
5. Días de Gloria (1978) de Terrence Malick
Título Original: "Days of Heaven" | País: EE.UU | Duración: 94 minutos | Ficha en IMDB
Días de Gloria es la historia de Bill (Richard Gere), un obrero de Chicago que a principios del siglo veinte tras asesinar a su jefe en una fábrica huye al campo con su novia Abby (Brooke Adams) y su hermana pequeña. Allí trabajará para un terrateniente (Sam Shepard) que padece una grave enfermedad y que Bill intentará convertir en el marido de su enamorada para recibir la inminente herencia.
Camuflada en el guión y eclipsada por la belleza de los paisajes campestres captados magistralmente por el director de fotografía Néstor Almendros que dota a la película de un valor artístico añadido, yace la dura realidad de cientos de familias que viven a la intemperie, trabajan de sol a sol por un sueldo incierto y disfrutan con gran entusiasmo del banquete final tras la cosecha, solo para al día siguiente y aún con resaca y dolor de cabeza, emprender el viaje hacia otras latitudes donde comience alguna otra temporada de trabajo.
La estructura de la película es súper hollywoodense, con tres actos bien definidos y secuencias dramáticas de gran acierto técnico que junto a la fotografía previamente mencionada hacen del filme una experiencia visual y artística muy rica que retrata la vida de los trabajadores de campo… ¿En la antigüedad?
La realidad es que no, puesto que esto sucede hoy mismo en distintos lugares del Mundo. De hecho, en mi año en Nueva Zelanda yo mismo fui un podador de uvas y recolector de kiwis junto a otros backpackers tratando de hacerse dinero para recorrer el mundo, pero también junto a familias enteras de hindúes, bangladesíes, butaneses, nepaleses, latinoamericanos y hasta neozelandeses de bajos recursos intentando subsistir. Claro que ahora existe un día libre semanal, se pueden ir a dormir a sus casas y la paga es sustancialmente mejor, pero las duras condiciones de trabajo, la incertidumbre laboral y la razón de ser de dicho trabajo sigue siendo la misma: enriquecer a un patrón que vive en una gran casa para que este no tenga que dejar de disfrutar su vida y su familia.
4. Enredos de Oficina (1999) de Mike Judge
Título Original: "Office Space" | País: EE.UU | Duración: 89 minutos | Ficha en IMDB
Office Space cuenta la historia de Peter Gibbons (Ron Livingston), un empleado de IniTech, una masiva compañía de tecnología en la que se pasa los días intentando trabajar lo menos posible. Junto a sus compañeros Samir, un joven indio que se queja de que nadie pronuncia correctamente su nombre y Michael Bolton, al que le molesta que lo confundan con el cantante, llevarán a cabo una estafa para vengarse de su opresivo jefe y la compañía que no los valora realmente.
La película me parece sumamente completa integrando elementos clásicos de comedia hollywoodense con líneas críticas más profundas hacia el sistema laboral en el que los empleados no son más que números en una planilla, una realidad que todos los que han tenido un trabajo de ocho horas típico han vivido.
Si bien la historia es bastante arquetípica y lineal, los personajes diseñados con trazos caricaturescos (de hecho, la película está basada en una serie de dibujos animados corta del director, Mike Judge) dotan de una vitalidad extra al mundo de cubículos de oficina que se nos presenta, siendo Milton, el balbuceante empleado que fue despedido pero que por un error del sistema no fue notificado y sigue trabajando desde el sótano lleno de cucarachas, uno de los más divertidos y trascendentes simbólicamente desde su papel secundario.
Lo único que no me termina de cerrar de esta película es el mensaje final que transmite, de que tedioso y todo, el trabajo asalariado es necesario para nuestra vida y para el sistema y debemos conformarnos con tener algo o alguien que nos espere al terminar el turno para hacer los días más llevaderos. Si bien entiendo que esto responde a una necesidad de cerrar el guión de una forma agradable para la industria y menos reaccionaria (no deja de ser una producción de la Fox), hubiese preferido un mensaje más esperanzador haciendo hincapié en que lo importante es encontrar una tarea productiva que no solo sirva para llenar los bolsillos de un patrón impersonal y los nuestros, sino para enriquecer nuestra vida y hacernos crecer como personas.
De todas formas Office Space es una de mis comedias preferidas y valoro su doble funcionalidad siendo una película agradable para todos los públicos, tanto los que disfrutan de un cine más light y fácilmente digerible como para aquellos que prefieren piezas más pensantes y profunda.
3. El Odio (1995) de Mathieu Kassovitz
Título Original: "La Haine" | País: Francia | Duración: 98 minutos | Ficha en IMDB
¿Escuchaste la del tipo que está cayendo de un rascacielos? Mientras cae piso a piso se repite: hasta ahora todo bien, hasta ahora todo bien, hasta ahora todo bien. Como caes no es el problema, el problema es el aterrizaje.
