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Hola Taringueros, chusmeando en el Google Maps encontre el Area 51...


Coordenadas: 37 13 22.70 N 115 48 52.15 W

Las coordenadas las deben escribir o pegar en la barra de busqueda de Google Maps, y luego ponen buscar.


Area 51: La leyenda nació en Roswell (Nuevo México) a comienzos de julio de 1947, apenas una semana después de que el piloto solitario Kenneth Arnold avistara los primeros ovnis cerca del monte Rainer.
En Roswell existía una base de la Fuerza Aérea donde había trabajado nada menos que Goddard, el pionero de la cohetería, y la gente estaba acostumbrada a ver curiosos objetos voladores.
En esos días, el ganadero Mac Brazel encontró algunos restos extraños en sus campos. Le dio parte al mayor Jesse Marcel quien, impresionado por las noticias recientes, insinuó que bien podían ser restos de un ovni estrellado. Eran trozos de plástico quemado y de aluminio; algunos con extraños “dibujos florales” que podían ser jeroglíficos. El primer informe de prensa lo dio un teniente, pero al día siguiente lo desmintieron, explicando que los restos pertenecían a un globo sonda meteorológico.
Por entonces, Raymond F. Palmer, el editor sensacionalista que luego fundaría la primera revista dedicada a los ovnis, ya había echado a correr un rumor: la Fuerza Aérea había recuperado varios cadáveres de extraterrestres amarillos, macrocéfalos y de grandes ojos, extrañamente parecidos a esos “marcianos” que pululaban en las revistas de ciencia ficción desde los tiempos de Wells.
Con los años y una mayor distensión política, todo pudo explicarse, pero ya era tarde para detener el mito. Los restos hallados en Roswell eran globos, pero no meteorológicos: formaban parte del proyecto militar Mogul, desarrollado por la Universidad de Nueva York.
Por entonces los rusos estaban haciendo sus ensayos nucleares y esas cadenas de globos permitían colocar a gran altura unos micrófonos diseñados para captar el eco de las explosiones. Todo tenía explicación, hasta los dibujos florales que traía impresos la tela plástica que se había usado para recubrir algunas piezas. Por supuesto, el gobierno no podía reconocer el proyecto, de modo que lanzó la versión del globo sonda,pero al mismo tiempo alentó la leyenda del ovni. De esta forma, manejaba a la vez dos niveles de desinformación, apuntando tanto a los rusos como al frente interno.
El encubrimiento surtió efecto, porque los rusos se convencieron de que todo era histeria colectiva y Kruschov llegó a decir que los avistamientos de ovnis se debían al consumo de whisky. Sin embargo, luego de la caída de la URSS, se vio que el vodka causaba los mismos efectos.
Pero la historia estaba creciendo por sí sola y terminó por convencer a aquellos mismos que la habían echado a rodar. Cuando llegó la hora de desclasificar los documentos secretos de entonces, se descubrió que los servicios de inteligencia y la propia Rand Corp. se inclinaban a considerar a los ovnis como experimentos rusos. El sistema se realimentaba por sí mismo, y se volvía contra sus propios emisores.
La leyenda continuó, posiblemente alentada por los servicios. Se dijo que el de Roswell era apenas uno de los tantos casos de catástrofes ovni ocurridos en esos días, y que todos los desechos habían sido enviados a Ohio, para guardarlos en el secretísimo Hangar 18 de la Base WrightPatterson. Pero ahora la chatarra era tanta que habían hecho falta seis aviones de carga C124. De ahí habrían sido llevados a la Base Edwards y por último concentrados en el Area 51.
Muchos años más tarde, en los ‘90, un mediocre escritor de ciencia ficción llamado Robert Spencer Carr fraguó una película donde se mostraba la autopsia de un muñeco de goma supuestamente filmada en 1947. Pero aunque su autor llegó a confesar en un programa de televisión que él era el responsable, nadie se inmutó.