Ayer se produjo por fin y después de mucho anunciarse, un acontecimiento histórico: un F1 volvió a rodar en el Nordschleife, en Nürburgring, 31 años después de que lo hiciese el último F1. Nick Heidfeld recorrió con su BMW de 2006, y por tres veces, los 20.8 kilómetros del circuito ante 45.000 espectadores entregados.
Su BMW tuvo que sufrir un ajuste diferenciador entre los ejes: cuatro centímetros en el delantero y ocho en el trasero. Además, Bridgestone optó por unos neumáticos muy conservadores, nada parecidos a los de gran premio. Heidfeld logró una velocidad punta de 275 km/h en la recta “Döttinger Höhe”, siendo su segunda vuelta la más rápida con 8 minutos y 34 segundos.
Fuente:f1-live.com