Muchos de estos efectos sonoros han cumplido ya el medio siglo de antigüedad, y se han repetido tantas veces en tantas películas que los fans (que son más numerosos de lo que parece) no sólo los identifican cuando aparecen en un filme, sino que les han puesto apodos cariñosos, mucho más descriptivos que esos nombres originales consistentes en una descripción y un número de serie. Quédate con ellos y ábrete de orejas: la próxima vez que te sientes frente a una pantalla, seguro que los reconocerás.
Wilhelm Scream
Creado en… 1956, para la película Tambores lejanos.
Ha sonado en… Batman, Batman vuelve, Aladdin, Toy Story, El quinto elemento, Piratas del Caribe y secuelas, Gremlins, Kill Bill, Padre de familia…
¿Cómo se hizo? Se trata de un conjunto de seis gritos grabados por separado y panoramizados para llenar el campo estéreo. El nombre del actor que se desgañitó para hacerlos posibles no ha pasado a la historia, aunque los expertos señalan al cantante Sheb Woolley, que redondeaba sus ingresos en el campo de los efectos de sonido.
Su historia: En Tambores lejanos, el ‘Wilhelm Scream’ sonaba por primera vez cuando uno de los soldados protagonistas era mordido por un caimán, además de en otras escenas de acción. Al tratarse de una grabación verosímil y bien definida, se convirtió en una de las estrellas del archivo de efectos sonoros de la Warner Bros. durante los 50, cayendo en el olvido durante las décadas posteriores… Hasta que, de 1977 en adelante, el ingeniero Ben Burrt lo puso de moda al emplearlo para las películas de Star Wars e Indiana Jones. Actualmente, sus máximos valedores son Peter Jackson (puedes escuchar el Wilhelm Scream en la trilogía El Señor de los anillos) y Quentin Tarantino, que lleva empleándolo desde Reservoir Dogs
Castle Thunder
Creado en… 1931, para la película El doctor Frankenstein.
Ha sonado en… Ciudadano Kane, Cleopatra, Regreso al futuro, Cazafantasmas, Golpe en la Pequeña China, Conan el bárbaro, La jungla 3…
¿Cómo se hizo? No se sabe. Puede que se trate de una grabación de campo o (lo más probable) de la vibración de una plancha metálica. Lo único seguro es que se grabó en cinta óptica, no magnética, y que ha sido copiado y editado tantas veces que su calidad es más que cuestionable. Lo cual, claro, forma parte de su leyenda…
Su historia: “Es un sonido estúpido y sobreutilizado, pero basta con oírlo para pensar en una casa embrujada”, dijo sobre el ‘Castle Thunder’ el ingeniero de sonido Frank Mangini. Y tiene razón, porque este es el efecto de sonido más usado de la historia del cine. Hace 81 años que James Whale lo empleó para presentarnos cierto castillo en Transilvania, y ha sonado desde entonces en al menos una película por año. Además de para ambientar tormentas (en Hill Valley, por ejemplo) y de aparecer en infinidad de trabajos de animación (su sonido era un clásico de Scooby Doo, por ejemplo), este trueno tiene otra ventaja: está tan distorsionado y tiene tantas oscilaciones de frecuencia que, acelerándolo, frenándolo o modificándolo de diversas maneras puedes obtener sonidos como la deceleración del Enterprise en Star Trek o la propulsión de los Ala-X en Star Wars.
Howie Scream
Creado en… 1980, para la película The Ninth Configuration.
Ha sonado en… Pánico nuclear, Batman Forever, Asesinos natos, El último gran héroe, La jungla de cristal y en general en todas las películas en las que alguien cae desde un precipicio.
¿Cómo se hizo? Es fácil de suponer: un actor de doblaje (cuyo nombre, lástima, no ha trascendido) se deja las cuerdas vocales, y el ingeniero de turno aplica ecualización y una curva descendente de volumen.
Su historia: Conocido oficialmente con el largo (y soso) nombre de “Grito humano nº 3: alarido con caída” y perteneciente a la librería de efectos Hollywood Edge, este sonido tan desgarrador se ha ganado los apodos cariñosos de Youraaaagh (por razones obvias) y ‘Howie Scream’ por la escena en la que el actor Howie Long se despeña en Pánico nuclear. En tan solo 24 años se ha convertido en un hermano pequeño del Wilhelm Scream, y no sólo por sus apariciones en cine: resulta tan exagerado que sólo hace falta un punto de mala leche para convertirlo en un efecto cómico, y además LucasFilm empleó una variedad distorsionada para los sonidos de los cazas TIE en sus películas y juegos, de El Imperio contraataca en adelante.
Deep Note (o ‘el ruido de THX’)
Creado en… 1983, para la presentación del sistema de sonido de LucasFilm.
