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Futbol 1.0 – Goal 3 (NES 1993)


Sean bienvenidos una vez más a la sección donde podés ser una estrella del fulbo’ sin necesidad de correr como un boludo (?) atrás de una pelotita. La entrega de hoy despierta la vinolencia bien entendida como sólo los ponjas saben propocionar en el mundo virtual. Un divertimento electrónico ideal para descargar todas esas ondas negativas y para mejorar el Fútbol Real (Modo 6-7-8 off).



Principios de los años noventa, pre-convertibilidad. Aún no había cable para la clase media y, como los dibujos los pasaban recién a las cinco de la tarde, el pendejo se ponía hincha pelotas y pedía insistentemente plata para los videojuegos de la esquina. Los viejos se negaban categóricamente, ya que en los fichines había gente pesada: ese lugar estaba pegadito al club de barrio donde los más grandes arreglaban sus peleas callejeras en contra del enemigo que vivía a escasas diez cuadras.



La doroga llega a nuestros hogares.


La solución llegó cuando Leandrito, un chico que en la escuela muchos no le daban bola, empezó a invitar compañeritos a su casa para jugar con su nuevo chiche. Todos los pibes iban a la casa y quedaban hipnotizados con el televisor a perilla, clavado en el canal 3, y no porque hubiera un programa interesante. Abajo en la mesita se encontraba un aparato blanco conectado al televisor y a un transformador que quemaba y estaba permanentemente al borde del cortocircuito, pero que ni en pedo se desconectaba.



Leandrito puso un cartucho amarillo chino seguramente de dudosa calidad en la ranura y tomó uno de esos cosos rectangulares enganchados de la parte de adelante. Tenía una cruz con las posiciones cardinales, dos botones negros con las letras A y B, dos botones rojos y dos grises más pequeños con las leyendas “Select” y “Start”. En la pantalla, un fontanero rojo rodeado de caños verdes que crecía con hongos y aplastaba a monstruos, como si fuera un mal viaje de LSD. Obviamente todos flashearon (?).



Así, el piberío descubrió la Family Game, versión del ascenso del NES (Nintendo Entretainment System). La vida ya no sería igual. Los pibes no tardarían en tener cada uno su propia consola y empezar a descubrir diferentes jueguitos, entre ellos los de fútbol. Ya ni siquiera hacía falta salir de la casa ni caminar dos cuadras hasta los fichines para poder sentarse en un arcade a facazo limpio (?). Los videojuegos llegaban a tu casa.



La felicidad no sólo llega en fichas. También en cartuchos.

No sólo veíamos fútbol bonito, también aprendimos que las patadas, golpes arteros y las tanganas tenían su encanto.



El videojuego que nos ocupa proporciona todo eso sin ninguna chance de ligar ni un golpe, especialmente de esos grandulones de 16 que entraban a meter piña en los patios de las escuelas.


Les presentamos el cartucho favorito de Blas Armando Giunta y de Luis Suarez también si se pudiera morder.


GOAL 3 (Nintendo Entertainment System) (1993)



a.k.a Kunio Kun no Nekketsu Soccer League

Esta maravilla nipona llegó a mediados de los noventa a la Family Game (NES para los bolsillos pudientes). Supuestamente, era la continuación de los míticos Goal I y II no, no son esas películas inglesas pedorras de la empresa Jaleco. En realidad se trató de un engañapichanga (?) de los muchachos que ingresaron una versión pirata del juego surgido en Technos Japan Corp, los creadores del Double Dragon. Algo así como cuando Belgrano le encajó al Chiqui Pérez y Ribair Rodríguez a Carlos Bianchi.


Lo que obtuvimos a cambio era una continuación de una chotada conocida como Nintendo World Cup pero muy mejorada (o sea que nada que ver). Esta es una simil parodia de Supercampeones, con jugadores imitando a Duhalde (?), patadas karatecas , barridas, codazos y hasta rodillazos. Nada del “balón es tu amigo” que todos sabemos que EDP ni apelar al Fair play o al INADI. En otras palabras, el fútbol que le gusta a la gente (?). Y no sólo eso, sino que se juega Fútbol 5 como los pibe’: ya sea en el hermoso césped de una canchita abajo de la autopista, como también en el barro o la arena del potrero. Para alegría de los hinchas de Racing también hay rayos que le pegan a los jugadores, además de tornados en el que pelota y futbolistas vuelan por los aires. En fin, todo lo necesario para que usted pueda experimentar en carne propia el estadio de la CAI.


