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Pitrola y Del Caño, los diputados obreros que revolucionaron la elección


Los separan 30 años y los une la ideología. Dos de los tres diputados del Frente de Izquierda palpitaron con Clarín la asunción del 10 de diciembre.



Néstor Pitrola (61) es miembro del Partido Obrero con una larga trayectoria como militante durante la dictadura de Onganía, como dirigente estudiantil durante “El Cordobazo” y luego comom gráfico durante la última dictadura, hasta llegar a ser secretario adjunto del Sindicato Gráfico en 1984.



Nicolás del Caño es un joven de 33 años, que milita desde los 15 y es uno de los dirigentes del Partido de los Trabajadores Socialistas, pero también es el gran responsable del crecimiento de la lista que encabezó de agosto a octubre en Mendoza, que además consiguió cinco concejales provinciales.

Ellos serán dos de los tres diputados del Frente de Izquierda y de los Trabajadores, dos generaciones de militantes que integrarán la nueva composición del Congreso, a partir de diciembre.

En diálogo con Clarín, hicieron un balance de la campaña que realizaron, del hecho histórico de haber ingresado al Parlamento y de cómo será el desempeño del bloque en el nuevo mapa político.

“El balance del día después es continuidad del de ayer, esto ha sido un avance extraordinario porque hemos aumentado un 40% la votación de agosto y ha tenido un carácter nacional muy homogéneo el voto del FIT, que ha tenido un vértice en Salta", afirmó Pitrola.

La referencia es al tercer diputado del FIT, Pablo López (36), dirigente salteño del PO que obtuvo el 19,30% de los votos y terminó segundo superando al Partido Justicialista y a poco más de un punto del Frente Popular Salteño. Mientras que en Córdoba, la candidata del frente Liliana Olivero reclama que se abran las urnas para el recuento de votos, que podría definir el ingreso de un cuarto diputado.

Del Caño también coincide en la importancia de la elección a nivel nacional: "Es a destacar que la izquierda anteriormente se concentraba en la Provincia y la Ciudad de Buenos Aires, como fue el caso de Luis Zamora en el 89 y 2001, y ahora tenés diputados de Mendoza, Salta y Buenos Aires, además de legisladores provinciales".

El "fin de ciclo kirchnerista" y la importancia de las bancas conseguidas son otro de los puntos analizados por ambos dirigentes. "Creo que va a ser muy importante para lo que se viene, una batalla dentro del justicialismo por la sucesión presidencial", explicó Del Caño.

Para el dirigente del PO, el bloque va a concentrar "muchísima atención", e intentará imponer una agenda propia "en un Congreso muy fragmentado, donde los consensos que han habido son mejor perderlos que encontrarlos, como el consenso para una reapertura del pago de la deuda a los fondos buitres con los radicales, el bloque de Massa y el PRO votando a favor".

El agradecimiento a los militantes del PO y del PTS, dos de las agrupaciones que confluyen en el frente, por su desempeño durante la campaña y a la hora de fiscalizar, es otro de los puntos de coincidencia de los dirigentes. "La lucha en la defensa del voto del voto ha sido maravillosa, hemos superado los 10 mil fiscales actuando, que son la militancia de oro, el capital de oro del FIT", sostuvo Pitrola.

En tanto que Del Caño, adjudicó el triunfo a "la juventud y la clase trabajadora, que se tomaron como propio el desafío de romper las maniobras de los partidos tradicionales en la elección".

El 10 de diciembre, fecha en que asuman sus bancas, ya lo palpitan a pocos días del triunfo en las urnas. "Imagino que vamos a hacer una gran movilización, para poder expresar los planteos que vamos a llevar al Congreso", dijo Del Caño.

"Yo lo estoy viviendo ya mismo en las repercusiones que tiene en el activismo militante de la izquierda, creo que es el momento histórico de empezar a ver que hay una representación política que se transforma en referencia nacional", sostuvo Pitrola.


Córdoba: La izquierda denunció fraude pero la Justicia no aceptó abrir las urnas

El Frente de Izquierda asegura que hubo irregularidades en el recuento, pero la Junta Electoral no aceptó el recuento voto por voto. Aseguran que hubo más de 200 mesas que se obviaron y problemas con las boletas de las PASO. Por apenas 1.500 votos, la novena banca fue para la UCR.

El Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) mantiene su reclamo por presuntas irregularidades en el recuento provisorio de votos en la provincia de Córdoba, donde por una diferencia de 1.500 votos la Unión Cívica Radical (UCR) se quedó con la banca que parecía tener asegurada Liliana Olivero.

Ayer, la Junta Electoral Nacional rechazó que se abran todas las urnas para el recuento voto por voto y el escrutinio definitivo continúa como estaba previsto. El FIT había realizado el pedido argumentando que hubo “un operativo de sustitución de las boletas partidarias del FIT por otras similares que se habían utilizado en las Primarias”.

Según el diario La Voz, la Junta admitió que se constató la existencia de boletas de las PASO en al menos dos centros de votación y que por esa situación ordenó el mismo domingo que debían ser consideradas válidas. Pero el FIT sostiene que la resolución no llegó a todos los presidentes de mesa o directamente fue ignorada, ya que, de acuerdo con un repaso de las actas, hay una cantidad de votos anulados fuera de lo normal.

