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Bueno aca estoy con otro post…espero que les guste como a mi ya que lo hice de algo q me gusta y mucho: Las historias de terror y gracias a la enorme contribución de creepypasta y dross. Les recomiendo verlo a la noche, con la luz apagada y solo ….jajajaja muy pocos creo que lo harán jaja espero que lo hagan asi ven como sufri yo en ese momento jaja.
Disfrútenlo:


La estatua del angel



Una pareja de esposos decidieron salir una noche a pasear por ahí. Contrataron una niñera, a la cual dejaron a cargo de los dos niños pequeños. Cuando los niños se durmieron, la chica subió al cuarto principal para ver un poco de televisión.
Minutos mas tarde, el teléfono celular del padre de los niños empieza a timbrar. Este contesta. - "Diga?".
- "Si, habla Alison, la niñera".
- "¿Esta todo bien por allá, Alison?"
- "Si, todo bien. Señor, llamaba para preguntarle si acaso podría poner una sabana o algún mantel encima de la estatua del ángel que tienen al lado de la ventana de su cuarto... Es que me pone nerviosa...." El padre guardo un silencio tenso durante algunos segundos.
- "Alison, escucha: Toma a los niños y sácalos cuanto antes de la casa. Yo mientras tanto llamare a la policía.... Nosotros no tenemos ninguna estatua de un ángel en la casa".
Cuando la policía llego a la casa, se encontraron los cadáveres horriblemente mutilados de la niñera y los dos niños. Nunca se encontró una estatua de un ángel ni nada parecido.



Los Ojos rojos

Un hombre fue a un hotel y se dirigió a la recepción para registrarse. La señora que atendía le dio su llave y le comentó que en el camino a su habitación, había una puerta sin número, que estaba cerrada y que a nadie le estaba permitido entrar. En especial que tampoco debían mirar adentro del cuarto, bajo ninguna circunstancia. El sujeto siguió las ordenes de la recepcionista y se fue directo a su habitación.
La siguiente noche, su curiosidad no lo dejaba en paz, así que el hombre decidió ir a revisar esa puerta sin número. Cruzó el pasillo y legó al cuarto; trató de abrir la perilla, desde luego estaba cerrada. Se agachó y miro por el cerrojo. Sintió una brisa fría en su ojo. Lo que vio fue simplemente una habitación común y corriente como la de él, pero en la esquina de esta, había una mujer cuya piel estaba completamente blanca. Estaba recargada con su cabeza contra la pared. El tipo se confundió un poco. Estuvo a punto de tocar, pero decidió no hacerlo.
Esta decisión salvó su vida. Se retiro y volvió a su cuarto. Al día siguiente, volvió a la puerta sin número y volvió a mirar por la rendija de la perilla. Esta vez solo veía rojo. No podía hacer nada más que ver solo un color rojo que no se movía. Pensó que tal vez la gente del cuarto lo habían descubierto y que probablemente habían tapado la mirilla del otro lado con algo rojo.
Para este punto, el sujeto fue con la señora a preguntarle y calmar su curiosidad. Ella suspiró y preguntó:
- “¿Miraste por la mirilla de la puerta?”
El le contestó que sí, a lo que ella le comentó:
- “Supongo que puedo contarte la historia: Hace tiempo un hombre asesinó a su esposa en esa habitación y desde entonces el espíritu de esa mujer merodea ese lugar. Pero esta gente no era ordinaria, tenían la particularidad de que su piel era completamente blanca, lo único que les resaltaba era que sus ojos eran rojos“





