Unicef pide terminar con mutilación genital femenina y matrimonios infantiles:
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) dio a conocer nueva información sobre la mutilación genital femenina (ablación) y el matrimonio infantil que afectan a millones de niñas en todo el mundo
Autor: Redacción Internacional | [email protected]
24 de julio de 2014 22:07:56
La mutilación genital femenina incluye cualquier procedimiento que altera o daña los órganos genitales por motivos no médicos. Foto: BBC Mundo
NACIONES UNIDAS.— El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) dio a conocer nueva información sobre la mutilación genital femenina (ablación) y el matrimonio infantil que afectan a millones de niñas en todo el mundo.
El organismo de la ONU enfatizó que “no hay tiempo que perder” para terminar con estas prácticas.
De acuerdo con las cifras, más de 130 millones de niñas y mujeres han sufrido la ablación, sobre todo debido a razones culturales, religiosas y sociales, aunque parece ser que el apoyo a estas prácticas está disminuyendo. África del Norte y Oriente Medio son las regiones de mayor incidencia.
Los matrimonios infantiles están aún más generalizados y pueden conducir a una vida de desventaja y privación, señala la ONU.
A nivel mundial, más de 700 millones de mujeres fueron casadas cuando eran niñas. Más de una de cada tres, o cerca de 250 millones, fueron casadas antes de los 15 años de edad.
“Las cifras nos indican que debemos acelerar nuestros esfuerzos. Y no olvidemos que estas cifras representan vidas reales. Aunque estos problemas son de escala mundial, las soluciones deben ser locales, dirigidas por las comunidades, las familias y las propias niñas para cambiar la mentalidad y romper los ciclos que perpetúan la mutilación genital femenina y el matrimonio infantil”, dijo el director ejecutivo de la Unicef, Anthony Lake, quien pidió emprender acciones urgentes.
“No podemos permitir que las asombrosas cifras nos paralicen, deben obligarnos a actuar”, señaló Lake, citado por Xinhua.
Las nuevas cifras fueron dadas a conocer junto con la primera Cumbre de la Niña, organizada de forma conjunta en Londres por la Unicef y el gobierno de Reino Unido con la finalidad de obtener apoyo para lograr avances más rápidos en la eliminación de la ablación y del matrimonio infantil.
De acuerdo con la Unicef, la mutilación genital femenina no tiene beneficios para la salud, causa severo dolor y tiene consecuencias de salud inmediatas y de largo plazo, incluyendo sangrado prolongado, infecciones, esterilidad y muerte.
Mientras, el matrimonio infantil puede conducir a una vida de desventaja y privaciones.
Las niñas que se casan antes de cumplir 18 años tienen menos probabilidades de continuar estudiando y más probabilidades de ser víctimas de la violencia doméstica.
Las adolescentes tienen más probabilidades de morir por complicaciones durante el embarazo y el parto que las mujeres de entre 20 y 30 años y es más probable que sus hijos nazcan muertos o que mueran en su primer mes de vida.
“La mutilación genital femenina y el matrimonio infantil dañan de manera profunda y permanente a las niñas, negándoles el derecho de tomar sus propias decisiones y de lograr todo su potencial. Van en detrimento de las propias niñas, sus familias y sus sociedades”, agregó Lake.
“Las niñas no son propiedad. Tienen el derecho de determinar su destino. Cuando lo hacen, todos se benefician”, añadió Lake.
Según datos de Unicef, más del 80 % de las niñas y mujeres de entre 19 y 45 años han sido sujetas a la mutilación genital en países como Egipto, Sudán, Eritrea, Mali, Guinea y Sierra Leona. Entre el 51 % y el 80 % en Mauritania, Liberia, Burkina Faso y Etiopía. Del 26 % al 50 % en Senegal, Costa de Marfil, Chad y Kenia. Y menos del 26 % en Nigeria, República Centroafricana y Yemen.
LA PRESIÓN CULTURAL
Según un reporte al respecto de BBC Mundo, en muchos lugares donde se realiza la ablación no hay ninguna ley que lo prohíba, o si existe, no está implementada. Esta práctica está profundamente arraigada en muchas culturas y podría tomar mucho tiempo cambiar eso.
La mutilación genital femenina incluye cualquier procedimiento que altera o daña los órganos genitales por motivos no médicos.
En su forma más grave, después de la eliminación del clítoris, los genitales se cortan y se cosen para que la mujer no pueda tener o disfrutar del sexo.
Además, se inserta una pequeña pieza de madera o caña para dejar una apertura para el necesario flujo de orina y de sangre menstrual cuando sea mayor de edad.
Cuando esté lista para tener relaciones sexuales o quedarse embarazada se le quitarán las costuras y se vuelve a coser de nuevo para que siga siendo “higiénica, casta y fiel”, según las creencias populares.
En las sociedades donde la ablación es común una mujer puede avergonzar a su familia y a sí misma si no se somete a ella.
Muy a menudo el procedimiento lo realizan aquellos que se dedican a la circuncisión o predicadores tradicionales, utilizando toscas herramientas que haya disponible, tales como pinchos, vidrio roto o cuchillas de afeitar, y sin anestesia.
El dolor forma parte de este ritual centenario, sirve para demostrar que la mujer es fuerte y lo puede soportar. También se suelen insertar materias corrosivas en la vagina para favorecer la cicatrización.
