Una inmobiliaria ubicada en el barrio de San Cristóbal fue el escenario que dejó al descubierto el accionar de una nueva banda de delincuentes, a los que la policía apodó los “abue-chorros” debido a la avanzada edad de sus integrantes.
El trío de delincuentes, dos hombres de entre 60 y 70 años, y una mujer bastante más joven, entraron al local el último viernes al mediodía, ubicado en la avenida San Juan al 2800, con intención de averiguar por una tasación.
“Entró este hombre con boina, que había venido el martes pasado para decirme que iba a volver con el primo y la hija a averiguar por una tasación. Vinieron el viernes. Yo estaba solo en la oficina y justo llegó mi viejo. Les invité a que se sentaran pero no lo hicieron y el de boina nos dijo ´quédense quietos o los bajo a los dos´. Yo me asusté y por eso me fui corriendo para arriba, donde pude pedir ayuda y ahí se fueron los tipos”, le contó a un cronista de América TV, Horacio, el dueño de la inmobiliaria. “Si tenía que apostar a que estos tipos eran ladrones, hubiera perdido”, agregó.
link: https://www.youtube.com/watch?v=L2QtvWNlWPU
El accionar de este trío de delincuentes, que actuaron impunemente a cara descubierta, quedó registrado por la cámara de seguridad del local. En la misma se puede ver cómo los tres ladrones ingresan a la inmobiliaria al mismo tiempo que el padre de Horacio, y luego el que utiliza una boina les muestra el arma. A continuación se ve a Horacio forcejear con la mujer y luego correr hacia el interior del local, mientras su padre , también llamado Horacio, se queda forcejeando con los dos hombres hasta que recibe un culatazo y cae.
La mujer trató de abrir los cajones del escritorio de Horacio pero los mismos estaban cerrados con llave por lo que no hubo botín para los ladrones, que salieron rápidamente del lugar ante la imposibilidad de concretar el robo.
“El de boina tenía 70, el gordito 60 y la mina 50 fácil, toda gente grande. Nosotros tuvimos un robo y por eso pusimos la cámara de seguridad para que lo piensen dos veces. No les importa nada y por eso entraron dos veces así que vamos a blindarnos detrás de vidrios y no vamos a tener más contacto físico con nadie. Para poder trabajar tenés que estar encerrado y blindado”, ironizó Horacio sobre la situación de inseguridad que vive su local.
Según relató Horacio, en otras entrevistas, en mayo, ingresaron al local delincuentes disfrazados de carteros de la empresa Oca, y le gatillaron tres veces en la cabeza; y a su padre le fracturaron la cadera a golpes.
El trío de delincuentes, dos hombres de entre 60 y 70 años, y una mujer bastante más joven, entraron al local el último viernes al mediodía, ubicado en la avenida San Juan al 2800, con intención de averiguar por una tasación.
“Entró este hombre con boina, que había venido el martes pasado para decirme que iba a volver con el primo y la hija a averiguar por una tasación. Vinieron el viernes. Yo estaba solo en la oficina y justo llegó mi viejo. Les invité a que se sentaran pero no lo hicieron y el de boina nos dijo ´quédense quietos o los bajo a los dos´. Yo me asusté y por eso me fui corriendo para arriba, donde pude pedir ayuda y ahí se fueron los tipos”, le contó a un cronista de América TV, Horacio, el dueño de la inmobiliaria. “Si tenía que apostar a que estos tipos eran ladrones, hubiera perdido”, agregó.
link: https://www.youtube.com/watch?v=L2QtvWNlWPU
El accionar de este trío de delincuentes, que actuaron impunemente a cara descubierta, quedó registrado por la cámara de seguridad del local. En la misma se puede ver cómo los tres ladrones ingresan a la inmobiliaria al mismo tiempo que el padre de Horacio, y luego el que utiliza una boina les muestra el arma. A continuación se ve a Horacio forcejear con la mujer y luego correr hacia el interior del local, mientras su padre , también llamado Horacio, se queda forcejeando con los dos hombres hasta que recibe un culatazo y cae.
La mujer trató de abrir los cajones del escritorio de Horacio pero los mismos estaban cerrados con llave por lo que no hubo botín para los ladrones, que salieron rápidamente del lugar ante la imposibilidad de concretar el robo.
“El de boina tenía 70, el gordito 60 y la mina 50 fácil, toda gente grande. Nosotros tuvimos un robo y por eso pusimos la cámara de seguridad para que lo piensen dos veces. No les importa nada y por eso entraron dos veces así que vamos a blindarnos detrás de vidrios y no vamos a tener más contacto físico con nadie. Para poder trabajar tenés que estar encerrado y blindado”, ironizó Horacio sobre la situación de inseguridad que vive su local.
Según relató Horacio, en otras entrevistas, en mayo, ingresaron al local delincuentes disfrazados de carteros de la empresa Oca, y le gatillaron tres veces en la cabeza; y a su padre le fracturaron la cadera a golpes.