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Leamos la última estipudez de Capitanbitch:

Martes, 30 de septiembre de 2014
CAPITANICH REPROCHO LA FALTA DE LIQUIDACION DE SOJA
“Actitudes egoístas


El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, cuestionó ayer a los productores rurales por haber retenido la cosecha de soja en lugar de venderla. “Es harto elocuente que Argentina perdió ingresos provenientes de mejores precios en la comercialización de soja, por actitudes de carácter especulativo. Tomar una decisión incorrecta constituye una responsabilidad clave de la dirigencia (de los productores agropecuarios)”, aseguró en su habitual conferencia de prensa en la Casa Rosada. El funcionario destacó también que el error fue reconocido por el presidente de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi.

El precio de la soja experimentó una caída del 40 por ciento en los últimos cinco meses. El 30 de abril la tonelada se cotizaba a 562 dólares y el viernes pasado cerró a 334 dólares. Aunque los números ya venían en baja, la tendencia se agudizó cuando el Departamento de Agricultura de Estados Unidos estimó que la cosecha en ese país alcanzaría el record de 106,5 millones de toneladas, a lo que se sumarían a principios de 2015 otras campañas muy buenas de Brasil y de la propia Argentina con 94 y 55 millones de toneladas más, respectivamente.




Impresiona el caradurismo de este kretino, veamos la realidad:



Los hermanos de Capitanich se niegan a liquidar la soja

Héctor y Daniel Capitanich todavía tienen soja de la campaña pasada; viven en sus campos del interior de Chaco, donde producen soja, trigo y algodón







“Vendan, no especulen. La tendencia en el precio de la soja es decreciente”. Las declaraciones de la semana pasada del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, generaron mucha polémica en el sector agropecuario y más aún entre los productores de la provincia de Chaco. Es que los que conocen al ex gobernador chaqueño lo destacan como una persona con amplios conocimientos en lo que respecta a la producción agropecuaria y con antecedentes académicos importantes como la Maestría en Economía que obtuvo en 1999 en la ESEADE.

Lo cierto es que “Coqui” proviene de una familia de campo. Descendiente de yugoslavos, el funcionario con mayor exposición del kirchnerismo vivió durante toda su infancia en un paraje rural llamado La Montenegrina junto a sus dos hermanos, Daniel y Héctor, que siguieron dedicados al agro. En este contexto, durante los últimos días La Política Online mantuvo diversas conversaciones con varios productores, periodistas, funcionarios y referentes de Chaco que conocen de cerca los movimientos de los hermanos del jefe de Gabinete.

Y fue ahí cuando surgió un curioso dato que pudo ser confirmado por al menos tres de las fuentes consultadas: Daniel y Héctor Capitanich aún conservan soja de la campaña 2012/13 que cosecharon durante los meses de abril y mayo pasados. Es decir, los hermanos de Capitanich desoyen a su hermano y no vendieron su producción de soja, quizás, esperando una mayor devaluación del dólar oficial, cuyo valor sigue retrasado en función de las expectativas presentes en el mercado.

Héctor y “el Dany”

En rigor, el que más soja tiene guardada en silobolsas es Héctor, el hermano mayor, quien sembró el año pasado un total de 2500 hectáreas en su campo en La Montenegrina. Padre de dos hijos, el más grande de los Capitanich opta por un perfil mucho más bajo que el de sus hermanos. Sin embargo, los que conocen personalmente a Héctor remarcan que en los últimos años ha tenido un crecimiento económico notable. “Pasó de ser un productor modesto a convertirse en un gran empresario reconocido por su enorme capacidad financiera”, contó un dirigente chaqueño.

Sojero por excelencia, Héctor llegó a acercarse en algunas oportunidades a los piquetes que realizaban los productores chaqueños en 2008 en la localidad de Roque Sáenz Peña (uno de los puntos más calientes de los cortes de rutas que había en ese momento). Los chacareros que protestaban contra la aplicación de las retenciones móviles recuerdan que Héctor iba a la ruta a expresarles su apoyo a pesar de ser hermano de un gobernador que se había alineado del todo en ese entonces con Néstor y Cristina Kirchner.

“Nos ofrecía ayudas logísticas y económicas para continuar con las protestas. Nos comentaba que su hermano entendía nuestros reclamos, pero que no le quedaba otra alternativa que mostrarse del lado del Gobierno”, reveló a La Política Online un productor chaqueño. Como sea, en términos productivos, según cuentan las fuentes, Héctor también sembró en su campo durante la última campaña unas 500 hectáreas trigo pensando en la rotación de cultivos y registrando rendimientos de entre 1300 y 1500 kilos.

Pero el grueso de la producción agrícola del hermano mayor del jefe de Gabinete se hace en campos arrendados en la provincia (inclusive se comenta que es accionista mayoritario de un importante pool de siembra que opera en la zona). Por su lado, Daniel (más conocido como “el Dany”), decidió meterse de lleno en la política de la mano de su hermano y logró convertirse en intendente de Campo Largo, una localidad de 20.000 habitantes ubicada la zona centro de Chaco a unos 210 kilómetros de Resistencia. Casado con Mónica Pereyra y padre de tres hijos adolescentes, “el Dany” produce soja y algodón en su campo de 350 hectáreas ubicado en Colonia José Marmol, a unos 20 kilómetros de la Municipalidad de Campo Largo.

A diferencia del jefe de Gabinete que ahora vive en una lujosa torre en el barrio de Palermo, el hermano menor de los Capitanich sigue viviendo en su campo junto a su familia. De allí, todas las mañanas viaja a Campo Largo junto a su esposa, que a su vez es su secretaria privada en la Municipalidad. Los tres hijos del matrimonio, en tanto, asisten a la Escuela de Familia Agrícola (EFA) N˚ 4 de Colonia José Mármol. Asimismo, hace dos semanas atrás una fuerte tormenta provocó la voladura del techo de la casa de la familia en el campo.










Impresiona el caradurismo de Capitanbitch (y de todo el gobierno en general) reclaman a los agricultores que vendan la cosecha de soja (y así poder robar a dos manos el dinero) pero sus familiares se cuidan muy bien de hacer caso a la mentira K.