“Nosotros no tuvimos fiscales en todas las mesas, cómo si los tuvo el radicalismo, y no pudimos defender nuestros votos”, dijo Olivero. En compañía de los también candidatos Hernán Puddu y Eduardo Salas, agregó: “Detectamos 165 telegramas de mesas en las que directamente no tenemos ningún voto y al sumar los sufragios registrados no coinciden con los votos emitidos en esas mesas”.

No obstante, la Junta consideró que “la pretensión de que se abra la totalidad de las urnas no tiene sustento en el artículo 118° –del Código Nacional Electoral– y por ello resulta improcedente” el pedido del FIT. El órgano judicial recordó que la apertura de urnas se autoriza “en casos de evidentes errores de hecho sobre los resultados del escrutinio consignados en los documentos de la mesa”.

El mencionado diario agrega que la resolución también indica que no se revisarán los votos nulos. “La Junta tendrá por válido el escrutinio de mesa que se refiera a los votos no sometidos a su consideración, y los únicos votos sometidos a consideración son los votos recurridos e impugnados”, no los nulos.

El FIT denuncia que el escrutinio provisorio no se consideraron 224 mesas. Esto fue avalado por el radicalismo, que sostuvo que esas mesas que no se escrutaron porque las actas tienen errores. El candidato del FIT Eduardo Salas dijo que “el domingo, después de que se había escrutado el 95,23 por ciento de los votos, y el FIT tenía asignada una banca, se escrutaron todas juntas 157 mesas que favorecieron al radicalismo, pero con un promedio de 368 votantes, cuando, en realidad, ninguna mesa tenía más de 300 electores empadronados”.

La denuncia de la izquierda sobre irregularidades en distintas mesas fue respaldada por el PRO, el juecismo, el Vecinalismo Independiente y el Frente para la Victoria. Olivero dijo que recibió el apoyo de Héctor Baldassi y Luis Juez. Ayer, hubo una protesta en las calles de Córdoba.

PARA SABER COMO FUNCIONÓ EL FRAUDE EN CORDOBA, RECOMIENDO EL POST DE @KAPO1975

http://www.taringa.net/posts/imagenes/17280387/Asi-es-el-fraude-en-Cordoba.html





El ascenso de la Izquierda - Partido Obrero.



En el lapso de apenas dos años, el Frente de Izquierda pasó de medio millón de votos a casi un millón y medio, un crecimiento del 200 por ciento. Acabamos de conquistar el ingreso de un bloque de cuatro diputados nacionales y la instalación en numerosas legislaturas y concejos deliberantes. No lo logramos en calidad de fuerza democratizante, sino de frente revolucionario. En el piso superior de estos resultados, hemos derrotado en forma amplia al peronismo en la capital de Salta y establecido un empate a nivel de la provincia. Entre las Paso nacionales y las provinciales, hemos avanzado un 30 por ciento, y entre éstas y las finales otro 30 por ciento -con un salto inédito en el interior de la provincia. En el cuadro del desmoronamiento del peronismo en cuanto movimiento popular, estos resultados nos postulan como candidatos a desarrollar un nuevo movimiento popular en Argentina de carácter obrero y socialista. Se ha manifestado una rebelión popular que ha tenido como escenario la conciencia del proletariado más activo y de numerosos estratos medios. En la inmensa mayoría de las concentraciones obreras, duplicamos y triplicamos los promedios electorales obtenidos en los distritos. La consecuencia política más directa de estos resultados deberá ser un salto de calidad en el desarrollo del movimiento obrero. La política revolucionaria en el campo electoral se fusiona, de este modo, con el movimiento real de las clases explotadas. El domingo pasado se ha puesto de manifiesto la importancia de una estrategia y de un método. La unidad de la concepción política con el desarrollo práctico es la conquista fundamental de la experiencia que estamos atravesando. De aquí en más, esta praxis política deberá corporizarse en la unidad entre la acción parlamentaria de propaganda, por un lado, en una etapa de transición política (o sea, convulsiva) y la fusión de la izquierda revolucionaria con el movimiento obrero. El parlamentarismo, integrado a la totalidad de la propaganda socialista, deberá servir al desarrollo de la conciencia política de la clase obrera y a la educación revolucionaria de nuestros parlamentarios, en especial los más jóvenes, como tribunos y cuadros realmente socialistas.

Hemos consagrado un bloque de tres diputados del Frente de Izquierda en el Congreso Nacional, el cual se ampliará a cuatro cuando derrotemos el fraude escandaloso en Córdoba. Además, hemos quedado con legisladores en siete provincias. En distritos donde no se elegían cargos provinciales -como Neuquén, Santa Cruz o Río Negro-, nuestro crecimiento fue también notable. En la capital del Chaco, nuestra votación ha superado el 10% o más, pero si no hemos impuesto un diputado provincial, fue por el fraude descarado del oficialismo en el interior provincial. En Jujuy disputaremos, en el escrutinio definitivo, el ingreso de uno o dos legisladores provinciales. En la Ciudad de Buenos Aires crecimos, en relación con las Paso, un 35% y conquistado un representante en la Legislatura. La derrota política parcial que implica no haber logrado el diputado nacional en este distrito, con toda su importancia, no modifica la curva del gran ascenso político de la izquierda revolucionaria.

