La "Expedición Atlantis" fue una de las travesías más arriesgadas de la historia realizada por 5 argentinos hace 34 años, que tenía como fin demostrar con hechos concretos que existe la posibilidad de que los africanos hayan desembarcado en América antes que los españoles.
Aquí la apasionante historia.
Aquí la apasionante historia.
La heroica y atrevida actitud la llevó adelante el capitán argentino Alfredo Barragán junto a cuatro compañeros, tan aventureros y arriesgados como él.
Una travesía que además de convertirse en una aventura que quedó para siempre en los anales de la historia, sirvió para demostrar una teoría que hasta ese momento no era más que una mera hipótesis de expertos.
Lo primero que hicieron fue viajar a la ciudad de Guayaquil, en Ecuador, y se internaron en la selva en compañía de un grupo de indígenas del lugar, teniendo como objetivo recolectar los troncos con los que fabricarían la balsa que los llevaría mar adentro, y allí, en la selva ecuatoriana pudieron hallar los mismos árboles que en lejanas épocas crecían en la selva africana.
Volvieron a la ciudad argentina de Mar del Plata con un total de 20 troncos de 18 metros de largo, de los cuales sólo utilizaron 9 para la elaboración de la precaria embarcación, para lo cual también utilizaron fibra vegetal y caña de bambú.
En poco tiempo después, la balsa que les daría asilo durante la travesía fue ensamblada con el método y los materiales que se usaban en Africa hace más de 3.000 años, y se logró así “un objetivo que desafió no sólo a la naturaleza, sino también a la historia y a la antropología”.
Finalmente, el 22 de mayo de 1984 la llamada expedición Atlantis tripulada por los cinco argentinos, completaron la proeza navegar en el Océano Atlántico en la primitiva balsa partiendo desde el puerto de Tenerife en las islas Canarias, llegando 52 días después a La Guaira en Venezuela.
EL VIAJE DE LA "ATLANTIS"
A mediados de Julio de 1984 y poco más de 20 días de haber navegado, los cinco argentinos que se embarcaron en la atípica misión debieron soportar diversas inclemencias climáticas sobre la precaria balsa.
De acuerdo a los documentos se enfrentaron a dos tormentas realmente catastróficas, en las que se presentaron olas de más de 8 metros de altura y vientos de más de 70 kilómetros por hora, y el sol empezaba a hacer estragos en la piel de los navegantes de la balsa.
Cabe destacar que la primera tormenta que se produjo a poco de iniciada la expedición, se trató de una tempestad que se extendió por un lapso de 48 horas, aunque no obstante, la segunda, que se originó casi al final de la travesía, fue mucho más feroz, por lo que incluso debieron anular la vela y permanecer atados a la balsa para mantenerse a salvo y con vida.
Después de 52 días de viaje, y una vez recorridos 5.500 kilómetros de mar, los expedicionarios argentinos, ya convertidos en una verdadera leyenda histórica, desembarcaron con su frágil nave en el Puerto de La Guayra, en Venezuela.
Allí fueron recibidos como héroes y ovacionados por miles de personas, pero sobre todo con la satisfacción de haber demostrado la hipótesis que fue motivo de tal aventura.
Lo cierto es que estos cinco hombres lograron llevar adelante tres objetivos puntuales: el primero esencialmente científico, ya que intentaban demostrar la posibilidad de que los indígenas africanos llegaron a América antes que los españoles, pero también los motivó un fin deportivo y una misión cultural.
Siendo homenajeados por la Armada Argentina, la "Expedición Atlantis" es considerada como un hito en la historia náutica argentina
“La Expedición Atlantis es una campana que no debe dejar de sonar, porque a nosotros nos tildaron de `locos` y no éramos ni eso ni aventureros: éramos expedicionarios que quisimos darle a conocer al mundo, con una demostración romántica, que se pueden lograr grandes cosas con la convicción de creer que se puede”.