La nanomedicina va veloz contra el cáncer
Efectos destructivos en tan sólo dos horas
Nueve de cada diez muertes provocadas por cáncer se deben a la metástasis. Un proceso mediante el que las células cancerígenas se propagan desde la zona tumoral a diferentes órganos del cuerpo, reduciendo enormemente las posibilidades de éxito de los tratamientos. Una carencia histórica que podría haber llegado a su fin después de que un grupo de científicos norteamericanos de la Universidad de Cornell desarrollasen unas proteínas capaces de atraer y matar las células cancerígenas cuando ya están en la sangre.
Leer más: Un nuevo tratamiento contra el cáncer logra evitar la metástasis - Noticias de Alma, Corazón, Vida
Este importante avance médico, que podría reducir la mortalidad por cáncer en un 90%, ya se ha probado con éxito en muestras de sangre humana y en ratones de laboratorio mediante la inyección de estas nuevas nanopartículas directamente en su torrente sanguíneo
El tiempo de detección del cáncer es un factor determinante para procurar su cura antes de que sea demasiado tarde. Con este nuevo tratamiento, los científicos afirman que se ganaría un tiempo imprescindible para salvar un alto porcentaje de las muertes producidas hoy en día tras alcanzar la fase de metástasis. Actualmente, la cirugía y la radioterapia son efectivas en el tratamiento de los tumores en las primeras fases de la enfermedad, pero a menudo es difícil detectar el cáncer más avanzado en otras partes del cuerpo, hasta que es demasiado tarde para un tratamiento.
Una gran esperanza a falta de los ensayos clínicos
Estas nuevas nanopartículas podrían inyectarse antes de la cirugía para extraer el tumor o de la radioterapia, pues se evitaría que las células tumorales se propagasen por el resto del cuerpo desde el tumor principal, afectando así a otros órganos vitales, como el cerebro o los riñones. Asimismo, también se podría utilizar en pacientes con tumores muy agresivos para evitar su propagación.
El profesor King reconoció que aún se necesitan más investigaciones, sobre todo en pacientes, “para corroborar si la técnica podría realmente detener la propagación del cáncer en los seres humanos” e implantar clínicamente este tratamiento. Sin embargo, las primeras pruebas son esperanzadoras porque estas nanopartículas no dañan el sistema inmunológico ni otras células de la sangre.
Efectos destructivos en tan sólo dos horas
Nueve de cada diez muertes provocadas por cáncer se deben a la metástasis. Un proceso mediante el que las células cancerígenas se propagan desde la zona tumoral a diferentes órganos del cuerpo, reduciendo enormemente las posibilidades de éxito de los tratamientos. Una carencia histórica que podría haber llegado a su fin después de que un grupo de científicos norteamericanos de la Universidad de Cornell desarrollasen unas proteínas capaces de atraer y matar las células cancerígenas cuando ya están en la sangre.

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Este importante avance médico, que podría reducir la mortalidad por cáncer en un 90%, ya se ha probado con éxito en muestras de sangre humana y en ratones de laboratorio mediante la inyección de estas nuevas nanopartículas directamente en su torrente sanguíneo
El tiempo de detección del cáncer es un factor determinante para procurar su cura antes de que sea demasiado tarde. Con este nuevo tratamiento, los científicos afirman que se ganaría un tiempo imprescindible para salvar un alto porcentaje de las muertes producidas hoy en día tras alcanzar la fase de metástasis. Actualmente, la cirugía y la radioterapia son efectivas en el tratamiento de los tumores en las primeras fases de la enfermedad, pero a menudo es difícil detectar el cáncer más avanzado en otras partes del cuerpo, hasta que es demasiado tarde para un tratamiento.

Una gran esperanza a falta de los ensayos clínicos
Estas nuevas nanopartículas podrían inyectarse antes de la cirugía para extraer el tumor o de la radioterapia, pues se evitaría que las células tumorales se propagasen por el resto del cuerpo desde el tumor principal, afectando así a otros órganos vitales, como el cerebro o los riñones. Asimismo, también se podría utilizar en pacientes con tumores muy agresivos para evitar su propagación.
El profesor King reconoció que aún se necesitan más investigaciones, sobre todo en pacientes, “para corroborar si la técnica podría realmente detener la propagación del cáncer en los seres humanos” e implantar clínicamente este tratamiento. Sin embargo, las primeras pruebas son esperanzadoras porque estas nanopartículas no dañan el sistema inmunológico ni otras células de la sangre.