Los resultados electorales zanjan la disputa entre la izquierda revolucionaria y la democratizante en el terreno preferido por ésta: las urnas. Por eso, su derrota es catastrófica. No solamente han quedado expuestas las diferencias de objetivos estratégicos y de métodos, sino también la contraposición completa de caracterizaciones sobre la naturaleza y alcances de la crisis mundial. En oposición a las recetas rutinarias del reformismo legislativo, ofrecimos al electorado una caracterización elaborada de esta crisis y sus perspectivas catastróficas en el plano económico-social, político e internacional. El catastrofismo sirvió para sustentar una pedagogía política, simplemente porque arma al pueblo para enfrentar mejor las consecuencias del derrumbe del capital.

Más que un agotamiento del kirchnerismo

El resultado electoral ha reforzado el agotamiento del kirchnerismo, que arranca en 2007, atraviesa vaivenes, y se expresa ahora en todas sus determinaciones. En la provincia de Buenos Aires, la “madre de todas las batallas”, el bloque K pierde 15 puntos. En la Ciudad de Buenos Aires, Filmus colgó los guantes. En Santa Fe y Córdoba, los K quedaron terceros. El segundo lugar de Mendoza no es siquiera un premio consuelo: los superó por lejos el “destituyente” Cobos y el Frente de Izquierda les quitó la segunda banca de diputados. En Santa Cruz, fueron nuevamente derrotados. En sólo dos años, el oficialismo perdió más de cuatro millones de votos. Desde estas páginas advertimos la tendencia a este derrumbe, el mismo día en que CFK y Scioli festejaban el famoso 54 por ciento. El alejamiento de la Presidenta, por razones de salud puso en evidencia, sin maquillajes, el carácter faccioso del núcleo interno del gobierno. La enfermedad fue utilizada de manera concertada para apurar el arreglo del pago de una parte la deuda externa en litigio y pedir un rescate internacional del Banco Central menguado de reservas.

La transición política que se ha abierto se caracteriza, antes que nada, por la crisis financiera, con todas sus consecuencias para los llamados ‘planes sociales’ y la aplicación forzada de un ‘ajuste’. La pelea entre las camarillas K se nutre del naufragio de la improvisación económica aplicada hasta el presente. El Frente de Izquierda debe hacer frente a una transición del régimen vigente -la cual es, por naturaleza, una etapa de crisis de todo orden y de agitación en los medios populares. Se anuncia un parlamentarismo ‘caliente’; con independencia de su mediocridad, en el cual el Congreso será forzado a participar del arbitraje político. El bonapartismo ejecutivo tiende a cero.

La oposición

La llamada oposición es un conglomerado de tribus que se nutren del naufragio oficial. Deja en evidencia que la crisis política representa el agotamiento de toda la etapa democratizante iniciada en el ’83, la que ha pulverizado a los llamados partidos tradicionales. Como acostumbran a decir algunos, “es parte del problema, no la solución”. La acicatea el cambio de frente de la burguesía nacional, que busca revalorizar, por medio de una devaluación, los capitales que ha fugado y que quiere sacarse de encima el sistema de regulaciones montado por el kirchnerismo, el cual ya no sirve para nada. La especulación de que de todo esto salga ‘un nuevo peronismo’, armado por internas abiertas, se salta la crisis que deberá encontrar un desenlace, antes de 2015, en la transición que se ha iniciado. Ha esto debería añadirse el empequeñecimiento de la burocracia sindical, completamente descompuesta, que se marginalizó a sí misma en la competencia electoral reciente. En resumen, el Frente de Izquierda da un gran paso adelante como fuerza popular en una etapa de crisis de régimen en todos sus aspectos. El Manifiesto Político, que lanzó en las vísperas de las elecciones, define la dirección política e intelectual que quiere imprimir al movimiento obrero frente a una crisis de conjunto. Los apetitos presidenciales, que los candidatos que creen haber triunfado han expuesto antes de que se acabe el conteo de votos, es una fuga hacia la nada.

Ajuste y Frente de Izquierda

El millón y medio de votos del Frente de Izquierda es una advertencia del movimiento popular a la burguesía contra la aplicación de un ajuste. Esta caracterización, que hemos repetido durante la campaña electoral, ha sido recogida por uno de los principales comentaristas políticos. El lunes mismo, Carlos Pagni, justifica su opinión, tanto en La Nación como en su programa de televisión, de que el gobierno no aplicará las recetas que en forma creciente agitan los voceros del capitalismo, por el temor a la reacción popular que anticipa la alta votación obtenida por el Frente de Izquierda. Es decir que se ha perdido la confianza de antaño en que las rebeliones populares podían contenerse o desviarse por la ausencia de una canal o dirección política antagónica.

De esto se trata, precisamente.

Jorge Altamira y Gabriel Solano