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Miércoles 1 de Mayo de 2013

Pablo Sirvén: "Víctor Hugo es un gran versero"

El periodista, especialista en medios, acaba de publicar Converso, en el que analiza cómo fue que Víctor Hugo Morales se convirtió en el principal vocero del relato kirchnerista








Pablo Sirvén, autor de Converso.



¿Por qué "Converso", un término religioso?

"Converso", lo primero que alude, según la definición del diccionario de la Real Academia Española es a "el que cambia de religión". Elegí ese título porque me parece que tiene varias acepciones ocultas, o no tan ocultas. Una es el verbo "conversar" en primera persona del singular. El es un gran conversador, su oficio es hablar, es un relator. Después, la palabra "converso" puede ser dividida en dos, "con" y "verso", él es un gran versero también. Converso puede sonar dramático, pero cuando le puse ese título pensé en todos estos juegos. Y dentro del libro, de alguna manera, también se rescatan. Por supuesto, también hay un capítulo dedicado a los conversos. Hay muchos tipos de conversos, no solamente religiosos, sino también políticos, por conveniencia, genuinos, por miedo.


En el caso de Víctor Hugo, ¿esta conversión se produce por convicción o por dinero?

Es complejo. No es ni simple ni fácil la respuesta, hay varias razones. Por un lado hay que reconocerle que él tenía una obsesión y un odio hacia Clarín muy anterior al kirchnerismo, que se le acentuó cuando el grupo se metió en el negocio del fútbol con las transmisiones televisivas. ¿Por qué? Porque ponía en cuestionamiento a su propio oficio, de relator radial de fútbol, que entra en su definitivo ocaso a comienzos de los noventa, cuando la televisión comienza a adueñarse del fútbol y la radio se queda atrás. Él vio que pasaba un colectivo que iba contra Clarín, y dijo "yo no me lo pierdo", lo corrió, se subió y una vez arriba no fue sólo un pasajero sino que además dijo "lo quiero manejar yo".

Un momento bisagra es el conflicto con el campo, donde Víctor Hugo estuvo en la vereda de enfrente y entrevistaba todo el tiempo a dirigentes rurales. Hasta ahí, el Gobierno venía con la transversalidad, pero entonces encuentra un enemigo con quien pelear, sumado a los medios hegemónicos, que tomaron una postura a favor de los productores. A partir de ahí se empiezan a dar algunas medidas, como la estatización de las AFJP y Aerolíneas, que a él le caen muy bien, diría que en gran parte genuinamente, que tenían que ver con reivindicaciones que a él le podían interesar. Esto se acentúa en noviembre de 2009 con la sanción de la Ley de Medios. Pero el hecho crucial sucede el 2 de febrero de 2010.

Ese día llama Néstor Kirchner el mediodía a Radio Continental y pide hablar con él. Porque Víctor Hugo, como otros periodistas, había estado despotricando porque en medio de la crisis Néstor compró 2 millones y medio de dólares. Víctor Hugo fue muy crítico, hasta que llega esa llamada privada. El dice que Kirchner lo desarmó porque le dijo que no compró para especular sino para hacer una inversión inmobiliaria. Y ahí él hace el giro. No lo sacó al aire, no le preguntó por qué no había hecho una transferencia bancaria. Uno podría comprender, a partir de las últimas investigaciones de Jorge Lanata, por qué Kirchner no hacía pasar el dinero por los bancos y que no quedara registro.

Kirchner se murió y el único testigo es él. Entonces la sensación es que es una novela a la que se le arrancaron varias páginas, porque a partir de ese momento él se convierte en un militante de la causa. El problema no es que a él le gusten las medidas del Gobierno. El problema es el énfasis y la persistencia, el machaque que hace, tipo Radio Rebelde de La Habana, todos los días. Entonces los funcionarios salen con él, no con cualquiera. Y además se produce una cosa interesante. Él a la mañana tiene editoriales continuos que son rescatados por 678 todos los días. Eso después replica en toda la usina K.


¿Vos pensás que esto está armado?

Bueno, cuando ves que todos los días hace estos editoriales contra Clarín, LA NACION y el periodismo, con un odio y una saña que hace que parezca que él es un renegado del periodismo. ¿Desde dónde habla? No desde adentro del periodismo, porque él dice que en los últimos años el periodismo se ha convertido en la cosa más miserable del mundo. Todos podemos reconocer que tenemos errores, pero de ahí a lo que hace él contra el periodismo, de provocar y producir en los oyentes odio...


¿Qué beneficios obtuvo a partir de esta conversión?

Los beneficios podrían ser indirectos. Yo entrevisté a sus dos productores históricos, el de radio, Julio Moyano, y el de televisión, Eduardo Metzger. Justamente, Metzger dice que cree que Víctor Hugo consiguió "facilidades": primero ser escuchado y arropado por un nuevo grupo de personas. Víctor Hugo es muy narcisista, pero al mismo tiempo tiene complejo de inferioridad. Entonces él se recicla, de relator radial que estaba en el ocaso (no por él, sino por el oficio) en un lugar de notoriedad polémica, que a él le gusta, porque es reverenciado por las supuestas izquierdas. Detalle de la tapa del libro. A él le encanta viajar al exterior, pero también hacer viajes de cabotaje, le encanta agarrar el auto e irse con el termo y el mate... y entonces en el libro se cuenta que hace recorridos mucho más intensos que un político en campaña. Va a Tapalqué, Azul, Olavarría... Lo que se detecta después es que en muchos casos tiene acuerdos con las municipalidades, que están en manos de intendentes del Frente para la Victoria. Ahí hay auspicios, pagos por charlas de la Ley de Medios, avisos que van a parar a Competencia y Bajada de Línea . La leyenda de que acá hubo un valijón enorme a mí no me consta. Lo que creo es que hay un intercambio de favores y nuevos emprendimientos y trabajos. Su productora general, Fabiana Segovia, recibe, con su productora Rabona, medio millón de pesos de la Jefatura de Gabinete. Él encontró cómo reciclarse profesionalmente, pero eso, al mismo tiempo le dio una presencia política inesperada, con sus costos y sus riesgos, porque él perdió una parte del público, muy importante, y me parece que no recuperó la misma cantidad. Porque cuando vos analizás el rating de marzo, Continental tiene en tercer lugar a Magdalena, a Fernando Bravo y a Nelson Castro, y cuando está él en el aire está cuarta.


¿Y el programa de la tele?

El programa de la tele está hace cuatro años, con rating menguante. Arrancó con 2,4 y fue bajando. Para un canal privado hay dos rarezas: que un programa que tiene ese rating pueda sobrevivir tanto tiempo y que tenga la tanda que tiene. Tiene una tanda importante, con publicidad oficial, que además está rotativa en el canal.


¿El Gobierno pone la plata sin decir adónde va, no?

Cuando entrás a la página de la Jefatura de Gabinete es muy difícil seguir la ruta del dinero, porque lo que encontrás son nombres de fantasía de empresas, que no dice a quién pertenecen. En el caso de Rabona, yo sé que es de Fabiana Segovia, pero no me dice dónde va ese medio palo, no me lo discrimina. Ella tiene dos restaurantes, calculo que no será para los dos restaurantes. La pauta oficial, que yo sepa, es para poner en los medios.