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Es de todos nosotros sabido la proliferación de jugadores extranjeros en la Premier League inglesa desde hace algunos años; suceso que, en opinión de muchos, ha afectado considerablemente el rendimiento de la selección nacional de ese país. El último éxito que se recuerda es el título mundial obtenido en 1966, de ahí en fuera, los fracasos han sido constantes, como la eliminación ante Islandia de la pasada Euro.

El último partido importante jugado por un equipo inglés a nivel continental fue la semifinal de la UEFA Champions League entre el Real Madrid y el Manchester City. Los Citizens contaron con el arquero Joe Hart como único jugador inglés en su alineación inicial. Irónicamente, el también arquero de la selección del país de la isla, acaba de ser “cepillado” y enviado al Torino de Italia a raíz de la llegada de Josep Guardiola como nuevo mandamás del equipo azul.

El presente texto no va a tratar de la proliferación de jugadores extranjeros en la que para muchos es considerada la “mejor liga del mundo”, sino de un fenómeno que es hasta curioso, la proliferación de “dueños extranjeros” -la mayoría de reciente llegada- en los distintos clubes de la liga inglesa. Incluso, se destaca la presencia de magnates estadounidenses en algunos de los clubes de “soccer” más importantes.

Actualmente, 14 de los 20 clubes de la Premier League son controlados por inversionistas no ingleses, los cuales han encontrado en el fútbol inglés un potencial importante para añadir a sus distintos activos y portafolios; sea por motivaciones financieras, de imagen, de status o cualquier otra que se nos pueda ocurrir (la Premier es la liga de futbol que más ingresos genera en el mundo y no es casualidad que para esta temporada se esté iniciando un acuerdo por derechos de transmisión por £5.1 bn para los próximos tres años). Únicamente Burnley, Middlesbrough, Stoke City, Tottenham Hotspurs, West Bromwich Albion y West Ham United, se encuentran en manos inglesas. El club galés Swansea City ha sido el último en subirse al tren después de haber sido adquirido en £110 mm por los inversionistas estadounidenses Jason Levien (dueño del DC United de la MLS) y Steve Kaplan (accionista de los Memphis Grizzlies de la NBA).

El equipo cenicienta y actual campeón de la liga, el Leicester City, es controlado por el empresario y billonario tailandés Vichai Srivaddhanaprabha, quien adquiriera al club en el 2010 y donde probablemente, contrario a su expectativa, pudo ya celebrar un título.



CLUBES CON DUEÑOS EXTRANJEROS




ARSENAL



Stan Kroenke, magnate norteamericano, dueño de Kroenke Sports Enterprises (un portafolio de clubes profesionales que incluye a los Denver Nuggets de la NBA, Colorado Avalanche de la NHL, Colorado Rapids de la MLS y los recientemente mudados Los Angeles Rams de la NFL), es el dueño mayoritario de los conocidos Gunners (posición que ocupa desde el 2011. El empresario hizo su fortuna dedicándose principalmente al desarrollo inmobiliario. Además, y por si no fuera suficiente, su esposa es Ann Walton, hija del fundador de una conocida tienda de autoservicio llamada Walmart.

La llegada de Kroenke al cuadro londinense hubiera supuesto el arribo de recursos para competir con los otros clubes billonarios; sin embargo, a pesar de mantenerse siempre en las primeras plazas de la Premier, su último título data del 2004.






CHELSEA



En el 2003, el billonario oligarca ruso Roman Abramovich, adquirió al Chelsea por un valor aproximado de US$233 mm. Desde su llegada al club del oeste de Londres, el magnate tuvo un gran impacto en la historia de la entidad, que tenía varios años de vivir en la irregularidad, por no llamarle mediocridad (no ganaba el título de liga desde 1955). Su llegada implicó fuertes inversiones en jugadores y se trajo al timonel José Mourinho. Los resultados fueron inmediatos para los Blues, consiguiendo las ligas de 2005 y 2006, superando así el amplio dominio ejercido por el Manchester United y el Arsenal en años anteriores.

Es posible que para Roman, el Chelsea, medido como un negocio, no ha representado una inversión positiva; el club, casi todos los años desde su gestión, ha tenido pérdidas, sin embargo, Abrahimovic se ha encargado de capitalizar la sustancial deuda para liberarlo de cualquier entredicho financiero. En una entrevista que le hicieron al dueño, le preguntaron que si había comprado la entidad como negocio, a lo que respondió, con una carcajada, que no, que el objetivo era divertirse ganando títulos.

Sus razones iban más allá de engordar su cartera. El sillón presidencial elevó considerablemente su perfil y lo puso en los ojos del mundo. El billonario, también conocido por su gusto por los yates, ha hecho una gran labor de imagen pública gracias al club londinense.