La mano



“Carola y yo siempre fuimos las mejores amigas. Ayer ella me invitó a su casa, a jugar y a que me quedara a dormir. La verdad, no supe bien si aceptar su invitación, porque aunque tengo ya ocho años, jamás me animé a quedarme en la casa de nadie. “No te preocupes”, me dijo ella, “todo estará bien”.Acepté y fui con ella luego de la escuela. Jugamos hasta el anochecer, cenamos, y su madre nos dejó ver una película antes de ir a dormir. Cuando llegó la hora de acostarse, me di cuenta de un problema.
La habitación de Carola tiene las dos camas (la de ella y la de su hermana mayor que se fue de viaje) separadas por el espacio que ocupa la mesita de luz. Pero arriba de la misma, no hay una lámpara que encender durante la noche.
Traté de ser fuerte y no decir nada para no quedar como una bebé, pero cuando nos acostamos y la mamá de Carola apagó la luz, no pude evitar sentir miedo.
-“¿Qué pasa?” me preguntó mi amiga.
-“Nunca te dije, pero tengo mucho miedo a la oscuridad”, contesté.
-“No tiene nada de malo, es algo muy común. Tengo una idea: saca la mano que tienes de mi lado y toma la mía. Así no tendremos miedo”.
Me pareció un buen plan, y cumplí lo que me dijo. Cuando por fin sentí su mano aferrada a la mía, mi miedo desapareció, y pude dormir.
Esta mañana, desperté acurrucada contra la almohada, y agradecí que Carola me diera valor para quedarme. Noté que ella también estaba despierta, y le dije gracias.

-“No fue nada, sólo tuve que hacer ésto…”. E intentó darme la mano.
Pero cuando yo también quise tomársela, descubrimos que por más que nos esforzáramos, jamás alcanzaríamos una la mano de la otra desde la cama.”



La chica del taxi

-“Ésta es una historia que sucede en mi ciudad.
Le sucedió a mi tío, que trabaja de taxista.
Un dia salió a hacer turno nocturno, ya que en fin de semana y quincena (día de pago), las salidas de las discotecas son muy congestionadas.
Era una noche fría y de lluvia.
Mi tío vio a lo lejos una chica en un esquina. Ésta detuvo el taxi, le entregó un papel al taxista con una direccion escrita, que estaba al otro lado de la ciudad.
Mi tio la llevo, pero sentía un ambiente frío durante el camino, la chica tenia una mirada de tristeza y dolor.
Ésta pagó el taxi y entró a su casa.
Mi tío fue a su casa y al día siguiente debía ir a comprar el mercado con mi tía.
Al montarse al auto vieron que había un bufanda en el asiento trasero del auto
Mi tio le dijo a mi tía que tal vez era de la chica del día anterior, así que fue a la casa de ésta a devolverle la bufanda.
Cuando tocó la puerta salió una mujer anciana. Mi tío preguntó por la chica que vivía ahí.
La mujer desconcertada le dijo que no vivía ninguna chica ahí, que si la podía describir.
Éste la describió y ante cada palabra de mi tío la mujer ponía más cara de desconcierto y miedo.
Invitó a mi tío a entrar. Lo primero que mi tío vio en la sala de esa casa era la foto de la chica de la noche anterior.
-Señora disculpe, yo le hablo de ella, y mire es la misma bufanda que vine a entregar.
La mujer le dijo:
-Ella es mi hija, ayer cumplió 3 años de muerta.”



La pulsera negra

“En Estados Unidos, cada vez que te internan en un hospital, colocan en tu muñeca, una pulsera blanca con tu nombre, para poder identificarte. Sin embargo, existen otras pulseras de colores diferentes, que simbolizan otras cosas. Por ejemplo, las pulseras negras son colocadas en las muñecas de las personas que acaban de fallecer.

Mi tía me platicaba de un cirujano que trabajaba en el turno de la noche en una escuela-hospital. El acababa de terminar una operación e iba en camino hacia el sótano. Entro en el elevador, y había otra persona con él. Casualmente se puso a platicar con la mujer sobre tonterías, mientras el elevador descendía.
Cuando la puerta del elevador se abrió, vio que otra mujer estaba a punto de entrar, y entonces el doctor, de manera precipitada apretó el botón para cerrar la puerta, y presiono rápidamente el botón hasta el piso más alto.
Sorprendida, la mujer regaño al doctor por su descortesía al no permitir subir a la otra mujer al elevador.
El Doctor dijo:
- “ Esa es la mujer que acabo de operar. Murió durante la operación… No viste la banda negra que estaba utilizando?”
La mujer sonrió, levanto su brazo y dijo:
- “¿Una banda como esta?”



Espero que les haya gustado y recuerda…..