Afeites y adornos de novia
Un último retoque y listo. Kadrie Chumova podrá salir de la casa de sus padres. Todos los habitantes del pueblo admirarán su cara maquillada y decorada con lentejuelas, brillantes tiras de plata y flores artificiales. Dos días enteros dura la ceremonia nupcial de los pomakos, una etnia eslava que abrazó hace siglos el islam. Viven mayoritariamente en regiones montañosas aisladas y de difícil acceso, en el suroeste de Bulgaria; de ahí que conserven casi intactas su cultura e identidad.
Comienza la estampida hacia la meta
La velocidad máxima de los camellos en carrera puede llegar a 40 kilómetros por hora. El secreto del éxito está en elegir el pedigrí correcto, entrenarlos con severidad, darles una dieta especial de miel, dátiles, huevos, alfalfa y cebada y cuidarlos en clínicas especializadas. Los ejemplares de pura raza y casta de ganadores suelen venderse por entre 200.000 y 350.000 euros. Al fin y al cabo, los premios son cuantiosos y pueden resultar muy rentables. El problema es cómo controlarlos psicológicamente. El inicio de la carrera, en la que suelen participar entre 30 y 60 camellos, es bastante complicado. Algunos empiezan a galopar en zigzag y aplastan todo lo que se les pone por delante. Hasta el pistoletazo de salida, los entrenadores se mantienen a su lado para calmarlos; después, salen corriendo para no ser arrollados. Entonces, los jinetes toman las riendas del animal y los guían hacia la meta.
Máxima tirantez durante el torneo
Los dos jinetes tiran del animal muerto con todas sus fuerzas. Corren incluso el riesgo de caerse del caballo y dar con sus huesos en el suelo duro y lleno de piedras. Participan en la competición de bushkashi ("atrapar una cabra", un deporte muy popular en Asia Central, que tiene su origen en la tradición afgana de cazar estos rumiantes desde el caballo. La "lucha" de la imagen tiene lugar en Mongolia, en el marco del Festival Altai & Eagle, donde suelen participar entre veinte y mil participantes. El objetivo es poner el cadáver animal dentro de un círculo pintado en el suelo; puede parecer simple, pero a veces transcurren varios días hasta que se impone uno de los contendientes. Durante el combate, lo único prohibido es pegar al rival con el látigo. El factor decisivo en la victoria suele ser la calidad del caballo. Ya lo dice un refrán afgano: "Más vale un jinete malo en un caballo bueno que un jinete bueno en un caballo malo".
Las cholitas lo dan todo en la cancha
En Churubamba, una aldea peruana en la región de Cuzco, viven aproximadamente 60 familias que crían ovejas y llamas. Las mujeres ya no sólo se dedican a las labores domésticas y agrícolas; también quedan regularmente en la cancha de fútbol. No tienen camisetas de patrocinadores, medias, espinilleras ni guantes de portero. Juegan ataviadas con sus vestimentas de cholitas, incluidas las sandalias. Afirman con buen humor que sus pies ya están acostumbrados al esfuerzo y el dolor. Aunque parezca sorprendente, las futbolistas cuentan con el apoyo de sus maridos. Entre ellos destaca el alcalde, cuya esposa es la portera del equipo desde hace tiempo. Por cierto, en el ranking mundial de equipos femeninos de la FIFA, el conjunto nacional de Perú ocupa el lugar 34, un logro teniendo en cuenta que hay 123 afiliados.
Confesarse tiene sus riesgos
Un movimiento equivocado y todos caerán al vacío. Pero los dos miembros de la orden japonesa de Yamabushi tienen experiencia y sujetan con fuerza a su joven "hermano" en la cima sagrada del Sanjogatake. Colgando hacia el abismo, le interrogan sobre si cumple los mandatos preceptivos; entre ellos, respetar a sus padres. La orden pertenece a la religión Shugendo que se fundó en el siglo XII fusionando elementos de devoción a las montañas, del budismo tántrico y el taoísmo. Las mujeres no ascienden a esta cumbre: purifican su alma en otra vecina.
Los divos juegan entre bastidores
Hubo un tiempo en que las óperas tradicionales de Pekín fueron prohibidas. Durante la Revolución Cultural (1966-1976) sólo se podían representar obras acordes con la política oficial. Los personajes de emperadores, reyes, generales, cancilleres y hermosas mujeres cedieron el protagonismo de las historias a trabajadores, campesinos y soldados. Tras esta década, el teatro musical volvió a recuperar su espacio, pero el público que más disfruta con sus puestas en escena es cada vez más mayor. Los jóvenes no acaban de comprender su complejidad. Eso sí, los actores, que aquí se relajan jugando a las cartas en un descanso, siguen teniendo la máxima consideración entre la población.
Cuestión de perspectivas y creencias
La bahía de Vancouver en Canadá tiene una nueva atracción: la iglesia invertida realizada por el artista artista Dennis A. Oppenheim en el parque Harbour Green. La escultura, bautizada como Device to root out evil debía de haberse instalado en el campus de la Universidad de Standford en California pero allí hubo quien calificó el proyecto de blasfemo y las autoridades académicas lo rechazaron.
