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Repasamos las distros Linux más importantes, aquellas que cambiaron completamente el mundo open source.

Por muy bueno que sea, si Linux se hubiese quedado como un simple proyecto de un entusiasta nunca habría alcanzado los millones de usuarios que tiene. Fueron decisiones importantes tomadas a lo largo de su desarrollo las que lo convirtieron en un sistema a tener en cuenta; por ejemplo, la alianza con GNU para formar GNU/Linux y convertirse en un sistema operativo completo.

Las distros Linux más importantes

Pero casi nadie usa GNU/Linux por si solo, sólo algunos entusiastas; la inmensa mayoría de la gente usa una distro, incluso los usuarios profesionales.



Llamamos “distro”, o “distribución Linux”, a un proyecto queparte del kernel de Linux y le añade software de diferentes fuentes hasta crear un sistema operativo propio; por ejemplo, Ubuntu está formada de muchas partes, desde el núcleo Linux hasta el sistema de paquetes apt o el entorno de escritorio Unity.

Es fácil subestimar el papel de las distros en la expansión de Linux, pero no deberíamos hacerlo; las siguientes distros así lo demuestran.

MCC Interim, la primera distro

Teníamos que empezar la lista con la primera distro Linux de la Historia.
En 1991 un joven entusiasta llamado Linus Torvalds compartió en una lista de correo el sistema en el que había trabajado; según sus propias palabras, no era un profesional, sino que lo hizo como un hobby, y se notaba.



Instalar el sistema, que luego se llamaría Linux, era una ardua tarea; sobre todo si no tenías conocimientos de Unix. Tenías que descargar software de muchos repositorios FTP diferentes, conseguir las versiones exactas de las librerías que usaba, y ni siquiera tenía ninguna utilidad para particionar discos, como fdisk.

Owen Le Blanc, de la Universidad de Manchester, estaba tan frustrado por estas carencias que decidió arreglarlas por su cuenta; así nació MCC Interim, una distro basada en Linux 0.12 que incluía su propio instalador con todo lo necesario para al menos, ejecutar el sistema.



Como su nombre indica, (“Interim” significa “provisional”), Le Blanc nunca quiso que su proyecto influyese a nadie ni que cambiase nada. Pero lo hizo.

MCC Interim es la primera distro reconocida como tal (aunque Linux como tal ya era distribuido en servidores y disquetes); es la que demostró que era posible coger lo que no nos gustaba de Linux, y cambiarlo o mejorarlo por nuestra cuenta.

Slackware, la más veterana



Por apenas dos meses, Slackware es la distro Linux más veterana que aún sigue manteniéndose. Desde julio de 1993 este proyecto busca la máxima estabilidad, modificando lo mínimo posible los programas y paquetes desarrollados para Linux.



Por lo tanto, Slackware es la distro ideal si quieres una experiencia “pura” de Linux, o al menos lo más parecido que vas a encontrar; en su momento, fue la distro ideal para los que venían de Unix y querían un sistema similar que les ayudase en la migración a Linux.



Aunque parezca que su momento ha pasado, en realidad Slackware sigue siendo una distro muy importante; es toda una referencia en la comunidad del software libre, que está llena de distros que cambian y modifican cosas sólo por cambiarlas.

Debian, el abuelo de Linux



Aunque Slackware es la distro más veterana, en realidad sólo gana a Debian por un par de meses. Y sin embargo, la influencia que Debian ha tenido en el software libre es muy superior, incluso me atrevería a decir que es incalculable.

Mientras Slackware intentaba tocar lo menos posible, en Debian se centraron en mejorar la experienciaimplementando nuevos programas, sistemas y toda una nueva base; con el tiempo esta base se ha convertido en todo un estándar en el mundo Linux.



Debian se caracteriza por la facilidad de uso que ofrece frente a otras distros; al mismo tiempo, es una de las distros más estables y seguras que puedes encontrar. No es de extrañar, por lo tanto, que sea tan popular entre profesionales o para montar servidores.



Debian es el hogar de decenas de miles de paquetes, en formato .deb, provenientes de todo tipo de proyectos; por lo tanto, es una distro altamente personalizable, y es gracias a esto que cientos de distros han nacido partiendo de su base. Sin Debian no existiría Ubuntu ni muchas mas distros.

Red Hat, la que demuestra que se puede ganar dinero con el software libre



Es uno de los discursos más repetidos por los contrarios al software libre; si regalas el código, no puedes ganar dinero con tu trabajo. Red Hat es la demostración de que eso no es cierto, de que es posible ganar mucho dinero con el software libre.



La distro Red Hat Linux está orientada a usuarios profesionales y a empresas; la clave está en que sus creadores no cobran por la distro, cuyo código sigue siendo abierto. En vez de eso, cobran por suscripciones que incluyen soporte completo, entrenamiento de empleados e integración con los servicios que la empresa ya usa.



La influencia de Red Hat en el software libre se mide en dólares. El pasado septiembre presentó unos beneficios de 600 millones de dólares; se considera que la compañía vale más de 1.500 millones de dólares. Un dinero que beneficia a Linux, ya que Red Hat es la segunda empresa que más código aporta al proyecto.



Y si quieres saber porqué Red Hat es tan codiciada, puedes usar su versión completamente libre y gratuita, Fedora.

Ubuntu, la distro de escritorio más popular



No podía faltar Ubuntu, por supuesto. Ha sido, y sigue siendo, la primera distro de mucha gente, y no es casualidad; es una distro que nos quita de la cabeza todos los tópicos que pudiésemos tener de Linux.

Basada en Debian, se centra en ofrecer una experiencia sencilla para el usuario medio; este trabajo se nota no sólo en la selección de paquetes, sino también en el trabajo para mejorar aspectos como los drivers.



No es que a Ubuntu le haya faltado la polémica, claro. Decisiones tomadas en nombre de la usabilidad han conseguido desencantar a muchos usuarios; como el escritorio Unity, la interfaz estilo OS X y la necesidad de monetizar la distro de alguna manera.

Pero pese a todo, Ubuntu sigue siendo un referente para cualquier otra distro que se precie; y al igual que Debian, está siendo la base para una nueva generación de distros, como Linux Mint.