Geir Jenssen (Tromsø, 1962) es el verdadero nombre oculto tras el nombre artístico de Biosphere, un proyecto musical polifacético y sublime, conmovedor y arriesgado, que hunde sus raíces en los sonidos de algo tan tradicional como la naturaleza misma, pero a la par avanzado, adelantado a su tiempo, vía electronic media.
En cierta medida, se trata de un creador difícil de definir, pese a que en líneas generales numerosos críticos -así como el mismo artista- lo asimilan a la ambient music en su tendencia más electrónica, el easy-listening, la mood music, el muzak (o "música de fondo", típica de hilos musicales de aeropuertos, ascensores y comercios), el minimalismo de Erik Satie y Brian Eno, la música concreta y ruidista de Luigi Russolo y John Cage, el downtempo, y el ambient house propiamente dicho, también conocido como ambient dub, desde que Alex Patterson (alma máter de The Orb) fraguara hacia 1991 tal etiqueta.
Un estilo propio y genuino
Jenssen lleva desde principios de los años noventa creando piezas musicales de insólita belleza, rara composición y total libertad creativa. Las fuentes de las que bebe son múltiples, generalmente conectadas con las aportaciones de genios universales del arte electrónico sonoro más experimental y avant-garde como Future Sound Of London, KLF, Stockhausen, Kraftwerk, Philip Glass, el citado The Orb y la corriente más visceral del ambient, el llamado aislacionismo, cuyo pionero y mayor representante en la actualidad es el músico español Francisco López.
Pero que beba y aprenda de tantas fuentes no significa que su sonido no sea absolutamente personal. Muy al contrario, tales influencias son tamizadas siempre por su propio punto de vista, originalísimo, lo cual unido a su experiencia y particular sentido estético dan como resultado uno de los creadores más peculiares, mágicos e irrepetibles de la música de todos los tiempos.
No en vano, se le considera artífice de algunos de los discos más logrados e inolvidables de la música ambient, en un estilo que algunos estudiosos, dando rienda suelta a su imaginación, han querido considerar incluso como arctic ambient ("ambient ártico"), definición válida para algunas de sus obras, pero que se queda corta al contemplar su discografía en conjunto.
En general, el estilo de Biosphere y su técnica se caracterizan, fundamentalmente, por el uso de samples ("muestras"), o sea, grabaciones de sonidos extraídos de ambientes naturales reales -como glaciares, valles, ríos, playas, fiordos, bosques y templos, normalmente de su bello país natal, Noruega-, procesados mediante ordenadores y complejos programas informáticos de estudio, medios electroacústicos,...
Jugando con esta base, en principio tan simple, Jenssen yuxtapone o añade en ocasiones -según la pieza en concreto-, ritmos digitales creados con cajas de ritmo o samplers, melodías realizadas con instrumentos musicales "reales" o analógicos como guitarras, bajos, gongs, tambores, sitares..., y por último, efectos de sonido como filtros, delays o reverbs (entre otros), buscando enriquecer la composición final.
Ciencia-ficción y ambientes naturales a partes iguales
El resultado es sorprendente. Muchos de sus temas están claramente inspirados en la ciencia-ficción y las temáticas futuristas, otros hunden sus raíces en una especie de New Age mal disimulada, por momentos incluso ambigua. Pero lo que parece, sin discusión posible, totalmente evidente en la discografía de Biosphere es su amor por las grabaciones de sonidos de la naturaleza. Baste con visitar la propia web del autor y observar algunas de sus fotografías para entender tal cosa. Una de sus más famosas imágenes presenta a un complacido Geir Jenssen sentado en mitad de un valle glaciar, equipado con un equipo de audio profesional, ¡grabando avalanchas!
Ejemplos claros de este empleo creativo de samples extraídos del medio ambiente los vemos en diversos fragmentos de su disco más celebrado y famoso, Substrata (1997, considerado una de las obras clave del ambient universal), como Chukhung -en donde sobre una lluvia suave se va ensamblando una melodía minimalista y repetitiva de cuerdas y bajos muy filtrados- o los chispazos acuosos de Hyperborea, que sirven de base a una especie de enigmática narración oral humana y preciosas líneas de sintetizadores, con una cadencia lenta y suave. El mismo título de este último tema da idea de esa inspiración "Nueva Era" y futurista, que es ya sello distintivo del "sonido Biosphere".
