Palabra y cuerpo. Conforman la base de tu comunicación y expresión en la vida cotidiana. De forma consciente o totalmente inconsciente, transmites a los demás mensajes de interés, aburrimiento, rabia o tensión por la posición que adoptas. Una actitud puede decirlo todo, y en ocasiones, ni siquiera eres capaz de reprimirlo. Este mismo lenguaje corporal se manifiesta diferentemente según las personas: adoptarás con tu pareja comportamientos distintivos. ¿Sabías que tu manera de dormir con él/ella te da indicaciones muy concretas sobre el estado de vuestra relación? Haz la prueba. Esta noche, al irte a dormir, observa cómo os tumbáis de manera natural. Cara a cara, de espalda, con o sin contacto, algunos detalles a los que en principio no dabas ninguna importancia son fundamentales para entender vuestra relación.
Algunas posiciones son una demostración evidente de cariño y nos pueden hasta recordar algunas posiciones sexuales. Es el caso de la cucharita. Propicia el contacto y la intimidad, y su sensualidad es característica de las parejas que se desean físicamente o cuyo juego de seducción nunca se ha extinguido. Otras posiciones deben, sin embargo, llamarte la atención. Si estás acostumbrada a dormir por tu lado, sin tocar o ni siquiera rozar mínimamente tu pareja, quizá sea el momento de replantear vuestra confianza e intimidad. Puede que ya no tengáis las mismas ganas o deseo, o sencillamente que la rutina se ha impuesto sin avisar en vuestra relación.
Pese a la interpretación objetiva de cada una de estas posiciones, cada pareja es distinta. Algunas necesitan dormir con tranquilidad, sin contacto, para poder descansar a gusto ya que el contacto a lo largo de la noche con el otro no les ayuda a dormir y en este caso, la separación física es evidente y necesaria. Conviene recalcar que la posición en la que duerme una pareja no lo hace todo y no significa que haya que cuestionar la relación como tal, sino potenciar la comunicación para entender si cada uno se encuentra a gusto. En eso os puede ayudar el análisis del lenguaje corporal. Todo un reto que merece la pena superar para vuestro bienestar y felicidad.
Cucharita
La postura puede no resultar muy cómoda. De hecho, cuando una pareja elige esta posición para dormir está renunciando, en parte, a la comodidad por sentirse cercanos. También es un signo de que en el terreno sexual, la relación funciona.
Sobre el pecho
Es otra de las posiciones al dormir en pareja más habituales en los primeros momentos de la relación. Uno de los dos, se tumba boca arriba y la otra persona se acurruca sobre el pecho. La persona que está tumbada demuestra seguridad. Es una muestra de que en la pareja hay intimidad, confianza y protección.
Cara a cara
Dormir en pareja cara a cara es una muestra de que hay una absoluta comodidad por ambas partes. Se crea un círculo cerrado en el que se comparte, incluso, un pequeño espacio para respirar. Es una señal de confianza y tranquilidad.
En contacto
Sin abrazos, pero manteniendo el contacto. Dormir tocando la mano de tu pareja o con los pies rozándose es una muestra de independencia pero de buscar el cariño de la otra persona. Es una forma de asegurar que el amor continúa ahí.
Por su lado
Cada uno a un lado de la cama y sin contacto físico. Es típico en parejas que ya llevan mucho tiempo juntas, pero también en personas muy independientes y “cuadriculadas”: dormir es para descansar y, para eso, cada uno en su lado.
De espalda con contacto
Cada uno es consciente de su espacio individual y pretende preservarlo sin renunciar al contacto con el otro. La confianza es la clave, una pareja que duerme en esta posición es feliz, pero necesitáis espacio en todos los sentidos. Está formada por dos personas independientes.
Con los pies entrelazados
Es una posición que demuestra confianza y complicidad, pero que requiere una mayor atención y tiene un afán de seguridad.
Bocarriba y separados
Es la posición más básica, sin contacto pero sin dar la espalda. Cada miembro de la pareja busca tener su propio espacio (es una posición que se puede adoptar incluso solo).
Ocupando toda la cama
Si uno ocupa más espacio que otro en la cama, existe un desequilibrio evidente. Esta "superioridad" física refleja una superioridad psíquica, uno de los dos considera tener más influencia que el otro.
Formando un uno
La pareja que solo forma uno durmiendo cuenta, evidentemente, con una compenetración única. Brazos, tronco, piernas entrelazados son el reflejo de una comprensión y compenetración únicas.
Con la cabeza en la tripa
No es la posición más práctica pero algunas parejas suelen disfrutar de una siesta de esta manera. Demuestra confianza y mucho cariño.
Sumisión
Si un miembro de la pareja tienda a colocar su mano sobre una parte del cuerpo del otro a cierta distancia, puede que exista un cierto desequilibrio. Demuestra una forma de sumisión: te controlo en tu sueño. Esta actitud puede o no ser evidente en estado de consciencia.
Uno encima de otro
No es la más habitual y sin embargo, existe. Si uno de los duerme encima del otro, la complicidad y atracción física son muy evidentes. Tiene una dimensión sensual muy potente.
Contacto cara a cara