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Tómate un minuto para preguntarte: ¿Cuántas horas al día pierdes por estar viendo Facebook o posponiendo otra cosa en lugar de lo que tenías que hacer? ¿Muchas? El investigador Joseph Ferrari, un profesor de psicología de la Universidad DePaul de Chicago, explica que ser un procrastinator, implica mucho más que posponer una tarea en alguna ocasión.

Una de cada cinco personas, caen en una categoría que llaman procrastinadores crónicos ó procs. El proc procrastina consistentemente en múltiples áreas de su vida – trabajo, personal, financiero, social – en formas que los asistentes describen como causando estragos, socavando metas y produciendo vergüenza perpetua. Científicos han construido escalas para separar el verdadero proc de los procrastinadores ocasionales. Evalúan no simplemente con qué frecuencia, sino también la gravedad de las consecuencias.
Señalando una diapositiva con Polonia, Gran Bretaña, Turquía y Austria, Bilge Uzun, científico investigador de la Universidad Bahcesehir de Estambul, preguntó: “¿Dónde crees que encontramos a los procrastinadores?”.
Era una pregunta difícil. Los investigadores encontraron que todos los países encuestados tenían el mismo porcentaje: 20%, un hallazgo reforzado por docenas de otros estudios a lo largo de los años en Arabia Saudita, Alemania, Japón y más allá.
Así que los resultados es aproximadamente uno de cada cinco. Ahora toma un segundo y mira a tus cuatro compañeros de cubículo más cercano: Si los cuatro parecen estar centrados y en la tarea, bueno, tal vez es hora de que vuelvas a trabajar antes de convertirte en una estadística.