Asimismo, los rumores del agua y el viento con que arranca Sphere Of No-Form (en el mismo disco) hacen de introducción para una composición que evoluciona hacia un diálogo entre robustos ecos de bajos, algo así como trompetas tibetanas rituales perdidas en la inmensidad.
Paisajes sonoros, relajación y sinestesia
La obra entera de Biosphere supone, por sí misma, la demostración de cómo Geir Jenssen es capaz de crear paisajes sonoros de sensacional belleza, frecuentemente vinculados con la sinestesia. Salvo excepciones, la lentitud de sus ritmos (o total ausencia de ellos), su exquisita pero peculiar armonía, y su conmovedora habilidad para transmitir emociones y sensaciones mediante melodías de increíble sencillez y/o meros sonidos de fondo heterogéneos, inducen al oyente a la relajación y el sosiego, sumergiéndolo en una atmósfera delicada pero misteriosa, rica y compleja pese a su aparente simplicidad. En definitiva, una música meditada que ayuda a la meditación o la simple evasión, podría decirse, y siempre óptima para cualquier chill-out.
Otro de sus discos más hermosos, a la par que inquietantes, Polar Sequences (1996), preconizaba los pasos que seguiría el artista en su siguiente obra maestra, la citada Substrata. Como reza su título, se trata esencialmente de un disco que trata de recrear experiencias sensoriales vinculadas con esos paisajes polares a los que tan acostumbrado está el escandinavo (probablemente ecos de la memoria, de su infancia): hielo derritiéndose, aire susurrante, loops de matices fríos, ruido blanco,..
Para saber más sobre su riquísima discografía aconsejamos visitar la página web www.biosphere.no, aunque desde aquí caben destacarse los siguientes records (aparte de los mencionados Substrata y Polar Sequences): Microgravity (1991) por ser el primero y, pese a ello, uno de los más representativos; Cirque (2000), una auténtica joya sonora; y el emotivo pero espectral Auteur de la Lune (2004).
Pese a no ser demasiado conocido fuera del mundillo de la electrónica avant-garde, algunas de sus canciones han logrado un considerable éxito: por ejemplo, Novelty Waves fue usado para una campaña publicitaria de la marca Levi's. Y muchos de sus temas han aparecido en compilaciones de ambient y música IDM por todo el mundo. Por otra parte, Biosphere ha influido también muy notablemente en artistas posteriores como Boards of Canada, Autechre, Lusine u Oval.
En cierta medida, se trata de un creador difícil de definir, pese a que en líneas generales numerosos críticos -así como el mismo artista- lo asimilan a la ambient music en su tendencia más electrónica, el easy-listening, la mood music, el muzak (o "música de fondo", típica de hilos musicales de aeropuertos, ascensores y comercios), el minimalismo de Erik Satie y Brian Eno, la música concreta y ruidista de Luigi Russolo y John Cage, el downtempo, y el ambient house propiamente dicho, también conocido como ambient dub, desde que Alex Patterson (alma máter de The Orb) fraguara hacia 1991 tal etiqueta.
Un estilo propio y genuino
Jenssen lleva desde principios de los años noventa creando piezas musicales de insólita belleza, rara composición y total libertad creativa. Las fuentes de las que bebe son múltiples, generalmente conectadas con las aportaciones de genios universales del arte electrónico sonoro más experimental y avant-garde como Future Sound Of London, KLF, Stockhausen, Kraftwerk, Philip Glass, el citado The Orb y la corriente más visceral del ambient, el llamado aislacionismo, cuyo pionero y mayor representante en la actualidad es el músico español Francisco López.
Pero que beba y aprenda de tantas fuentes no significa que su sonido no sea absolutamente personal. Muy al contrario, tales influencias son tamizadas siempre por su propio punto de vista, originalísimo, lo cual unido a su experiencia y particular sentido estético dan como resultado uno de los creadores más peculiares, mágicos e irrepetibles de la música de todos los tiempos.
No en vano, se le considera artífice de algunos de los discos más logrados e inolvidables de la música ambient, en un estilo que algunos estudiosos, dando rienda suelta a su imaginación, han querido considerar incluso como arctic ambient ("ambient ártico"), definición válida para algunas de sus obras, pero que se queda corta al contemplar su discografía en conjunto.
