los investigadores sospechan que el estrés mas alto proviene de los conflictos y las preocupaciones y puede ser el motivo del aumento en el riesgo.
Además informaron que cuando las causas del estrés aumentaban, como por ejemplo un conflicto en casa emparejado con el desempleo, el riesgo de muerte prematura también aumentó.
Lund también citó unos niveles mas altos de las hormonas del estrés y una presión arterial mas elevada como motivos posibles de la conexión. También añadió que cuando interactuan situaciones sociales estresantes y la respuesta del cuerpo, además de otros factores(como la genética, el ambiente, los factores socioeconómicos y las respuestas sicológicas), probablemente tengan que ver con la asociación de conflictos y un mayor riesgo de muerte.
Lund sugiere que aprendamos a lidiar con nuestro conflicto manejándolo y así el estrés podría resultar útil, pues las habilidades para gestionar las preocupaciones y las exigencias de las relaciones sociales cercanas, además de la gestión para resolver el conflicto por parte de las parejas y las familias y el aprender a tener politicas de mejorar las relaciones con nuestros vecinos en las comunidades, serían las mejores estrategias ya no para reducir las muertes prematuras, sino para crear un ambiente que favorezca una buena vida, mas sana y mas constructiva. Eso aumentaría en muchos años la esperanza de vida.
"Las preocupaciones y las exigencias de las parejas y los hijos, y los conflictos en general, parecen los factores de riesgo mas importantes", señaló.
Los hallazgos se mantuvieron incluso cuando se tomaron en cuenta, la enfermedad crónica, los síntomas depresivos, la edad,el sexo, el estado civil, el respaldo de las relaciones sociales y la posición socioeconómica, dijo Lund.
"También hallamos que los hombres y los participantes que no trabajan son particularmente vulnerables a la exposición al estres de las relaciones sociales", comentó.

Simón Rego, director de entrenamiento en psicología del Centro Médico Montefiore en el Colegio de Medicina Albert Einstein, en Nueva York, dijo que "aunque hace mucho que conocemos el rol protector de las relaciones sociales, los resultados de este estudio sugieren que las relaciones sociales son más bien una especie de espada de doble filo, ya que también pueden ser destructivas, cuando no son malsanas".
El estudio apareció online el 8 de mayo en la revista Journal of Epidemiology & Community Health.
Para el estudio, Lund y sus colaboradores recolectaron datos sobre casi 10.000 hombres y mujeres de 36 a 52 años de edad que participaron en el estudio longitudinal danés sobre el trabajo, el desempleo y la salud.
Se preguntó a los participantes sobre sus relaciones sociales diarias, sobre todo quién, entre sus parejas, hijos, otros parientes, amigos y vecinos les hacían exigencias excesivas, provocaban preocupaciones o eran una fuente de conflicto, y con que frecuencia surgían esos problemas. También examinaron si tener un trabajo cambiaba la situación.
Mediante el uso de datos del registro de Motivos de Defunción Danés, los investigadores dieron seguimiento a los participantes desde el 2000 hasta finales del 2011. Con el tiempo, murieron 196 mujeres(el 4 por ciento) y 226 hombres(el 6 por ciento). casi la mitad de las muertes se debieron al cáncer. Las enfermedades cardiacas y el accidente cerebrovascular, la enfermedad del hígado, los accidentes y el suicidio conformaban las demás.

Alrededor de uno de cada diez dijo que sus hijos eran una fuente constante de exigencias excesivas y preocupaciones. El nueve por ciento dijo que su cónyugue era con frecuencia una fuente de exigencias o preocupación. El seis por ciento dijo que tenía problemas con sus parientes y el dos por ciento que los tenía con sus amigos.
Alrededor del seis por ciento de los participantes dijo que "siempre o con frecuencia" tenía conflictos con su cónyugue o hijos, el dos por ciento tenía esos prpoblelmas con otros parientes y el uno por ciento con amigos o vecinos.
Tomando todo esto en cuneta, el equipo de Lund calculó que ese estrés se vinculaba con un aumento del cincuenta por ciento en el riesgo de morir por todas las causas, siendo según los investigadores lo más nocivo las discusiones.
Las discusiones frecuentes con la pareja, los parientes, los amigos o los vecinos se asociaron con el grupo de quienes presentaban el doble y el triple de riesgo de muerte por todas las causas, en comparación a los otros grupos.
Rego dijo que era importante destacar las limitaciones sobre este modelo de estudio observacional ya que "Al igual que todos los estudios que emplean modelos observacionales, hay que tener cuidado al interpretar los resultados,ya que este diseño no brinda información concluyente sobre ninguna relación causal" , dijo.

Aún así, los investigadores sospechan que el estrés mas alto proviene de los conflictos y las preocupaciones y puede ser el motivo del aumento en el riesgo.
Además informaron que cuando las causas del estrés aumentaban, como por ejemplo un conflicto en casa emparejado con el desempleo, el riesgo de muerte prematura también aumentó.
Lund también citó unos niveles mas altos de las hormonas del estrés y una presión arterial mas elevada como motivos posibles de la conexión. También añadió que cuando interactuan situaciones sociales estresantes y la respuesta del cuerpo, además de otros factores(como la genética, el ambiente, los factores socioeconómicos y las respuestas sicológicas), probablemente tengan que ver con la asociación de conflictos y un mayor riesgo de muerte.
Lund sugiere que aprendamos a lidiar con nuestro conflicto manejándolo y así el estrés podría resultar útil, pues las habilidades para gestionar las preocupaciones y las exigencias de las relaciones sociales cercanas, además de la gestión para resolver el conflicto por parte de las parejas y las familias y el aprender a tener politicas de mejorar las relaciones con nuestros vecinos en las comunidades, serían las mejores estrategias ya no para reducir las muertes prematuras, sino para crear un ambiente que favorezca una buena vida, mas sana y mas constructiva. Eso aumentaría en muchos años la esperanza de vida.
