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El cristianismo fué la primera revolución cultural para destruir Occidente






Hace 2000 años los revolucionarios judíos emprendieron la destrucción de Roma a través del engaño y la revolución cultural. Nunca pudieron vencer militarmente a los romanos en ninguna de las 3 grandes guerras entre romanos y judíos, los hebreos solamente tuvieron algunas victorias esporádicas, logrando en ocasiones exterminar legiones romanas completas, pero a pesar de su número muy superior las ordas judías nunca pudieron derrotar a un enemigo inferior numéricamente pero superior en cuanto a organización militar se refiera.

Era sobradamente conocido el odio entre griegos vs judíos, egipcios vs judíos y romanos vs judíos. Cada vez que la ocasión era propicia se desataban fuertes conflictos entre esos contendientes, principalmente entre romanos y griegos contra los judíos. El resultado de esos enfrentamientos eran muertes masivas, exterminio de pueblos griegos, destrucción de lugares sagrados griegos, romanos y judíos, así como también se produjeron miles de muertes de judíos. Las sublevaciones judías eran numerosas, en particular estas se producían cuando Roma movilizaba sus legiones fuera de las fronteras romanas, dejando así desguarnecidas las ciudades romanas. Los conflictos eran permanentes, y la autoridad romana con mucha frecuencia apoyaba a sus semejantes, los griegos, en detrimento de las comunidades inasimilables judías. Tales sublevaciones se producían a lo largo y ancho del imperio romano, porque no había rincón donde no se hayan asentado comunidades judías, ya que los judíos eran ciudadanos romanos. Estas sublevaciones terminaban absolutamente siempre siendo castigadas brutalmente, ocasionando grandes pérdidas humanas judías y produciendo la profanación y en última instancia la destrucción de los lugares sagrados judíos. Lo mismo ocurría en sentido inverso, judíos cobrando multitudes de víctimas romanas, griegas y también de otros pueblos romanizados.



Pero la situación comenzó a mejorar gradualmente para los judíos en detrimento de los romanos, a medida que progresaba la infiltración del culto oriental judío en medio de las clases bajas romanas. Este proceso culminó en la destrucción de la cultura de Roma y en una muy larga paz para las comunidades judías asentadas en todo el territorio occidental.

Para derrotar a Roma los judíos se valieron de las masas de desheredados, los enfermos, los sin patria, pobres, criminales, esclavos y ''pecadores''. Esas masas fueron el caldo de cultivo para infiltrar el culto oriental judaico en el seno de Occidente. Costó cerca de 350 años para que el virus oriental infectara todas las capas sociales del imperio romano. Una vez que las clases superiores fueron contaminadas con el culto judeo-cristiano y Constantino oficializara al movimiento revolucionario judeo cristiano como religión de Roma, entonces se comenzó a legislar en contra de los cultos indo-europeos. A partir de allí fué grande la destrucción ocasionada por las ordas judeo-cristianas; destruyeron la mayor parte de la herencia cultural física greco-romana, hoy en día sobreviven unas pocas estatuas dañadas, el resto fué destruido por los judeo-cristianos, así también fueron profanados y destruidos la mayor parte de los templos greco-romanos, sobrevivió relativamente poco material escrito y mucho de él ha llegado a nuestros tiempos en forma adulterada. Poco es lo que se sabe a ciencia cierta de las culturas greco-romanas por culpa de la destrucción de grandes bibliotecas y textos contemporáneos llevada a cabo por los judeo-cristianos. Tampoco faltaron los exterminios masivos de ''paganos'' por órden del cristianizado gobierno romano. Fué ni mas ni menos que el bolchevismo judeo-cristiano exterminado opositores y destruyendo los cimientos de la cultura huesped. Esta historia se volvió a repetir a inicios del siglo 20.



Acerca de la revolución llevada a cabo por el manejo de las masas de escoria social, el nuevo testamento, de autoría judía, nos revela como los predicadores judíos promovían la destrucción a través de las masas embrutecidas. El antiguo testamento no hace mas que reforzar y confirmar la afrenta judía contra el mundo no judío.

Cuando Yahvé vuestro Señor os conduzca a la tierra que debéis heredar, caerán ante vosotros numerosos pueblos… Cuando os los haya entregado en vuestras manos, debéis aplastarlos y destruirlos violentamente; no debéis hacer tratados, ni mostrar piedad con ellos… He aquí como debéis comportaros con estos pueblos: destruiréis sus altares y romperéis sus imágenes y talaréis sus bosques sagrados y quemaréis sus ídolos. Pues sois el pueblo santo para Yahvé vuestro Dios.
(Biblia, Antiguo Testamento, Deuteronomio, 7: 1-7 ).


¿No ha hecho Dios necedad la sabiduría de este mundo?... pues no hay entre vosotros muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles. Antes eligió Dios la necedad del mundo para confundir a los sabios, y eligió Dios la flaqueza del mundo para confundir a los fuertes; y los plebeyos, el desecho del mundo, lo que no es nada, lo eligió Dios para destruir lo que es, para que nadie pueda gloriarse ante Dios.
(Biblia, Nuevo Testamento, Pablo, I Corintios, 1: 20, 21, 26, 27, 28 y 29 ).



Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la Tierra. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán la misericordia.
(Biblia, Nuevo Testamento, Mateo, 5: 1-5 ).




Sobre estos revolucionarios, Celso escribió lo siguiente:

Hay una raza nueva de hombres, nacidos ayer, sin patria ni tradiciones, unidos contra todas las instituciones religiosas y civiles, perseguidos por la justicia, universalmente marcados de infamia, pero que se glorian de la execración común.
(Celso, "Discurso verdadero contra los cristianos" ).



Celso, filósofo romano


… los judíos, amontonados en un rincón de Palestina, que por ignorantes en letras, jamás habían oído que tales cosas habían sido contadas otrora por Hesíodo, y por muchos poetas divinamente inspirados, imaginaron una historia muy creíble y muy grosera. Dios habría fabricado con sus propias manos un hombre, habría soplado sobre él, habría sacado una mujer de sus costillas, les habría dado unos mandamientos, y una serpiente que contra ellos se habría erguido, sobre ellos triunfó: buena fábula para las viejas, narración donde contra toda piedad, se hace de Dios un personaje tan pobre desde el comienzo, que se muestra incapaz de hacerse obedecer por el único hombre que él mismo ha formado.
(Celso, "Discurso verdadero contra los cristianos" ).




Palabras del emperador Adriano:

"Aunque juren convertirse los judios en buenos ciudadanos romanos y adoren a Júpiter y a nuestros demás dioses, matadlos si no queréis que ellos destruyan a Roma o la conquisten por los medios secretos y cobardes que acostumbran a hacerlo".



Emperador Adriano





http://europasoberana.blogspot.com.ar/2013/05/roma-contra-judea-judea-contra-roma-iii.html