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) dio a conocer nueva información sobre la mutilación genital femenina (ablación) y el matrimonio infantil que afectan a millones de niñas en todo el mundo
Autor: Redacción Internacional | [email protected]
24 de julio de 2014 22:07:56

La mutilación genital femenina incluye cualquier procedimiento que altera o daña los órganos genitales por motivos no médicos. Foto: BBC Mundo
NACIONES UNIDAS.— El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) dio a conocer nueva información sobre la mutilación genital femenina (ablación) y el matrimonio infantil que afectan a millones de niñas en todo el mundo.
El organismo de la ONU enfatizó que “no hay tiempo que perder” para terminar con estas prácticas.
De acuerdo con las cifras, más de 130 millones de niñas y mujeres han sufrido la ablación, sobre todo debido a razones culturales, religiosas y sociales, aunque parece ser que el apoyo a estas prácticas está disminuyendo. África del Norte y Oriente Medio son las regiones de mayor incidencia.
Los matrimonios infantiles están aún más generalizados y pueden conducir a una vida de desventaja y privación, señala la ONU.
A nivel mundial, más de 700 millones de mujeres fueron casadas cuando eran niñas. Más de una de cada tres, o cerca de 250 millones, fueron casadas antes de los 15 años de edad.
“Las cifras nos indican que debemos acelerar nuestros esfuerzos. Y no olvidemos que estas cifras representan vidas reales. Aunque estos problemas son de escala mundial, las soluciones deben ser locales, dirigidas por las comunidades, las familias y las propias niñas para cambiar la mentalidad y romper los ciclos que perpetúan la mutilación genital femenina y el matrimonio infantil”, dijo el director ejecutivo de la Unicef, Anthony Lake, quien pidió emprender acciones urgentes.
“No podemos permitir que las asombrosas cifras nos paralicen, deben obligarnos a actuar”, señaló Lake, citado por Xinhua.
Las nuevas cifras fueron dadas a conocer junto con la primera Cumbre de la Niña, organizada de forma conjunta en Londres por la Unicef y el gobierno de Reino Unido con la finalidad de obtener apoyo para lograr avances más rápidos en la eliminación de la ablación y del matrimonio infantil.
De acuerdo con la Unicef, la mutilación genital femenina no tiene beneficios para la salud, causa severo dolor y tiene consecuencias de salud inmediatas y de largo plazo, incluyendo sangrado prolongado, infecciones, esterilidad y muerte.
Mientras, el matrimonio infantil puede conducir a una vida de desventaja y privaciones.
Las niñas que se casan antes de cumplir 18 años tienen menos probabilidades de continuar estudiando y más probabilidades de ser víctimas de la violencia doméstica.
Las adolescentes tienen más probabilidades de morir por complicaciones durante el embarazo y el parto que las mujeres de entre 20 y 30 años y es más probable que sus hijos nazcan muertos o que mueran en su primer mes de vida.
“La mutilación genital femenina y el matrimonio infantil dañan de manera profunda y permanente a las niñas, negándoles el derecho de tomar sus propias decisiones y de lograr todo su potencial. Van en detrimento de las propias niñas, sus familias y sus sociedades”, agregó Lake.
“Las niñas no son propiedad. Tienen el derecho de determinar su destino. Cuando lo hacen, todos se benefician”, añadió Lake.
Según datos de Unicef, más del 80 % de las niñas y mujeres de entre 19 y 45 años han sido sujetas a la mutilación genital en países como Egipto, Sudán, Eritrea, Mali, Guinea y Sierra Leona. Entre el 51 % y el 80 % en Mauritania, Liberia, Burkina Faso y Etiopía. Del 26 % al 50 % en Senegal, Costa de Marfil, Chad y Kenia. Y menos del 26 % en Nigeria, República Centroafricana y Yemen.
LA PRESIÓN CULTURAL
Según un reporte al respecto de BBC Mundo, en muchos lugares donde se realiza la ablación no hay ninguna ley que lo prohíba, o si existe, no está implementada. Esta práctica está profundamente arraigada en muchas culturas y podría tomar mucho tiempo cambiar eso.
La mutilación genital femenina incluye cualquier procedimiento que altera o daña los órganos genitales por motivos no médicos.
En su forma más grave, después de la eliminación del clítoris, los genitales se cortan y se cosen para que la mujer no pueda tener o disfrutar del sexo.
Además, se inserta una pequeña pieza de madera o caña para dejar una apertura para el necesario flujo de orina y de sangre menstrual cuando sea mayor de edad.
Cuando esté lista para tener relaciones sexuales o quedarse embarazada se le quitarán las costuras y se vuelve a coser de nuevo para que siga siendo “higiénica, casta y fiel”, según las creencias populares.
En las sociedades donde la ablación es común una mujer puede avergonzar a su familia y a sí misma si no se somete a ella.
Muy a menudo el procedimiento lo realizan aquellos que se dedican a la circuncisión o predicadores tradicionales, utilizando toscas herramientas que haya disponible, tales como pinchos, vidrio roto o cuchillas de afeitar, y sin anestesia.
El dolor forma parte de este ritual centenario, sirve para demostrar que la mujer es fuerte y lo puede soportar. También se suelen insertar materias corrosivas en la vagina para favorecer la cicatrización.