Qué significa ser un hotel verde y por qué es importante para la sostenibilidad de la industria turística.
El turismo debe ser económicamente viable; debe contribuir con el enriquecimiento cultural de propios y visitantes; y debe proteger y conservar el ambiente en que se desarrolla, porque de él depende. Foto: Bahia Brava Villa La Angostura
El turismo constituye una importante fuerza socioeconómica en el mundo. Reportes de la OMT dejan ver la rápida evolución de la industria turística, que en 2013 representaba el 9% del PIB mundial, 6% del comercio internacional, 6% de las exportaciones de los países menos desarrollados, y genera 1 de cada 11 empleos en el mundo (OMT, 2014). Y se prevé que las llegadas de turistas internacionales por año continúen en aumento, hasta alcanzar los 1800 millones en 2030, con los consiguientes impactos en el desarrollo económico y social de los países anfitriones.
Estas tendencias y pronósticos indican que el turismo continúa en expansión. Si bien este comportamiento trae consigo oportunidades para el desarrollo económico y la mitigación de la pobreza, también ha comenzado a dejar huellas en el ambiente, especialmente en lugares con escasa intervención humana.
El transporte, la infraestructura hotelera y el uso intensivo de áreas naturales generan impactos y presiones sobre el medio ambiente, como contaminación del aire y del agua, alta generación de residuos, pérdida de biodiversidad y agotamiento de recursos. Por el lado de las comunidades, puede poner en riesgo la conservación de las tradiciones y el patrimonio histórico de los lugares. Todo esto, si la actividad turística se realiza de forma desordenada y sin control.
Pero la relación entre turismo y medio ambiente puede ser armónica. La actividad turística responsable puede generar desarrollo local, crear empleos, dinamizar la economía, valorizar los recursos naturales y culturales, y sensibilizar a los visitantes sobre la importancia de la conservación de la calidad ambiental. Además, la disponibilidad de recursos y la preservación de los atractivos locales posibilitan la sostenibilidad de la industria turística, lo que significa que debería ser una relación de mutuo beneficio.
Turismo sustentable:
El turismo sustentable no es un tipo de turismo, sino un objetivo fundamental al que deben tender todos los tipos de turismo: cultural, deportivo, de sol y playa, rural, ecoturismo, de naturaleza, de negocios, etc. El objetivo del turismo es permanecer en el tiempo, necesitando para ello mantener su rentabilidad, protegiendo los recursos naturales que lo sostienen y respetando e involucrando a la población. Es decir, aplicando al desarrollo turístico las tres dimensiones de la sustentabilidad: economía, sociedad y medio ambiente.
Hacer el turismo más sustentable significa tener en cuenta las repercusiones actuales y futuras económicas, sociales y medioambientales de la industria en el entorno, en la planificación, desarrollo y operación. Es un proceso de trabajo permanente y mejora continua, que implica tanto al turismo urbano como al de áreas rurales y naturales.
Hacia una hotelería sustentable:
Los hoteles pueden ser lugares donde hay un consumo exagerado de agua y energía, y donde pueden generarse grandes cantidades de residuos. Esto genera no solo impactos ambientales, sino también altos costos de operación. Transformarse en un hotel responsable o sustentable (o “verde”, como también se les llama), significa implementar iniciativas ambientales y sociales que generarán, además de los beneficios en el medio ambiente y la comunidad, otros efectos como aumento de la competitividad, lealtad de clientes, permanencia del personal, diferenciación y reconocimiento en el mercado, cumplimiento de requisitos legales, manejo de riesgos y mejora de la imagen corporativa.
Foto: Llao Llao – Bariloche
Ya sea por escasez de recursos, por estar localizados en áreas naturales, por cumplir reglamentaciones, por reducción de costos o por convicción, numerosos hoteles del mundo han optado por iniciar el camino hacia la sustentabilidad, usando diferentes herramientas y estrategias innovadoras que están transformando a todo el sector. Está claro que ser verde no es moda, sino que es una visión de negocio que se instala cada vez con más fuerza en el mercado.
Llegará el día en que ser sustentable dejará de ser una opción, y será la forma habitual de construir y operar emprendimientos hoteleros.