Este japojuego es el homenaje virtual a los obreros del fútbol, los honesssssstos (?). Aquellos que buscan el beneficio del equipo y no el lujo individual, apelando a la justicia de sus tapones. Esos que tiran murras, levantan los codos y hasta tiran patadas dignas de una película clase B de Jackie Chan. Defendamos el trabajo de los compañeros. Piensenlo un momento ¿Qué sería del mundo sin abogados los Vangioni, Barrientos, Cascini, Ruggeri, Astrada, Laspada, Braghieri, Marín, Carpintero, Zandoná, Insaurralde, Krupoviesa o Pepe (si usted es un cipayo que únicamente ve fútbol europeo) entre otras tantas luminarias del correctivo a tiempo?



Un ejemplo perfecto de cómo se organizan los post en T!

Nuestro héroe viste el número 9, se llama Kunio Libarona y tiene a su propia botinera porrista: Misako. Le faltan un par de noches en Esperanto y casi estamos hablando del mismísimo Fabbiani. Al mejor estilo Caruso Lombardi, juntó a 12 compañeros de un torneo japonés de quemado (!!!) y decidió desafiar a los mejores equipos del planeta con su equipo, el Nekketsu FC. En este rejunte que estaba jugando con lososopolare podemos encontrar al nº 8 Yoritsune, poderoso delantero con su pelo a lo Erviti e implacable disparo de estrella ninja. Su poder ofensivo es solo igualado por su paja a la hora de defender. Saji, el Nº 10, es parecido a Bergesio (hasta en lo termo). Horibata, casaca 2, quien despeja el peligro con un arrrmoso rodillazo volador en el rostro. Y por último el 3 Iwakabe, el siempre necesario mediocre del equipo. Completa el equipo titular y defiende la valla el arquero Genei en un 2-1-2 que bien puede transformarse en un bielsista (?) 1-2-2 o un cagón ramaciotista 2-2-1.




En la cancha se pueden ver todo tipo de bizarreadas: los jugadores se arrastran cual gusanos, se levantan unos a otros en andas, caminan encima de la pelota o pueden saltar veinte metros para efectuar un tiro especial. Kunio (o el capitán que elijas) les puede ordenar el pase, remate o hasta tirar murras cuando la tiene el rival. Los suplentes son matones, pescadores y hasta nerds. ¿Cúal es el banco Titi?. Con el 4-Unaji, 5-Onitake, 6-Kumon, 7-Kaizuki y 11-Tsunewo, respondería el obeso bufón vestuarista. Curiosamente el arquero suplente se llama Carlos sin (?). En su festejo de victoria, los jugadores bailan y saltan mientras sujetan abanicos a lo Locomía en sus manos.


Misato puede decidir entre 12 jugadores para botinearla toda.

Además, vamos a poder usar todo tipo de recursos no muy futbolísticos que digamos. Tome lista: el Regate Mortal (a puro codazo), Voltereta Golondrina (la versión ponja de la chilena del Lagarto Fleitas), Puñetazo Tornado (conocido en estas tierras como “la gran Sessa”): desmayar de un golpe y aprovechar para pisar esquivar al rival caido, la Aceleración Triple (el jugador gira como un bailarín de Stravaganza golpeando duramente a los otros jugadores), subirse uno arriba del otro para realizar un gol espectacular, etc. Los penales son curiosos porque se patean al estilo yankee o hockey sobre césped. Uno tiene siete segundos de control con la pelota para poder esquivar al arquero y rematar al gol.


Ahi va el super tiro de Kunio adelantando que es gol. Seguro que no lo ve en HD (?)


Lo que hace genial al Goal 3 es su vinolencia en la defensa. Para robar la pelota, los jugadores se barren, tiran codazos y hasta patadas voladoras. Los truquitos especiales son el Ataque Explosivo (rodillazo directo a la jeta) o el Ataque Tornillo, donde el jugador aplica el tucumanazo mientras salta y gira sobre su propio eje. Hasta pueden tirar la guatacanbuquen de Ryu y Ken de Street Fighter sin pelota y todo ante el sorete de luto haciendose el boludo seguramente por orden de Marconi en el SADRA.



Belleza (?).

Atajar es un quilombo. Los arqueros atrapan la pelota o le dan un puñetazo tirándose a los ángulos, pueden recibir un pelotazo que los deje tarados por un momento o correrse en forma cagona (?) para que el rival convierta a placer. Además, pueden salir como Gatti de su área y comerse un gol boludo realizar los mismos movimientos que un jugador de campo normal.