El Odio nos mostrará las veinticuatro horas posteriores a una violenta manifestación en París en la que la policía deja al borde de la muerte al Abdel, un joven de origen argelino, a través de las acciones de tres personajes de los suburbios que han crecido bajo la discriminación racial y la segregación en la capital francesa: Said, un árabe, Humbert, un africano, y Vinz, un judío. Este último, interpretado por Vincent Casell, encuentra un revolver y promete asesinar un policía si finalmente Abdel muere.
Kassovitz decide rodar el filme en blanco y negro para transmitir más gráficamente la gris realidad de los jóvenes de los suburbios de su país – pero no muy distante a la del resto del Mundo-: sin educación, sin trabajo, hacinados en edificios de viviendas iguales y masivos y sin mucho más para hacer que juntarse con sus pares, vagabundear por una ciudad que no los aprecia y enfrentarse a una policía que parece estar ensañada con ellos.
El título responde a la justificación que encuentra Kassovitz para los problemas de un sistema en caída, como refleja en el cuento que Vinz relata al comienzo de la película, y que está presente en todos los estratos de la sociedad por igual, siendo el motor que guía el accionar de las distintas partes del filme.
El Odio es uno de mis filmes preferidos de todos los tiempos por tratar con gran tino y profundidad el delicado tema de la violencia en la sociedad, pero sin perder la dinámica narrativa ni la calidad artística requerida para lograr una obra atrapante.
2. Poder Que Mata (1974) de Sidney Lumet
Título Original: "Network" | País: EE.UU | Duración: 121 minutos | Ficha en IMDB
Sabemos que las cosas están mal. Peor que mal. Es una locura. Todo por todas partes es una locura, por eso ya no salimos. Nos sentamos en casa. Poco a poco el mundo en que vivimos se empequeñece. Todo lo que decimos es: "Por favor. Al menos déjennos en paz en nuestra casa. Quiero tener mi tostador, mi televisor, mis neumáticos con bandas de acero. No diré nada. Sólo déjennos en paz". ¡No los voy a dejar en paz.! ¡Quiero que se enojen! No quiero protestas ni disturbios. No le escriban a su congresista. No sé qué decirles que le escriban. No sé qué hacer sobre la depresión, la inflación... Ios rusos, el crimen en las calles. ¡Todo lo que sé es que primero tienen que enojarse! Tienen que decir: "¡Soy un ser humano, maldita sea! ¡Mi vida tiene valor!"
Poder Que Mata nos mostrará el mundo de la televisión desde adentro a través de la historia de Howard Beale (Peter Finch), un presentador de noticias en la recta final de su carrera que tras recibir la noticia de que le quedan dos semanas en el canal debido a bajos ratings, anuncia en uno de sus últimos programas que se suicidará en vivo la próxima semana. Su amigo y colega Max Schumacher (William Holden) convence a los directivos del canal que le den una oportunidad de redimirse y cuando lo ponen al aire de nuevo Beale realiza un profundo discurso en contra del sistema que parece encantar a la gente y le da una nueva oportunidad en la cadena.
Sidney Lumet nos presenta una dura crítica al mundo del espectáculo y a la televisión, presentando a toda dicha industria como violenta y dirigida por motivos puramente comerciales sin tener consideración por sus contenidos o el impacto que los mismos generen en el público. Algo que parece evidente al día de hoy, representó una valiente transgresión a mediados de los setenta, cuando la gente no parecía cuestionarse ciertos temas del status quo como el poder de los medios en la sociedad.
Si bien la película se pierde en algunos momentos en rimbombantes discursos y una trama amorosa que no aporta mucho al hilo conductor principal, no deja de ser una pieza clave para entender el Mundo en el que vivimos, que mostró la irresponsabilidad y el verdadero motor de acción detrás de los grandes medios de comunicación masivos presentando a sus directivos como ambiciosos peces gordos a los que solo les importa el rating (y por consecuencia, el dinero) y están dispuestos a hacer lo que sea (LO QUE SEA, como queda en evidencia al final del filme) a cambio de mayor popularidad.
Pero lo más importante de la película a mi entender no es la crítica que hace al mundo de la televisión, sino la crítica al sistema a través de los discursos de Beale (sobretodo el primero, una joyita reaccionaria en celuloide). Cuando terminé de verla por primera vez hace relativamente poco, debo confesar que me embargó una sensación de angustia puesto que cometí el grave error de pensar - como casi todos los jóvenes de todas las épocas – que el Mundo está cambiando y que la gente está tomando conciencia de la realidad del sistema en el que vivimos, haciendo algo por revertir las injusticias sociales. Sin embargo, me di cuenta al ver este filme que lo que era un pensamiento revolucionario hace treinta y ocho años sigue siendo algo alternativo y reaccionario al día de hoy, lo que significa que nada ha cambiado en el Mundo como representa el primer discurso de Beale que nos relata una realidad prácticamente idéntica a la de hoy en día. Espero que lo que si haya cambiado desde esa época hasta ahora es que la proporción de la población que piensa distinto y entiende que el sistema en el que vivimos está mal sea cada vez más grande y tenga una tendencia creciente.
