Te damos la bienvenida a la comunidad de T!Estás a un paso de acceder al mejor contenido, creado por personas como vos.

O iniciá sesión con
¿No tenés una cuenta?

No estás solo

MERCE ROURA



No estás solo, estás contigo. Es mucho, lo es todo.
No eres lo que se ve, eres todo lo que puedes llegar a alcanzar si no desistes. Eres todo lo que ya está en ti sólo por atreverte a imaginarlo. Cada vez que te mueves, mueves el mundo.
Tienes tus raíces y todo un baúl de sueños por surcar y sentir.
En los días más oscuros, cuando ignoras que brillas, que eres tu propia luz, que no necesitas nada más que confiar para ser tú mismo, algo en ti te dice que sigas, que no te pares…

En los días más dulces, te sientas en un rincón y contemplas la belleza que te rodea para que logre invadirte y entrar en ti…
No hay nada en el mundo que pueda vencerte si estás de tu parte. No hay camino que no puedas recorrer si eres tú quién lleva tus pies. Sólo tienes que entender que no siempre andarás por los caminos que sueñas y que a veces los caminos que sueñas no te llevarán a lo que imaginas… Suelta todas las expectativas y decide vivir lo que la vida te propone, sigue trabajando para conseguir lo que anhelas pero no te aferres a nada, sólo a ti…

Lejos quedan esos días en los que andabas caminos para otros o compartías el tuyo con personas que se comían tu pan y te hacían creer que eras tú quien perdía las migas…
Yo no eres ese que se aferraba a cualquiera para evitar que al llegar la noche, la soledad le oradara el pecho y construyera en él un nido de cuervos.
Ya no eres esa persona que nunca levantaba el dedo para opinar porque sentía que sus opiniones eran absurdas y su voz era demasiado débil para llegar a otros oídos.

Yo no llevas ese escudo para protegerte, ni esa máscara por si no gusta tu cara. No arrastras la manta con la que te cubrías siempre esperando un invierno perenne y suplicando primavera. Ya no dependes de si llueve, de si hace sol o si graniza porque sabes que pase lo que pase cuentas con tu mejor aliado…

No estás solo y no te asusta quedarte solo porque has hecho un pacto con tu sombra y duermes con ella. Conoces todos y cada uno de tus miedos y has besado y abrazado todas y cada una de tus debilidades hasta descubrir lo hermoso que entrañan y aprender a sacarles punta…

Ya no eres el que se sentaba al final para no molestar con su presencia ni el que decía siempre que sí para mendigar amor.
No eres el que durante un tiempo quiso estar siempre perfecto ni el que se cansó y pasó años sin mirarse al espejo porque sentía que no podría alcanzar esa perfección. No lo eres, pero todo lo que aprendiste siendo así está en ti, es tu herencia, tu legado, tu hermoso aprendizaje para seguir.

Ya no haces nada buscando nada que no sea estar mejor y crecer.
El único destino que esperas está en ti.
La única puerta a la que llamas cada día es a la tuya… Y siempre te abres con una sonrisa y te dejas pasar… ¿Recuerdas ese tiempo en que te cerrabas a cal y canto e ignorabas y no querías saber nada de ti?

Ya no eres esa persona que se cambiaba por otras y soñaba con vivir sus vidas y suplicaba no ser, no sentir…
Ya no eres el que saboteaba sus logros y se maltrataba recordando sus errores sin cesar una y otra vez.
Ahora, atesoras cada una de tus equivocaciones y las ves como los peldaños de una escalera que supiste subir.
Y te hablas tan bonito que inventas cada día nuevas palabras para animarte a seguir… Y usas esas palabras para hablar a otros y contarles que pueden, que sigan intentando… Para motivarles a seguir… Y sus risas felices son tus risas y sus «gracias» son el bálsamo maravilloso que cura el cansancio al llegar la noche…
Ya no eres el que se guardaba lo bueno porque temía perder, ahora lo compartes todo y al acabar el día no sabes cómo siempre te queda más…
Has descubierto que la única forma de ser grande es ver la grandeza en otros y compartir la tuya cada día más…

No estás solo nunca. Estás contigo, te cobijas, te esperas, te reconoces, te amas, te haces cosquillas cuando decaes y te cuentas historias llenas de esperanza cuando te vas a dormir.

Te topas con otros que te piden historias e inventas algunas nuevas para repostar un poco de motivación…Porque ya no necesitas mitigar el brillo ajeno para ver el propio y es más… Te sumerges en él y lo celebras… ¡Y gozas de los triunfos ajenos como si fueran tan tuyos que al final lo son!

Y acaban salpicándote de felicidad, de oportunidades, de buenas ideas, de pura magia…
No estás solo. Eres un universo inmenso de semillas que cada día se esparcen y se plantan y mientras caminas vas sembrando a tu paso… Y cuando miras atrás ves un reguero verde, un camino nuevo, un montón de caras que te agradecen el gesto y que a su vez ya son universos inmensos que empiezan a
sembrar… Qué más da que a veces no veas a dónde te lleva el camino, lo verdaderamente importante es ponerse a andar…




No estás solo porque cuando decides sentir y aceptar toda tu grandeza entras en un bucle de vida que no tiene fin…
Porque eres todas y cada una de las personas que habitaron tus días y cuentan tus historias y abren nuevos caminos a su vez… No estás solo si compartes, si das, si asumes lo que eres y aportas tu valor.
No hay nada que pueda evitar tu grandeza, sólo puedes tú, si dejas de creer en ti.