Mientras transcurre el partido no se pueden realizar cambios, sólo en el entretiempo. Por lo que el vestuario es fundamental, Fernando diría el Bambino. El humor del vestuario varía según el resultado conseguido en el primer tiempo (Exultante como Miguel Herrera, Neutral como Gareca o Furioso como Capello). Los muchachos tienen que estar motivados en el “Meeting” para poder controlar el estado de ánimo y datos personales de todos los integrantes del equipo, al estilo SIDE ofreciendo distintas funcionalidades e interacciones. El capitán puede hablar con cualquiera de los integrantes, o incluso regalarle algún objeto para alterar su condición. El juego es tan genial que reparte fafafa, putas y hasta sobres para mejorar el rendimiento (?). Tengamos en cuenta que, para la mayoría de los nenes que jugaban a esto, básicamente era apretar botoncitos en ponja para ver cómo sonreían los jugadores.



También se pueden efectuar llamadas telefónicas a Cocodrilo la animadora Misako (que no los puede acompañar en los viajes) para que aliente al equipo, al entrenador Takashi que brinda consejos del juego, o a Technos para obtener información acerca del torneo en curso. Allí podés hacer la charla motivadora de Carrasco con la pelota en el comienzo o la gran Mercado (?): pegar un par de gritos para cagarlos a pedos levantar el ánimo ante una derrota en el primer tiempo.



¡Rompele el arco, gordo! diría Costa Febre.

Los estadios pueden ser desde aquellos 5 estrellas hasta la mayor de las humildades del ascenso. El clima puede jugarte una mala pasada y suspender la Bombonera por problemas de drenaje alterar tu plan de juego según el terreno. Está la clásica cancha de césped, tanto seco como mojado, de tierra, de arena (¡Hasta arenas movedizas!), con charcos de barro (donde los jugadores se hunden hasta la cabeza), con viento, tornados (que se llevan la pelota e incluso a los jugadores que se le crucen) y con tormenta eléctrica, donde los rayos pueden electrocutar tanto a la pelota como a los jugadores.


Para ganar la copa Luis Nofal Technos, hay que superar tres veces a cada rival y después eliminatorias desde cuartos de final hasta llegar al partido final. Suena aún más largo y complicado que el mamarracho de 30 equipos. Por suerte, hay contraseñas para guardar el avance. Los rivales son de distinto nivel y se viaja en bondi, barco o avión dependiendo la zona y el rival.





Los 12 equipos a los que hay que ferrear para lograr la Copa Technos.


En Asia, los coreanos usan la camiseta verde, un dragón como defensa además de apagar las heladeras, el ying y el yang como remate. Su festejo de victoria muestra al capitán Chon-Il comiendo kimchi (?) para luego exhalar una llamarada de fuego. Se forman en 2-1-2 con los siguientes jugadores: el mediocampista ya mencionado, los delanteros Yon Dok y Man Su, Ming Ho y Yon-Su como defensores y el arquero Sun-Chol. Cancha común pero con lluvias y relámpagos.


Los tailandeses utilizan un estadio digno de la Primera C (tierra, viento y barro como en la guerra) y su tiro león como armas. Tiene la camiseta celeste y lucen una cinta tipo el Furano, que se utiliza también en el Muay Thai (o la técnica para aprender a chupar la pija según Cualcerdo). Equipo fácl de ganarle que juega 2-2-1 con Nery Pumipon de capitán y acompañado por Pipun, Tonchoi, Sakketo, Tanin y el arquero Chanchai Mazzoni que sale del área cuando están perdiendo y es una invitación a llenarle la canasta. Si sos tan mamerto para perder con estos, contemplarás su festejo de victoria: el capitán golpea da un rodillazo a un compañero de equipo, como corresponde (?).


Los mogólicos(?) de Mongolia tienen la cabeza rapada excepto una cola de caballo y su tiro especial es un ídem que sale de sus pies. Llevan vestimenta violeta y, cuando ganan, todos los jugadores del equipo levantan en andas al capitán como en un casamiento. El 2-1-2 de los salieris de Ghengis son Jorukin, Ajurú, Ganzán, Montoku, Furuchini y el arquero Ishimuto, al cual es bastante difícil meterle goles. Se dice que Angelici estaría sondéandolo (?).





La humildad del Ascenso (?)


Por suerte para África no eligieron la cancioncita de Shakira sino algo más cultural (?). Camerún, de camiseta celeste (!), es representado por un camaleón (!!) y su tiro desaparece hasta último momento, cuando el arquero no puede hacer nada. Festejan montados en una avestruz (!!!)(NdLR: Aún no sabemos de qué calidad tomaban los japos al crear esto). Un 2-1-2 complicado con Warioba de capitán, Da Costa (ojo con este que es un brazuca infiltrado y le pega como Roberto Carlos), Obango, Mugabe, Kunjara y Jawara al arco.