Ha sonado en… Todas las películas con sistema de sonido THX. ¿Te parece poco?
¿Cómo se hizo? Con sus 30 voces de polifonía y sus tres octavas de desplazamiento, el ‘Deep Note’ hubiese requerido un sintetizador del tamaño de un camión tráiler en 1980. Ahora lo puedes emular desde tu ordenador con un sinte software adecuado, pero en su momento hizo falta un programa de 2.000 líneas de código en lenguaje C, creado por el ingeniero James A. Moorer.
Su historia: Los espectadores que vieron El retorno del Jedi en el año de su estreno no daban crédito a sus oídos: aquel sonido tan espectacular, creado como tarjeta de presentación del sistema estéreo de George Lucas no tenía precedentes en el cine, y sólo podía equipararse a lo logrado por compositores majaras como Iannis Xenakis o Karlheinz Stockhausen a base de años de trabajo y grabaciones multipista. Para obtenerlo, Moorer empleó un armatoste denominado ASP (Audio Signal Processor) y la muestra sampleada de una nota de violonchelo modificada por su programa hasta 250.000 veces. La ‘nota profunda’, que se deja oír 4.000 veces al día en salas de todo el mundo, es una pieza única: el ASP fue desmantelado en 1986. Por lo tanto, estuvo a punto de perderse para siempre cuando Lucasfilm extravió su grabación original, que por fortuna fue recuperada.
Los rayos blaster de ‘Star Wars’
Creado en… 1977, para La guerra de las galaxias
Ha sonado en… Todas las películas y los juegos de la saga galáctica.
¿Cómo se hizo? Para los trabajos más finos, Ben Burrt solía recurrir a su sintetizador ARP 2600, una pequeña maravilla portátil responsable de los blip blops de R2-D2. Pero aquí se arremangó la camisa. Este héroe del diseño sonoro trepó por una torre de radiotransmisión armado con una grabadora y un martillo, con el cual aporreó los cables metálicos amortiguándolos después con su anillo de bodas. ¿Qué pensaría su señora de esto?
Su historia: El sonido de los blaster lleva en nuestra memoria desde que vimos a Darth Vader y sus tropas entrar en una nave espacial, o desde que Han Solo le voló los sesos a Greedo. Jamás ha sido empleado fuera de los trabajos de Lucasfilm, pero su origen es espectacular y nos sirve para homenajear el talento de Burrt, un tipo capaz de obtener el sonido de un sable de luz mezclando el ruido de una TV estropeada y el zumbido de un motor. Todo un ejemplo de la imaginación aplicada al oído.

Wilhelm Scream
Creado en… 1956, para la película Tambores lejanos.
Ha sonado en… Batman, Batman vuelve, Aladdin, Toy Story, El quinto elemento, Piratas del Caribe y secuelas, Gremlins, Kill Bill, Padre de familia…
¿Cómo se hizo? Se trata de un conjunto de seis gritos grabados por separado y panoramizados para llenar el campo estéreo. El nombre del actor que se desgañitó para hacerlos posibles no ha pasado a la historia, aunque los expertos señalan al cantante Sheb Woolley, que redondeaba sus ingresos en el campo de los efectos de sonido.
Su historia: En Tambores lejanos, el ‘Wilhelm Scream’ sonaba por primera vez cuando uno de los soldados protagonistas era mordido por un caimán, además de en otras escenas de acción. Al tratarse de una grabación verosímil y bien definida, se convirtió en una de las estrellas del archivo de efectos sonoros de la Warner Bros. durante los 50, cayendo en el olvido durante las décadas posteriores… Hasta que, de 1977 en adelante, el ingeniero Ben Burrt lo puso de moda al emplearlo para las películas de Star Wars e Indiana Jones. Actualmente, sus máximos valedores son Peter Jackson (puedes escuchar el Wilhelm Scream en la trilogía El Señor de los anillos) y Quentin Tarantino, que lleva empleándolo desde Reservoir Dogs
Castle Thunder
Creado en… 1931, para la película El doctor Frankenstein.
