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El quinto planeta gigante.


Representación artística del hipotético quinto planeta gaseoso. Al ser expulsado del sistema solar fue condenado a vagar entre las estrellas.

En los últimos años, a raíz de los nuevos descubrimientos, simulaciones e investigaciones realizados acerca del origen y formación del sistema solar, emergió la premisa de que los planetas aparentemente no se formaron en sus posiciones actuales, sino que diversas fuerzas han moldeado la apariencia de nuestro sistema solar hasta llegar a ser como lo es hoy.

Por las comparaciones con los más de 1000 planetas extrasolares descubiertos, se deduce que los procesos de migración planetaria son habituales en las primeras etapas de formación. Ahora, diversos agentes involucrados en el mismo pueden dar lugar a diferentes configuraciones. Una fascinante hipótesis para explicar la actual apariencia de nuestro sistema solar, es la que postula la existencia de un "quinto planeta gaseoso".


El Sistema Solar.

La hipótesis del quinto "gigante gaseoso" es un intento de explicar las aparentes inconsistencias en la formación de nuestro sistema solar. Además de Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno , los teóricos sostienen que hubo una vez un quinto gigante de gas, que fue expulsado del Sistema Solar en su período formativo.

Los astrónomos sostienen que las teorías actuales de formación planetaria no toman en cuenta el desarrollo de Urano y Neptuno. Se afirma que el disco primordial de polvo y gas a partir del cual formó el sistema solar primitivo habría sido demasiado difuso y no puede explicar la ubicación de estos "gigantes de hielo". Una teoría postula que el sistema solar primitivo era más compacto que en la actualidad, y que emigraron a sus posiciones actuales posteriormente. Otra, en cambio, postula que los dos gigantes gaseosos (Júpiter y Saturno) se formaron en el exterior del sistema solar, viajaron hacia el interior, y después se ubicaron en sus posiciones actuales. Sin embargo, ambas teorías tienen en común a un quinto planeta gigante, que se vio expulsado debido a esas variaciones orbitales.

Sin embargo, las simulaciones por ordenador indican que el proceso de la migración debió tener ya desplazados a Urano o Neptuno. De acuerdo con David Nesvorny del Instituto de Investigación del Suroeste en Boulder, Colorado, originalmente había un tercer gigante de hielo entre las órbitas de Saturno y Urano que fue expulsado del Sistema Solar después de un encuentro cercano con Júpiter, cuando este último lo catapultó al espacio interestelar (en algunas de esas simulaciones incluso se predice que ese hipotético gigante haya colisionado con Saturno, originando sus anillos).


Animación que muestra al sistema solar 20 millones de años antes de la ejección del quinto planeta gaseoso, hasta 30 millones de años despues. Los 5 planetas iniciales son mostrados con círculos rojos, los cuerpos pequeños con puntos verdes. Después de que el quinto planeta gaseoso haya sido expulsado, los restantes 4 planetas gaseosos terminan estabilizándose en sus órbitas actuales.


Simulaciones numéricas de las perturbaciones orbitales de los planetas exteriores. El eje horizontal representa el tiempo y el vertical la distancia al Sol en unidades astronómicas. Júpiter es la línea roja, Saturno la verde, Urano la azul marino y Neptuno la violeta. El hipotético quinto planeta exterior es la línea azul celeste.

En 2007, Eric B. Ford (Centro Harvard-Smithsoniano para Astrofísica) y Eustace Chiang (Centro para la Ciencia Planetaria Integral) de la Universidad de California, Berkeley presentaron un documento similar, con el argumento de que la presencia de este objeto hipotético podría superar las dificultades de las teorías existentes sobre la formación planetaria.

Puede que hayan habido más gigantes de hielo en el proceso descrito anteriormente, aunque la reconstrucción de Nesvorny de la presencia de un quinto planeta gigante parece ofrecer las mejores perspectivas para la aparición definitiva de un sistema solar como el nuestro.


Los planetas interiores, los cuales se habrían salvado gracias al "baile" orbital de los planetas gigantes, aunque al costo de explusar a uno de esos gigantes.

Nesvorny sostiene que su hipótesis también puede explicar la supervivencia de los planetas terrestres de nuestro sistema solar: Mercurio, Venus, Tierra y Marte. En este marco, Júpiter pierde momento angular cuando se expulsó al quinto gigante gaseoso del sistema solar, lo que lleva a que Júpiter se aleje de la vecindad del Sol, asegurando la estabilidad y la supervivencia de los planetas interiores y causando turbulencias en el Cinturón de Kuiper y la Nube de Oort cuando dicho planeta gaseoso salía del sistema solar. El paradero de este quinto planeta gigante se desconoce en la actualidad, aunque ya hemos observado que existen planetas vagabundos en el espacio interestelar lejos de otras estrellas.


El quinto planeta gaseoso de nuestro sistema solar, de existir, debería estar vagando por el espacio interestelar (si es que no ha tenido un encuentro aún más desagradable).