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Esta es una historia común, en un lugar completamente normal, sin ningún tipo de singularidad, solo con un punto a destacar, un objeto, que para muchos es el sinónimo perfecto de la egolatría, evocando al mismísimo Narciso de la mitología griega. Un Espejo, ¿ que podría tener de malo?.........

Con tan solo pisar aquel lugar apacible, sería fácil decirle a tu propia alma descansa, ya no hay preocupaciones, ni remordimientos, no tienes nada que temer. De alguna manera esa posada escondida en lo recóndito del bosque nublado, repleta de historia y arquitectónicamente dispuesta a hablarte en susurros ininteligibles, te invitaba a una paz inconfundible, ¿ por qué no darme ese suspiro tan anhelado?, me lo merecía. Para ese entonces un soltero de 25 años de edad, no tenía nada que perder, vi el anuncio por Internet y quede preso de su belleza, no era para menos, al ojo expectante y teniéndola frente a frente era mucho mejor de lo que creía.

Cuando me adentre con el guía hacia la espesura del bosque y llegue a mi tan deseado retiro, sin chistar este hombre corpulento de manos callosas, producto quizás de una ardua labor como jardinero, me entrego las llaves y por primera ves en todo el viaje sentí una inquietud palpable ( solo estoy emocionado me dije a mi mismo), ¡Vaya Idiota!.

Entre, solté la única maleta que traje ( de todas maneras solo serian 3 días), mi salario no permitía tanto y como entenderán fue un lujo que pagaría caro " cabe destacar". Me dispuse a revisar mi habitación y tenia todo lo que un soltero sin remedio podría querer, cama amplia, sabanas limpias, baño lujoso ,arte del estilo barroco por doquier, whisky de bienvenida y un maldito espejo que repudie desde que pise mi ala de descanso, no me malinterpreten, era hermoso para que mentir, sutiles acabados en oro, con diseños claramente esculpidos a mano, "una verdadera reliquia", por un momento deje que mi mente avariciosa hiciera acto de presencia y me imagine mil formas de sacarlo y venderlo al mejor coleccionista( vamos cualquiera lo hubiera pensado), en efecto a cualquiera que no le pasara lo que me aconteció.

El primer día me sentí tan feliz, tan solo, ineludiblemente me entregue a la sensación de tranquilidad en la que tu cerebro libera un éxtasis cercano al nirvana, no si se me entienden, pero era mejor que la marihuana que injería en el baño de mi trabajo, estaba tan comprometido a olvidarme del estrés de vivir en los suburbios ,que me olvide por completo de la cena, así que baje al loving a ver si estaba el restaurante abierto y no había nadie, todo muy callado, sin movimiento, ni una alteración, ni un respiro. De repente y no se porque me puse en los zapatos de un mimo( es que era como si el tiempo en esas profundas piedras talladas en la pared se detuviera), ni siquiera podía escuchar el viento susurrar en ese espeso bosque, que ya no me parecía tan enigmático y les juro no andaba bajo el efecto de algún estupefaciente, pero me sentí invadido por una taquicardia sin previo aviso, me sentí vigilado.

Estuve inerte parado en el loving calculo yo por 10 minutos y como si se tratara de una película de suspenso, lo único que me saco de mi parálisis temporal fue un temblor leve pero perceptible, ¡ MALDICIÓN!, alguien tenia que salir, ( vamos no era el empire state, pero si una construcción de años), salí corriendo despavorido por las escalera de arriba en búsqueda de algún turista que obviamente debía de estar pernotando en la instalaciones, tocaba cada una de las puertas con un deseo insostenible, tenia la necesidad en mis poros de escuchar la voz o el ruido de algo, porque aunque no lo crean solo quería sentir la presencia mínima de vida en ese lugar infernal, aunado a ello y como punto eclipsante los temblores eran cada ves mas fuertes, realmente creía que estaba perdiendo la razón. Me dirigí al que entre comillas seria mi retiro, mi gran habitación, por mas escabroso que estaba el ambiente, sentía la obligación de entrar, ¿ y cual fue mi sorpresa?, ahí estaba lo puedo poner en juramento, aquel hombre corpulento, el jardinero, dándome la espalda y sin parar de reír, una risa siniestra, espectral, llena de odio, no tuve otra reacción que soltar una lagrima supongo que fue de pavor y con todo ese cumulo de sensaciones alce mi voz y dije en tono casi vacilante, este no es tu lugar, casi como si supiera lo que se me venia, de inmediato cerré mis ojos y me dispuse a lo peor.

Al poco tiempo de no sentir algo en que temer, recupere mi calma y de nuevo abrí los ojos, no había nada, solo ese espejo el cual ahora yacía en el piso. Entre el susto y mirando desconcertado a todas las direcciones posibles, con la cabeza echa añicos, vi la parte de atrás de tal objeto y solo ahí termine de entender que mi inquietud al comienzo de este viaje fue una advertencia, escrito a pluma y con destacada caligrafía estaba un apartado que decía:" Sr August Rodempei, lamento la fatídica perdida de su amada esposa y en conmemoración a su agraciada belleza deseo hacerle entrega de este detalle, dándole merito a su longevidad y alta gracia en vida, espero le sirva de recuerdo. Fue hecho justo como lo pidió , eh aquí la esencia misma, incrustada laboriosamente para que nunca la olvide", abajo estaba un pedazo desgastado de tela de encaje blanquecina con una mancha sutil de sangre y múltiples hebras de cabello muerto entretejido yacían en el telar de la parte posterior del espejo, cuando me dispuse a levantarlo sobre el reflejo¡la vi , la vi !, atada en su propio recuerdo , describirla no quiero porque a el sol de hoy soy victima de innumerables sueños nocturnos nada agradables, no me pregunten como salí, porque ni yo mismo lo recuerdo. Simplemente un lugar normal, sin ninguna singularidad.

¡DULCES PESADILLAS!..........

Posdata: Realmente espero que este relato echo por mi autoria sea de su agrado, seguiré posteando mas historias de terror.Muchas gracias por leerlo y te agradecería muchísimo tu comentario y que dejes en visto si te gusto o no. Buenas noches.