Esto nos toca mas de cerca y no lo vemos, las autoridades de Córdoba usaron el Ice Bucket Challenge solo para figurar pero no ayudan en nada, demostremos a dichas autoridades que sin aparecer en las redes ayudamos a personas a que tengan una mejor vida. ¡LES HABLO A VOS MESTRE y a DE LA SOTA!
Marcos desafía a las autoridades en su lucha contra la ELA
Se trata de un joven de 31 años, vecino de barrio Policial Anexo, que necesita con urgencia un generador eléctrico para su respirador artificial y cobertura médica para hacer frente a la esclerosis lateral amiotrófica que sufre desde 2008.

Después del “boom mediático” que se generó en torno a la campaña del baldazo de agua fría para luchar contra la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y al que entre otras personalidades se sumó el intendente Ramón Mestre, un joven cordobés de 31 años que sufre las consecuencias de la enfermedad en carne propia desafía a las autoridades a ayudarlo.
Se trata de Marcos Caliba, un vecino de barrio Policial Anexo a quien en 2008 le detectaron este trastorno degenerativo neuromuscular, que se origina cuando las células del sistema nervioso (motoneuronas) disminuyen gradualmente su funcionamiento y mueren provocando una parálisis muscular progresiva.
“Primero se le inmovilizaron las manos, después fueron los pies hasta que ya no pudo caminar”, relató a LA MAÑANA su mujer Priscila (21), quien a base de amor y dedicación cuida cada detalle en pos de garantizarle una mejor calidad de vida.
“Hace un mes le hicieron una traqueotomía, le colocaron un botón gástrico y lo conectaron a un respirador”, agregó convencida de que “la fuerza que recibe de la familia y sus ganas de vivir” son lo que hoy mantienen despierto a Marcos. “Creemos en Dios, dicen que la fe es lo último que se pierde pero no alcanza, necesitamos la ayuda concreta de las autoridades”, reclamó.
“Hachita”, como lo llaman sus amigos, requiere de forma urgente un generador eléctrico para asegurar el funcionamiento permanente del respirador artificial; un tubo de oxígeno; filtros unificadores y antibacterianos (cada uno cuesta 50 pesos y Marcos usa entre dos y tres por día) que conectan el respirador con la traqueotomía y evitan que pase la humedad y todo tipo de material descartable como sondas, guantes y sueros.
“Con el calor empiezan los cortes de luz y el respirador tiene una vida útil de cinco horas, después de eso puede pasar lo peor”, dijo su mamá Norma, una empleada doméstica cuyos ingresos no le permiten costear todos los gastos que demanda el tratamiento.
“Es fundamental tener una obra social y una cobertura de enfermería para cuidados especiales, porque si surge una urgencia no sabemos qué hacer. Basta de paliativos”, insistió a su vez Priscila, quien reconoció que si bien el desafío #IceBucketChallenge “sirvió para que la gente común se enterara de qué se trata la enfermedad, el balde de agua fría no cura ni ayuda a mejorar la calidad de vida de las personas, hace falta colaborar en serio ”.
En este contexto, el papá de Marcos llamó a las autoridades municipales, provinciales y nacionales a dar una “rápida solución”. “Hoy veía que se presentó el primer satélite argentino y yo pensaba cómo me hubiera gustado que parte de ese dinero se destinara a combatir la ELA”, reflexionó Omar con los ojos nublados por las lágrimas.
Cómo ayudar. Quienes deseen brindar una ayuda económica o donar parte del instrumental médico que se necesita pueden llamar al (03543) 409835 o al (0351) 157682115.