En general, el estilo de Biosphere y su técnica se caracterizan, fundamentalmente, por el uso de samples ("muestras"), o sea, grabaciones de sonidos extraídos de ambientes naturales reales -como glaciares, valles, ríos, playas, fiordos, bosques y templos, normalmente de su bello país natal, Noruega-, procesados mediante ordenadores y complejos programas informáticos de estudio, medios electroacústicos,...
Jugando con esta base, en principio tan simple, Jenssen yuxtapone o añade en ocasiones -según la pieza en concreto-, ritmos digitales creados con cajas de ritmo o samplers, melodías realizadas con instrumentos musicales "reales" o analógicos como guitarras, bajos, gongs, tambores, sitares..., y por último, efectos de sonido como filtros, delays o reverbs (entre otros), buscando enriquecer la composición final.
Ciencia-ficción y ambientes naturales a partes iguales
El resultado es sorprendente. Muchos de sus temas están claramente inspirados en la ciencia-ficción y las temáticas futuristas, otros hunden sus raíces en una especie de New Age mal disimulada, por momentos incluso ambigua. Pero lo que parece, sin discusión posible, totalmente evidente en la discografía de Biosphere es su amor por las grabaciones de sonidos de la naturaleza. Baste con visitar la propia web del autor y observar algunas de sus fotografías para entender tal cosa. Una de sus más famosas imágenes presenta a un complacido Geir Jenssen sentado en mitad de un valle glaciar, equipado con un equipo de audio profesional, ¡grabando avalanchas!
Ejemplos claros de este empleo creativo de samples extraídos del medio ambiente los vemos en diversos fragmentos de su disco más celebrado y famoso, Substrata (1997, considerado una de las obras clave del ambient universal), como Chukhung -en donde sobre una lluvia suave se va ensamblando una melodía minimalista y repetitiva de cuerdas y bajos muy filtrados- o los chispazos acuosos de Hyperborea, que sirven de base a una especie de enigmática narración oral humana y preciosas líneas de sintetizadores, con una cadencia lenta y suave. El mismo título de este último tema da idea de esa inspiración "Nueva Era" y futurista, que es ya sello distintivo del "sonido Biosphere".
Asimismo, los rumores del agua y el viento con que arranca Sphere Of No-Form (en el mismo disco) hacen de introducción para una composición que evoluciona hacia un diálogo entre robustos ecos de bajos, algo así como trompetas tibetanas rituales perdidas en la inmensidad.
Paisajes sonoros, relajación y sinestesia
La obra entera de Biosphere supone, por sí misma, la demostración de cómo Geir Jenssen es capaz de crear paisajes sonoros de sensacional belleza, frecuentemente vinculados con la sinestesia. Salvo excepciones, la lentitud de sus ritmos (o total ausencia de ellos), su exquisita pero peculiar armonía, y su conmovedora habilidad para transmitir emociones y sensaciones mediante melodías de increíble sencillez y/o meros sonidos de fondo heterogéneos, inducen al oyente a la relajación y el sosiego, sumergiéndolo en una atmósfera delicada pero misteriosa, rica y compleja pese a su aparente simplicidad. En definitiva, una música meditada que ayuda a la meditación o la simple evasión, podría decirse, y siempre óptima para cualquier chill-out.
Otro de sus discos más hermosos, a la par que inquietantes, Polar Sequences (1996), preconizaba los pasos que seguiría el artista en su siguiente obra maestra, la citada Substrata. Como reza su título, se trata esencialmente de un disco que trata de recrear experiencias sensoriales vinculadas con esos paisajes polares a los que tan acostumbrado está el escandinavo (probablemente ecos de la memoria, de su infancia): hielo derritiéndose, aire susurrante, loops de matices fríos, ruido blanco,..
Para saber más sobre su riquísima discografía aconsejamos visitar la página web www.biosphere.no, aunque desde aquí caben destacarse los siguientes records (aparte de los mencionados Substrata y Polar Sequences): Microgravity (1991) por ser el primero y, pese a ello, uno de los más representativos; Cirque (2000), una auténtica joya sonora; y el emotivo pero espectral Auteur de la Lune (2004).
Pese a no ser demasiado conocido fuera del mundillo de la electrónica avant-garde, algunas de sus canciones han logrado un considerable éxito: por ejemplo, Novelty Waves fue usado para una campaña publicitaria de la marca Levi's. Y muchos de sus temas han aparecido en compilaciones de ambient y música IDM por todo el mundo. Por otra parte, Biosphere ha influido también muy notablemente en artistas posteriores como Boards of Canada, Autechre, Lusine u Oval.