Madre no hay más que ¿una?
El menor zarpazo podría acabar con el cochinillo, pero la tigresa lo abraza maternalmente como si fuera su cachorro. Otros dos lechones duermen recostados en su regazo. Las camisas de rayas han conseguido engañar su naturaleza felina. En el zoológico de Sri Racha, ciudad tailandesa al este de Bangkok, cerdas domésticas también crían a bebés de tigres. Los expertos afirman que así crecen más rápidamente y son menos agresivos...
Grandes y dolorosas pasiones a tamaño reducido
Agarrados a la nuca de la hembra, los machos intentan inmovilizar a la "afortunada" hasta que haya desovado. Al mismo tiempo, el entregado galán limpiará los espermatozoides de amantes anteriores gracias a unos órganos sexuales especialmente diseñados para ello. Sólo así pueden estar seguros de que las crías serán realmente suyas. La lucha por la transmisión del material genético marca la corta existencia de estos insectos. Incluso durante la copulación otros machos intentarán entrometerse y conseguir los favores de la hembra, atacando con mordiscos al macho que la corteja.
En equilibrio ¿espiritual?
El objetivo de los monjes de Shaolín es que la mete controle al cuerpo. En esta imagen, uno de llos parece haberlo logrado venciendo incluso la fuerza de la gravedad. El fotográfo Philipp Horak ha captado el instante mágico frente al lisboeta puente 25 de Abril, para ilsutrar un libro sobre maestros budistas de las artes marciales.
Misión espacial a velocidad de vértigo
Robert L. Curbeam Jr. y Christer Fuglesang salen de la Estación Espacial Internacional, cuando ésta sobrevuela Nueva Zelanda, a unos 400 kilómetros de altitud. Mientras la construcción, iniciada en 1998, da vueltas a la Tierra a una velocidad de 28.000 kilómetros por hora, ambos astronautas han encajado en su estructura una pieza de varias toneladas de peso y han realizado las conexiones de electricidad necesarias.
Cuando los pequeños sacan pecho
Aunque no lo parezca, estos dos peces son la misma especie: tamboril negro (Arothron meleagris). Cuando no tiene necesidad de defenderse ni de atraer a una hembra, su pequeña y alargada silueta se desliza relajadamente entre los corales del Indopacífico. Sin embargo, ante la presencia de una dama o la amenaza de un rival aumenta su volumen corporal espectacularmente, ingiriendo agua y almacenándola en un saquito del vientre. Al multiplicar el tamaño, su potencia y vitalidad no pasan desapercibidas
Espero que les haya gustado!!
Un último retoque y listo. Kadrie Chumova podrá salir de la casa de sus padres. Todos los habitantes del pueblo admirarán su cara maquillada y decorada con lentejuelas, brillantes tiras de plata y flores artificiales. Dos días enteros dura la ceremonia nupcial de los pomakos, una etnia eslava que abrazó hace siglos el islam. Viven mayoritariamente en regiones montañosas aisladas y de difícil acceso, en el suroeste de Bulgaria; de ahí que conserven casi intactas su cultura e identidad.
Comienza la estampida hacia la meta
La velocidad máxima de los camellos en carrera puede llegar a 40 kilómetros por hora. El secreto del éxito está en elegir el pedigrí correcto, entrenarlos con severidad, darles una dieta especial de miel, dátiles, huevos, alfalfa y cebada y cuidarlos en clínicas especializadas. Los ejemplares de pura raza y casta de ganadores suelen venderse por entre 200.000 y 350.000 euros. Al fin y al cabo, los premios son cuantiosos y pueden resultar muy rentables. El problema es cómo controlarlos psicológicamente. El inicio de la carrera, en la que suelen participar entre 30 y 60 camellos, es bastante complicado. Algunos empiezan a galopar en zigzag y aplastan todo lo que se les pone por delante. Hasta el pistoletazo de salida, los entrenadores se mantienen a su lado para calmarlos; después, salen corriendo para no ser arrollados. Entonces, los jinetes toman las riendas del animal y los guían hacia la meta.
Máxima tirantez durante el torneo
Los dos jinetes tiran del animal muerto con todas sus fuerzas. Corren incluso el riesgo de caerse del caballo y dar con sus huesos en el suelo duro y lleno de piedras. Participan en la competición de bushkashi ("atrapar una cabra", un deporte muy popular en Asia Central, que tiene su origen en la tradición afgana de cazar estos rumiantes desde el caballo. La "lucha" de la imagen tiene lugar en Mongolia, en el marco del Festival Altai & Eagle, donde suelen participar entre veinte y mil participantes. El objetivo es poner el cadáver animal dentro de un círculo pintado en el suelo; puede parecer simple, pero a veces transcurren varios días hasta que se impone uno de los contendientes. Durante el combate, lo único prohibido es pegar al rival con el látigo. El factor decisivo en la victoria suele ser la calidad del caballo. Ya lo dice un refrán afgano: "Más vale un jinete malo en un caballo bueno que un jinete bueno en un caballo malo".
