Te damos la bienvenida a la comunidad de T!Estás a un paso de acceder al mejor contenido, creado por personas como vos.

O iniciá sesión con
¿No tenés una cuenta?
Julian Thompson aseguró que si nuestro país toma la base militar en las islas, ellos deberían cederlas. Dirigió las fuerzas terrestres en la guerra de 1982, y cuestiona la reducción del presupuesto militar.





BUENOS AIRES.- El Reino Unido perdería las Islas Malvinas si la Argentina toma la base aérea militar ubicada en el archipiélago, advirtió Julian Thompson, comandante de las fuerzas terrestres británicas durante la guerra de 1982, en una entrevista con el diario "The Times". 

Thompson, crítico de los recortes presupuestarios en materia de Defensa que han aplicado los sucesivos gobiernos británicos, expresó que "los argentinos tienen una brigada de Infantería de marina. Tienen una brigada de paracaidistas y algunas buenas fuerzas especiales". 

"Todo lo que tienen que hacer es llevar a esa gente a las islas durante el tiempo necesario para destruir los aviones Typhoon (de la Royal Air Force) y será el final", consideró en la entrevista que publicó hoy el matutino londinense. 

El último portaaviones operativo del Reino Unido era el "HMS Ark Royal", retirado del servicio en diciembre de 2010, mientras se prevé la construcción de dos nuevos para dentro de ocho años. 

"Tienes que llevar tu propio apoyo aéreo y no puedes hacerlo sin un portaaviones. Fin de la historia", recalcó Thompson. 

En noviembre de 2010, Thompson había firmado una solicitada junto a otros cuatro ex jefes de las Fuerzas Armadas del Reino Unido en la que advertían que las Malvinas quedaron "expuestas a un nuevo ataque de la Argentina" tras recortes presupuestarios en materia de Defensa.

La solicitada de entonces, publicada también por The Times, fue suscrita por el almirante Lord West, ex secretario de Estado a cargo de terrorismo, el ex almirante de la flota Julian Oswald y los ex vicealmirantes Jeremy Blackham y John McAnally. La base militar a la que aludió Thompson es la de Monte Agradable (Mount Pleasant), y está ubicada en la isla Soledad, a 50 kilómetros de Puerto Argentino (Port Stanley para el Reino Unido). 

A pesar de las consideraciones británicas, la Casa Rosada ha reiterado que la única vía para recuperar las Islas es la diplomática, descartando de plano toda posibilidad de una incursión militar. 

A la Argentina "no la van a ver en ninguna invasión porque no somos un pueblo guerrero", remarcó el jueves pasado la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en su mensaje al Congreso, ocasión en la que recordó que la guerra de 1982 "no fue decidida por todos los argentinos sino por la dictadura". 

Las declaraciones de Thompson se conocen en medio de la escalada bilateral de los últimos meses entre Buenos Aires y el Reino Unido, y cuando resta menos de un mes para que se cumpla el 30º aniversario del inicio del conflicto bélico de 1982. 

A mediados de febrero, el canciller Héctor Timerman presentó ante las Naciones Unidas una denuncia contre Londres por la "militarización" del Atlántico Sur. 

La administración del primer ministro conservador David Cameron rechazó esa acusación bajo el argumento de que el envío de un destructor de clase 45 al archipiélago y el despliegue del príncipe Guillermo para un entrenamiento como piloto de helicópteros obedeció a una medida "de rutina".

La semana pasada, además, el Reino Unido convocó al encargado de negocios de la Argentina en Inglaterra, Osvaldo Mársico, para que dé explicaciones por el pedido del gobierno nacional a una veintena de empresas para que eviten comprar productos británicos, al tiempo que calificó la política argentina hacia las islas de "confrontación y no de cooperación". 

El conflicto de 1982 se extendió entre el 2 de abril y el 14 de junio y dejó un saldo de 649 soldados argentinos y 255 militares británicos muertos.