Ha sonado en… Ciudadano Kane, Cleopatra, Regreso al futuro, Cazafantasmas, Golpe en la Pequeña China, Conan el bárbaro, La jungla 3…
¿Cómo se hizo? No se sabe. Puede que se trate de una grabación de campo o (lo más probable) de la vibración de una plancha metálica. Lo único seguro es que se grabó en cinta óptica, no magnética, y que ha sido copiado y editado tantas veces que su calidad es más que cuestionable. Lo cual, claro, forma parte de su leyenda…
Su historia: “Es un sonido estúpido y sobreutilizado, pero basta con oírlo para pensar en una casa embrujada”, dijo sobre el ‘Castle Thunder’ el ingeniero de sonido Frank Mangini. Y tiene razón, porque este es el efecto de sonido más usado de la historia del cine. Hace 81 años que James Whale lo empleó para presentarnos cierto castillo en Transilvania, y ha sonado desde entonces en al menos una película por año. Además de para ambientar tormentas (en Hill Valley, por ejemplo) y de aparecer en infinidad de trabajos de animación (su sonido era un clásico de Scooby Doo, por ejemplo), este trueno tiene otra ventaja: está tan distorsionado y tiene tantas oscilaciones de frecuencia que, acelerándolo, frenándolo o modificándolo de diversas maneras puedes obtener sonidos como la deceleración del Enterprise en Star Trek o la propulsión de los Ala-X en Star Wars.
Howie Scream
Creado en… 1980, para la película The Ninth Configuration.
Ha sonado en… Pánico nuclear, Batman Forever, Asesinos natos, El último gran héroe, La jungla de cristal y en general en todas las películas en las que alguien cae desde un precipicio.
¿Cómo se hizo? Es fácil de suponer: un actor de doblaje (cuyo nombre, lástima, no ha trascendido) se deja las cuerdas vocales, y el ingeniero de turno aplica ecualización y una curva descendente de volumen.
Su historia: Conocido oficialmente con el largo (y soso) nombre de “Grito humano nº 3: alarido con caída” y perteneciente a la librería de efectos Hollywood Edge, este sonido tan desgarrador se ha ganado los apodos cariñosos de Youraaaagh (por razones obvias) y ‘Howie Scream’ por la escena en la que el actor Howie Long se despeña en Pánico nuclear. En tan solo 24 años se ha convertido en un hermano pequeño del Wilhelm Scream, y no sólo por sus apariciones en cine: resulta tan exagerado que sólo hace falta un punto de mala leche para convertirlo en un efecto cómico, y además LucasFilm empleó una variedad distorsionada para los sonidos de los cazas TIE en sus películas y juegos, de El Imperio contraataca en adelante.
Deep Note (o ‘el ruido de THX’)
Creado en… 1983, para la presentación del sistema de sonido de LucasFilm.
Ha sonado en… Todas las películas con sistema de sonido THX. ¿Te parece poco?
¿Cómo se hizo? Con sus 30 voces de polifonía y sus tres octavas de desplazamiento, el ‘Deep Note’ hubiese requerido un sintetizador del tamaño de un camión tráiler en 1980. Ahora lo puedes emular desde tu ordenador con un sinte software adecuado, pero en su momento hizo falta un programa de 2.000 líneas de código en lenguaje C, creado por el ingeniero James A. Moorer.
Su historia: Los espectadores que vieron El retorno del Jedi en el año de su estreno no daban crédito a sus oídos: aquel sonido tan espectacular, creado como tarjeta de presentación del sistema estéreo de George Lucas no tenía precedentes en el cine, y sólo podía equipararse a lo logrado por compositores majaras como Iannis Xenakis o Karlheinz Stockhausen a base de años de trabajo y grabaciones multipista. Para obtenerlo, Moorer empleó un armatoste denominado ASP (Audio Signal Processor) y la muestra sampleada de una nota de violonchelo modificada por su programa hasta 250.000 veces. La ‘nota profunda’, que se deja oír 4.000 veces al día en salas de todo el mundo, es una pieza única: el ASP fue desmantelado en 1986. Por lo tanto, estuvo a punto de perderse para siempre cuando Lucasfilm extravió su grabación original, que por fortuna fue recuperada.
Los rayos blaster de ‘Star Wars’
Creado en… 1977, para La guerra de las galaxias
Ha sonado en… Todas las películas y los juegos de la saga galáctica.
¿Cómo se hizo? Para los trabajos más finos, Ben Burrt solía recurrir a su sintetizador ARP 2600, una pequeña maravilla portátil responsable de los blip blops de R2-D2. Pero aquí se arremangó la camisa. Este héroe del diseño sonoro trepó por una torre de radiotransmisión armado con una grabadora y un martillo, con el cual aporreó los cables metálicos amortiguándolos después con su anillo de bodas. ¿Qué pensaría su señora de esto?
Su historia: El sonido de los blaster lleva en nuestra memoria desde que vimos a Darth Vader y sus tropas entrar en una nave espacial, o desde que Han Solo le voló los sesos a Greedo. Jamás ha sido empleado fuera de los trabajos de Lucasfilm, pero su origen es espectacular y nos sirve para homenajear el talento de Burrt, un tipo capaz de obtener el sonido de un sable de luz mezclando el ruido de una TV estropeada y el zumbido de un motor. Todo un ejemplo de la imaginación aplicada al oído.
