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Las casas construidas en los árboles son pasajes al mundo de la fantasía y también nos sugieren la posibilidad de llevar una vida distinta, que imaginamos maravillosa, mucho más natural. Quienes tienen la suerte de morar en ellas, aunque sea una sóla vez, conocen esa sensación única, la misma que ahora también nos transmiten un sinfín de imágenes de este tipo de viviendas recopiladas en el libro Tree Houses: Fairy Tales Castles in the Air.

A lo largo de sus 352 páginas podemos hacer un increíble viaje por medio mundo, de casa en casa arbórea. Una de ellas es la Canopy Tree House, cerca de Puerto Maldonado, ubicada en la reserva natural peruana de Tambopata. Otras se ubican en bosques japoneses, estadounidenses, con un sabor entre tradicional y futurista que embelesa con sólo al contemplarlas.

Y, en general, puede decirse que cada una de ellas es única y suelen estar realizadas con materiales reciclados, sostenibles, intentando no romper el equilibrio del paisaje, aunque no siempre lo consigan del todo. En su interior, también todas ellas se han diseñado para ofrecer una máxima funcionalidad, confort y sencillez sin renunciar a una atmósfera natural acorde con su misma esencia.

Lugares para soñar

En el libro se las llama máquinas para soñar, y no sólo porque ver las cosas desde arriba da una gran fuerza interior, sino por disparar nuestra imaginación, pues allí arriba es ella la que moldea el espacio. Según explica su autor, Philip Jodidio, los sueños se hacen realidad cuando subimos a la parte superior de un árbol.



Sea o no cierto, de lo que no hay duda es del casi onírico contacto con la naturaleza que nos brindan estas casas. Ya sea mediante techos transparentes o gracias a enormes ventanales y a sus terrazas, su conexión con el exterior las define de uno u otro modo.

Incluso las casas de los árboles que tienen simples ventanucos son lugares completamente integrados en su entorno, que no pueden ni tampoco pretenden evadirse del rumor constante de los árboles, siempre tan vivos, tan rodeados de vida.