1. El Club de la Pelea (1999) de David Fincher
Título Original: "Fight Club" | País: EE.UU | Duración: 139 minutos | Ficha en IMDB
La publicidad nos hace desear coches y ropas, tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos. Somos los hijos malditos de la historia, desarraigados y sin objetivos. No hemos sufrido una gran guerra, ni una depresión. Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es nuestra vida. Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seriamos millonarios, dioses del cine o estrellas del rock, pero no lo seremos y poco a poco lo entendemos, lo que hace que estemos muy enojados...
El narrador del filme (Edward Norton) es un perfecto empleado moderno que sufre de insomnio y pese a seguir el manual de reglas del consumismo al pie de la letra no parece ser feliz con su vida lo cual lo lleva a frecuentar grupos de ayuda emocional por consejo de su médico para “ver sufrimiento verdadero”. Tras volver de un viaje de negocios encuentra su apartamento en llamas y tras ver como su antigua vida se reduce a cenizas decide llamar a un vendedor de jabón que conoció en el avión llamado Tyler Durden (Brad Pitt) con el cual se encuentra más tarde en un bar y casi sin darse cuenta, darán comienzo a un violento fenómeno llamado el Club de la Pelea, que no tardará en propagarse por todo el Mundo y mutar lentamente hacia algo mucho más peligroso…
La película avanza sobre el contraste entre el personaje de Tyler Durden, un anarquista guerrillero moderno, anti consumista y poseedor de una energía social, creativa y destructiva potenciadas por su excentricismo y confianza en sí mismo, y el personaje del Narrador, del cual nunca sabemos su nombre (en una sugerencia del director de que puede ser cualquiera de nosotros): una oveja del sistema que creó su mundo en base a bienes materiales y que cuando estos se consumen en el fuego debe rearmar su vida desde cero. Este juego de claroscuros no es nada más que la dualidad de todo ser humano y representa el frágil equilibrio de la vida de la mayoría de nosotros, atrapados entre nuestro deseo de libertad y realización personal y nuestro trabajo de ocho horas y la necesidad de encajar en los moldes que el sistema y la gente tiene preparados para nosotros.
La obra de Fincher es tan transgresora como violenta y directa, un durísimo piñazo en la cara de la sociedad del nuevo milenio que lentamente comienza a despertarse del sueño capitalista de la casa, el auto y las vacaciones anuales gracias a la avanzada del internet y la entrada en la era de la información. Si bien tiene un estilo moderno y vertiginoso guarda ciertos tintes de film noir, siendo la más visible la presencia de la femme fatale, Marla Singer (Helena Bonham Carter).
El Club de la Pelea es para mí una pieza cultural clave de la era contemporánea que sirvió para sembrar conciencia e inspiró los movimientos sociales que vemos hoy en día como Los Indignados españoles o el Ocupy Wall Street estadounidense. El tiempo la terminará de colocar en su lugar.
Extra. Zeitgeist: Addendum (2008) de Peter Joseph
Título Original: "Zeitgeist: Addendum" | País: EE.UU | Duración: 123 minutos | Ficha en IMDB
La razón por la que incluyo esta pieza como extra y no como la número uno es que es un documental, y carece de valor artístico o estilístico añadido.
Peter Joseph no sugiere nada, no es su estilo, es un documentalista y no un artista; simplemente nos grita la verdad en la cara, haciendo imposible mantenerse indiferente o pasivo ante la información que presenta.
Si bien Addendum es la segunda parte de la trilogía, la considero la pieza clave de la misma por explicar desde cero y muy gráficamente la realidad del sistema actual, regido por la economía y no por la política.
Cuando vi Addendum por primera vez, al final de la primer parte en la que nos presenta como esclavos, sentí más miedo que viendo un filme de terror o de suspenso porque esto era real, y lo estaba viviendo en ese mismo instante.
Es indudablemente una obra de cabecera que me gusta presentársela a todos aquellos que percibo inconformes con el sistema y que creo tienen la apertura mental y el coraje suficiente para recibir una información que los sacará de la zona de confort y sembrará una semilla de duda en su cabeza. Si considerás que reunís dichas características, podés ver Zeitgeist: Addendum totalmente gratis y con subtítulos en español haciendo click aquí.