Fuente: http://www.redsustentable.org

El turismo debe ser económicamente viable; debe contribuir con el enriquecimiento cultural de propios y visitantes; y debe proteger y conservar el ambiente en que se desarrolla, porque de él depende. Foto: Bahia Brava Villa La Angostura
El turismo constituye una importante fuerza socioeconómica en el mundo. Reportes de la OMT dejan ver la rápida evolución de la industria turística, que en 2013 representaba el 9% del PIB mundial, 6% del comercio internacional, 6% de las exportaciones de los países menos desarrollados, y genera 1 de cada 11 empleos en el mundo (OMT, 2014). Y se prevé que las llegadas de turistas internacionales por año continúen en aumento, hasta alcanzar los 1800 millones en 2030, con los consiguientes impactos en el desarrollo económico y social de los países anfitriones.
Estas tendencias y pronósticos indican que el turismo continúa en expansión. Si bien este comportamiento trae consigo oportunidades para el desarrollo económico y la mitigación de la pobreza, también ha comenzado a dejar huellas en el ambiente, especialmente en lugares con escasa intervención humana.
El transporte, la infraestructura hotelera y el uso intensivo de áreas naturales generan impactos y presiones sobre el medio ambiente, como contaminación del aire y del agua, alta generación de residuos, pérdida de biodiversidad y agotamiento de recursos. Por el lado de las comunidades, puede poner en riesgo la conservación de las tradiciones y el patrimonio histórico de los lugares. Todo esto, si la actividad turística se realiza de forma desordenada y sin control.
Pero la relación entre turismo y medio ambiente puede ser armónica. La actividad turística responsable puede generar desarrollo local, crear empleos, dinamizar la economía, valorizar los recursos naturales y culturales, y sensibilizar a los visitantes sobre la importancia de la conservación de la calidad ambiental. Además, la disponibilidad de recursos y la preservación de los atractivos locales posibilitan la sostenibilidad de la industria turística, lo que significa que debería ser una relación de mutuo beneficio.
Turismo sustentable:
El turismo sustentable no es un tipo de turismo, sino un objetivo fundamental al que deben tender todos los tipos de turismo: cultural, deportivo, de sol y playa, rural, ecoturismo, de naturaleza, de negocios, etc. El objetivo del turismo es permanecer en el tiempo, necesitando para ello mantener su rentabilidad, protegiendo los recursos naturales que lo sostienen y respetando e involucrando a la población. Es decir, aplicando al desarrollo turístico las tres dimensiones de la sustentabilidad: economía, sociedad y medio ambiente.
Hacer el turismo más sustentable significa tener en cuenta las repercusiones actuales y futuras económicas, sociales y medioambientales de la industria en el entorno, en la planificación, desarrollo y operación. Es un proceso de trabajo permanente y mejora continua, que implica tanto al turismo urbano como al de áreas rurales y naturales.
Hacia una hotelería sustentable:
Los hoteles pueden ser lugares donde hay un consumo exagerado de agua y energía, y donde pueden generarse grandes cantidades de residuos. Esto genera no solo impactos ambientales, sino también altos costos de operación. Transformarse en un hotel responsable o sustentable (o “verde”, como también se les llama), significa implementar iniciativas ambientales y sociales que generarán, además de los beneficios en el medio ambiente y la comunidad, otros efectos como aumento de la competitividad, lealtad de clientes, permanencia del personal, diferenciación y reconocimiento en el mercado, cumplimiento de requisitos legales, manejo de riesgos y mejora de la imagen corporativa.

Foto: Llao Llao – Bariloche
Ya sea por escasez de recursos, por estar localizados en áreas naturales, por cumplir reglamentaciones, por reducción de costos o por convicción, numerosos hoteles del mundo han optado por iniciar el camino hacia la sustentabilidad, usando diferentes herramientas y estrategias innovadoras que están transformando a todo el sector. Está claro que ser verde no es moda, sino que es una visión de negocio que se instala cada vez con más fuerza en el mercado.
Llegará el día en que ser sustentable dejará de ser una opción, y será la forma habitual de construir y operar emprendimientos hoteleros.
Fuente: http://www.redsustentable.org