Las cholitas lo dan todo en la cancha
En Churubamba, una aldea peruana en la región de Cuzco, viven aproximadamente 60 familias que crían ovejas y llamas. Las mujeres ya no sólo se dedican a las labores domésticas y agrícolas; también quedan regularmente en la cancha de fútbol. No tienen camisetas de patrocinadores, medias, espinilleras ni guantes de portero. Juegan ataviadas con sus vestimentas de cholitas, incluidas las sandalias. Afirman con buen humor que sus pies ya están acostumbrados al esfuerzo y el dolor. Aunque parezca sorprendente, las futbolistas cuentan con el apoyo de sus maridos. Entre ellos destaca el alcalde, cuya esposa es la portera del equipo desde hace tiempo. Por cierto, en el ranking mundial de equipos femeninos de la FIFA, el conjunto nacional de Perú ocupa el lugar 34, un logro teniendo en cuenta que hay 123 afiliados.
Confesarse tiene sus riesgos
Un movimiento equivocado y todos caerán al vacío. Pero los dos miembros de la orden japonesa de Yamabushi tienen experiencia y sujetan con fuerza a su joven "hermano" en la cima sagrada del Sanjogatake. Colgando hacia el abismo, le interrogan sobre si cumple los mandatos preceptivos; entre ellos, respetar a sus padres. La orden pertenece a la religión Shugendo que se fundó en el siglo XII fusionando elementos de devoción a las montañas, del budismo tántrico y el taoísmo. Las mujeres no ascienden a esta cumbre: purifican su alma en otra vecina.
Los divos juegan entre bastidores
Hubo un tiempo en que las óperas tradicionales de Pekín fueron prohibidas. Durante la Revolución Cultural (1966-1976) sólo se podían representar obras acordes con la política oficial. Los personajes de emperadores, reyes, generales, cancilleres y hermosas mujeres cedieron el protagonismo de las historias a trabajadores, campesinos y soldados. Tras esta década, el teatro musical volvió a recuperar su espacio, pero el público que más disfruta con sus puestas en escena es cada vez más mayor. Los jóvenes no acaban de comprender su complejidad. Eso sí, los actores, que aquí se relajan jugando a las cartas en un descanso, siguen teniendo la máxima consideración entre la población.
Cuestión de perspectivas y creencias
La bahía de Vancouver en Canadá tiene una nueva atracción: la iglesia invertida realizada por el artista artista Dennis A. Oppenheim en el parque Harbour Green. La escultura, bautizada como Device to root out evil debía de haberse instalado en el campus de la Universidad de Standford en California pero allí hubo quien calificó el proyecto de blasfemo y las autoridades académicas lo rechazaron.
Madre no hay más que ¿una?
El menor zarpazo podría acabar con el cochinillo, pero la tigresa lo abraza maternalmente como si fuera su cachorro. Otros dos lechones duermen recostados en su regazo. Las camisas de rayas han conseguido engañar su naturaleza felina. En el zoológico de Sri Racha, ciudad tailandesa al este de Bangkok, cerdas domésticas también crían a bebés de tigres. Los expertos afirman que así crecen más rápidamente y son menos agresivos...
Grandes y dolorosas pasiones a tamaño reducido
Agarrados a la nuca de la hembra, los machos intentan inmovilizar a la "afortunada" hasta que haya desovado. Al mismo tiempo, el entregado galán limpiará los espermatozoides de amantes anteriores gracias a unos órganos sexuales especialmente diseñados para ello. Sólo así pueden estar seguros de que las crías serán realmente suyas. La lucha por la transmisión del material genético marca la corta existencia de estos insectos. Incluso durante la copulación otros machos intentarán entrometerse y conseguir los favores de la hembra, atacando con mordiscos al macho que la corteja.
En equilibrio ¿espiritual?
El objetivo de los monjes de Shaolín es que la mete controle al cuerpo. En esta imagen, uno de llos parece haberlo logrado venciendo incluso la fuerza de la gravedad. El fotográfo Philipp Horak ha captado el instante mágico frente al lisboeta puente 25 de Abril, para ilsutrar un libro sobre maestros budistas de las artes marciales.
Misión espacial a velocidad de vértigo
Robert L. Curbeam Jr. y Christer Fuglesang salen de la Estación Espacial Internacional, cuando ésta sobrevuela Nueva Zelanda, a unos 400 kilómetros de altitud. Mientras la construcción, iniciada en 1998, da vueltas a la Tierra a una velocidad de 28.000 kilómetros por hora, ambos astronautas han encajado en su estructura una pieza de varias toneladas de peso y han realizado las conexiones de electricidad necesarias.
Cuando los pequeños sacan pecho
Aunque no lo parezca, estos dos peces son la misma especie: tamboril negro (Arothron meleagris). Cuando no tiene necesidad de defenderse ni de atraer a una hembra, su pequeña y alargada silueta se desliza relajadamente entre los corales del Indopacífico. Sin embargo, ante la presencia de una dama o la amenaza de un rival aumenta su volumen corporal espectacularmente, ingiriendo agua y almacenándola en un saquito del vientre. Al multiplicar el tamaño, su potencia y vitalidad no pasan desapercibidas
Espero que les haya gustado!!