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Aunque resulte muy difícil entender cómo es posible que seres humanos habiten en las regiones árticas del planeta, lo cierto es que en todo el norte terrestre, desde Alaska y Norteamérica hasta la Siberia —pasando por Groenlandia—, viven pueblos que tradicionalmente han sido llamado esquimales y a los que recientemente se les denomina inuit, término con el cual se nombran a sí mismos. Estas personas poseen condiciones físicas para enfrentar las bajas temperaturas de su entorno. Ven, pues, a conocer 7 cosas muy interesantes sobre los esquimales inuit que deberías aprender.


7. El idioma que hablan los inuit







Las comunidades inuit de Alaska hablan un idioma llamado inupiaq, que es parte de una familia delenguas esquimo-aleutiana. Sin embargo, otros pueblos inuit de Canadá, Groenlandia y la Siberiahablan sus propios dialectos. Todos los idiomas de los esquimales tienen este tronco común que es de origen europeo.




6. Cuál es el papel de la mujer en las sociedades inuit






Desde tiempos inmemoriales, los roles de hombres y mujeres en las sociedades inuit han estado separados. Los hombres cazaban; las mujeres curtían pieles, confeccionaban la ropa y se ocupaban de las tareas del hogar. Esto ha cambiado un poco en los tiempos modernos, pero todavía la mayor responsabilidad en las actividades extrahogareñas es masculina y las féminas están confinadas a las labores domésticas.




5. El matrimonio de los esquimales






Tradicionalmente, el matrimonio de los esquimales era concertado por las familias para hacer alianzas de guerra y cacería. En la actualidad, dichas reglas se han relajado, de modo que los jóvenes se casan más acorde a sus preferencias de pareja. No poseen ceremonia nupcial alguna. En épocas pasadas, la gordura femenina era considerada una virtud, pues se le creía señal de salud y fecundidad. El divorcio ha existido antes y después, pero nunca ha tenido índices muy elevados, como sucede en las sociedades occidentales.




4. Creencias religiosas de los inuit






En una población que ha habitado una de las zonas más agrestes del planeta es natural que se desarrollasen creencias religiosas que asuman la naturaleza como una fuerza malévola. Por tanto, todo ritual está destinado a aplacar la furia de los espíritus naturales, encarnados en animales o en eventos climáticos como la ventisca. Ello conduce a la observancia de conductas y tabús, así como a la realización de ceremonias que veneren a esas divinidades. Los cazadores suelen abrir el cráneo de los animales para liberar a su espíritu. Canciones y leyendas se crean a partir de dichas creencias, que son transmitidas por los chamanes, personajes sanadores con poderes especiales dentro de la comunidad.



3. Gastronomía y alimentación de los inuits






Como en los áridos terrenos de la tundra no hay posibilidades de sembrar, los inuit han sido pueblos eminentemente carnívoros que se alimentan de animales que cazan. A lo largo del tiempo, han usado arpones para atrapar focas, morsas y ballenas. También se han alimentado de pescado y de bayas silvestres. Para poder resistir el frío tan intenso de su ambiente, los alimentos de los esquimales tienen mucha grasa, lo que los provee de energía.




2. El llamado «beso esquimal»






Los pueblos inuit tienen lo que se ha dado en llamar elbeso esquimal. Se trata de una manifestación amorosa que se expresa frotando las narices uno contra el otro. La explicación occidental a esta conducta es que, si las temperaturas afuera son tan bajas, difícilmente una pareja inuit podría besarse en los labios sin que la saliva se congele. Sin embargo, al parecer la explicación de este suceso va más allá. Para ellos el «kunik» es un saludo íntimo que luce como si las personas frotaran sus narices, pero en realidad lo que hacen es olerse el pelo y las mejillas. De este modo, las personas se recuerdan entre sí a partir de su fragancia.




1. Los iglús: el hogar de los inuits






Los iglús son el hogar de los pueblos inuit, verdaderas obras de arquitectura diseñadas para guarecerse del frío. Se trata de viviendas en forma de cúpulas construidas a partir de bloques de hielo y nieve. Una idea humana excelente que nos recuerda cuán inteligente es el Homo sapiens: aprovechar para protegerse de las bajas temperaturas justamente aquello que provoca el frío en primer lugar. La nieve tiene propiedades aislantes, por tanto, las paredes a base de este material crean un espacio interior cálido a partir del propio calor corporal del ser humano. Se hacen de todas las formas y tamaños, incluso con diversas recámaras donde llevar una vida más confortable.


A pesar de ser una cultura muy alejada de la nuestra, los inuit o esquimales son pueblos muy interesantes y de un gran valor antropológico para la ciencia, que confirman lo flexible que es el ser humano y cómo puede adaptarse a las condiciones más insólitas de la naturaleza, pues posee un recurso evolutivo de valor incalculable: su inteligencia.