Les presentamos a ustedes, estimados, la nueva dictadura en el mundo. No es Venezuela, ni tampoco Corea del Norte o Siria: es Suecia, o mejor conocida como la República Islámica de Suecia.
En Suecia la libertad de expresión, una de las libertades civiles más importantes luego de las libertades de creencias y el derecho a la propiedad, está en peligro total de ser abolida: los partidos hegemónicos de la izquierda, soberbiamente, han impuesto una doctrina de censura contra aquella postura distinta, diferente o contraria, incluso censurándose toda aquella comunicación que no sea "políticamente correcta".
En Suecia el Estado persigue a sus ciudadanos por emitir opiniones contrarias sobre migración o integración social. Incluso se promueve a bloquear contenidos de personas libres que emiten sus opiniones poco aceptables, negándose el derecho a expresarse. Suecia ha entrado en una vorágine de experimentación ideológica progre-marxista, y se ha convertido en un bastión del multiculturalismo en el mundo, que ha levantado las alarmas de decenas de países que respetan los Derechos Humanos.