MANCHESTER UNITED




En 2005, el empresario norteamericano y también dueño de los Tampa Bay Bucanners de la NFL y de First Allied Corporation (compañía especializada en la propiedad, manejo y operación de un sinfín de propiedades) Malcolm Glazer, sorprendió al mundo al adquirir el Manchester United, club de futbol que más ingresos generaba en esos momentos. Sin ningún tipo de afiliación por los conocidos Red Devils, Glazer adquirió el club al des listarlo de la bolsa de valores por la cantidad de £790 mm, de los cuales £525 fueron financiados con deuda. La entonces apalancada transacción generó enojo en los aficionados.

Mientras tanto, y con la gestión de Sir Alex Ferguson, los éxitos deportivos y por ende financieros, siguieron. Sin embargo, parte importante del efectivo generado por el club iba para el pago de los altos intereses correspondientes a la deuda levantada para la transacción.

No queda duda que como gestión deportiva y por ende financiera (al menos en el top line), la gestión de la familia Glazer, ha sido un éxito (Malcolm murió en 2014, quedando sus hijos como responsables). No obstante, con el retiro de Sir Alex Ferguson, han venido complicaciones en el ámbito deportivo, que, por ende, han tenido reducciones en los ingresos (aquellos dependientes del éxito deportivo como la no calificación a la Champions League).

Con la reciente llegada de refuerzos como Pogba e Ibrahimovic en el campo y con Mourinho como entrenador, se espera que el club regrese a las altas instancias de la Premier y de Europa.






MANCHESTER CITY



Los Citizens, o el “otro equipo” de Manchester, llevaban varios años navegando en la mediocridad y batallando por salir de las zonas de descenso, e incluso, tratando de ascender a la primera división inglesa. Pero todo cambió en 2008, cuando el Abu Dhabi United Group, de la mano del Sheik Mansour Bin Zayed Al Nahyan, adquirió el club en aproximadamente £210 mm de las manos del ex Primer ministro tailandés, Thaksin Shinawatra, quien había llegado un año antes con grandes promesas y se fue con acusaciones de corrupción.

De la mano del Sheik Mansour, llegaron inversiones estratosféricas (se estiman en alrededor de US$1 bn) para la compra de jugadores superestrellas. De esta manera, el equipo que había navegado bajo la sobre del ManU, pasó a los primeros planos del fútbol inglés, alcanzando su máximo punto en el 2012, cuando consiguieron el título de liga, algo que no pasaba desde 1968. Este año, con la llegada de Pep Guardiola, el Sheik espera que el ex técnico del Barcelona y del Bayern Munich, los lleve a ganar la UEFA Champions League.

Manchester City se ha convertido en una plataforma más para expandir el branding de los Emiratos Árabes a otras partes del mundo, lo cual ha conllevado a inversiones en el New York City FC de la MLS (en alianza con los NY Yankees de la MLB), así como la adquisición del Melbourne City de liga australiana.

Finalmente, y por si no fuera suficiente, a finales del 2015, el club vendió el 13% de participación a un consorcio de inversionistas chinos, la cual responde a una oportunidad de incrementar la popularidad del club en el continente asiático.






LIVERPOOL



El billonario norteamericano John W. Henry (quien en el 2002 adquirió a los Boston Red Sox por US$380 mm y dos años después, en el 2004, los llevó al título después de 84 años de sequía, rompiendo así la famosa maldición del bambino), ingresó al mundo del soccer inglés al adquirir al icónico club de la ciudad portuaria de Liverpool en el 2010 por £300 mm. En ese entonces el club estaba en manos de los también norteamericanos Tom Hicks y George Gillett, quienes habían adquirido a los conocidos Reds en 2007 y se vieron obligados a poner al equipo en venta después de una polémica y turbulenta administración derivada de la deuda utilizada en su adquisición.

El club, con 18 títulos de liga, el 2º con más títulos después del Manchester United, tiene una sequía de títulos de liga desde 1990. Aunque se ha llevado algunos títulos de copa en el camino, y por supuesto la inolvidable remontada de Estambul en 2005 para llevarse la UEFA Champions League, su afición reclama un título local. Si el señor Henry pudo hacerlo con los Boston Red Sox, es cuestión de tiempo para que haga lo mismo con el cuadro inglés.





EVERTON

Recientemente, en 2016, el empresario iraní Farhad Moshiri (con intereses en distintas compañías rusas en los sectores mineros y de acero), adquirió el 49.9% del capital del club de la ciudad de Liverpool, quedando así como el accionista mayoritario de los Toffees.

La mano de Moshiri se está sintiendo con la llegada al banquillo de Ronald Koeman, que viene de hacer un gran papel con el Southampton. De la misma manera, el nuevo dueño prometió que traería importantes cantidades de efectivo para fortalecer al club que participa, junto con el Liverpool FC, en el conocido y disputado Merseyside Derby (el derby de la ciudad de Liverpool). Recientemente, estuvieron cerca de firmar a Mousa Sissoko, figura en la última Eurocopa que se decantó por el Tottenham luego de una polémica disputa.

Está por verse aún el impacto de este nuevo inversionista que ha prometido el desarrollo de un nuevo estadio.