Guinea, con camiseta violeta, es como en la vida real, fácil de vencer. Probablemente no sean tan termos como en su homónimo ecuatorial. Cancha de arena y jugadores débiles. Su tiro especial transforma la pelota en una roca que rueda al arco contrario. Si el arquero se interpusiera (o impusiese, maldita secundaria) recibe lo más parecido a un pelotazo de pulpo arenosa en la playa, dejándolo naturalmente fuera de acción. Al vencer, dos de sus jugadores bailan en forma muy amanerada, vale decirlo, frente al marcador luminoso. ¿La formación? Nuguema (Capitán), ataque con Mabui, Mugabe. Defensa con Mobutu y Soguro. El arquero Ade es muy salidor ante la victoria o el empate.



Ay, ellas estan enojadas (?).

El último del continente negro es Sené Sené Sené, Sené Senegaaaaal y es representado por los cuernos de Tuzzio y Simeone un toro. Curiosamente, su tiro se transforma en una paloma. Las ropas de Senegal son verdes. El festejo son dos senegaleses que gritan, saltan y caen de rodillas mientras alzan sus brazos al aire. Festejo muy ochentoso, solo fataría el relato desganado de Mauro Viale. Su esquema 2-1-2 esta conformado por Rumumba, Uenba, Nujomam, Nujeri, Obenjo y el salidor Munjara.


La tercera etapa del viaje de los ponjas pendencieros es por Latinoamérica. En primer lugar toca enfrentar a la Argentina que, por una extraña razón, tiene como estandarte y tiro especial la banana (?). El equipo de redacción de esta página tuvo largas discusiones sobre este tema. Este cronista afirma que se trata del fruto y otros lo desmienten al observar en la figura un chorizo amarillo ¿Delirio canábico de uno de los popes o una mala pixelación del embutido? La duda aún sigue creando una grieta en la sociedad (?).



¿Quién dijo que no somos un país bananero?


De camiseta celeste (el mal de la confusión con Uruguay continúa), se trata de un equipo balanceado y que siempre te mete un gol. Es evidente que los japos no entendieron nada cuando vieron la goleada de Colombia ante la albiceleste de ese año porque han mezclado los nombres de los jugadores. Es muy extraño que el arquero se llame Higuita (?), saliendo a cualquier lado como nos acostumbró en los ’90 y haciendo piruetas locas en el arco. Ahora, que el capitán sea Latorre (!!!) definitivamente roza lo ridículo. El “Patrón” Escobar, Barba (seguramente también confundieron a Jebús con el Checho Batista), Sergio y Olivares, el Funes Mori del equipo. Así, arman un 2-2-1 Saballeano en el que todos tienen razgos indígenas para indignación de los porteños putos. Cuando ganan aparecen dos argentinos quemándose las manos con empanadas calientes.


Brasil tiene la camiseta verde, además de una piraña como estandarte y tiro especial. Es uno de los equipos más fuertes, con un arquero difícil de batir. Festejan las victorias bailando como si de un carnaval se tratase, utilizando disfraces, maracas travestis y altas partuzas. También forman en 2-2-1 con Dias como figura. El complicado guardameta Rodríguez y el peligroso delantero psicópata Bunho, con caracterpisticos ojos saltones cual huevos fritos. Completan los seis en cancha el Cabo (?) Sarabia, Mendoça (gritar como McBain) y el defensor Santos.






Así quedás al ver al brazuca con ojos locos.


Mientras que los saludochos (?) de México están vestidos con máscaras de lucha libre, comandados por Lucho Avilés y Alex Aguinaga. Su escudo es un águila y parece ser que el muro electrificado que pusieron los yankis en la frontera les dió superpoderes, porque con su disparo especial pueden poner la pelota a 220 dejando muy lelos a los jugadores que buscan capturarla. Este efecto perdura por un tiempo incluso luego de ser atajada por el guardameta Enrico Palazzo. Los otros tres son González, nada que ver con su homonimo Speedy, Tayallos y Salazar. Son muy fáciles de eludir y están acostumbrados a perder por lo que nunca se alteran cuando les convierten un gol o ante una eventual derrota. Cuando ganan, muy de vez en cuando, un mariachi le canta a un cactus danzante (me encantaría estar inventando esto).



El último viaje de los wannabe Yakuza es en avión hacia el Viejo Continente. La primera parada es en la isla pirata de Europa, donde esperan los punks de Inglaterra. Sus jugadores usan la camista azul y forman 1-2-2: David como capitán, Nigel y el veloz Mark como delanteros, Martin el ñoño(?) en la defensa y el arquero Andy, con la misma utilidad que el primer ministro de Australia. Son como en la realidad: muy pechos y vulnerables en la última línea. Su potente disparo adquiere la forma de una bola de mangual (yo también lo tuve que googlear), objeto que también decora su bandera de presentación. Sería muy groso ver a los jugadores repartiendo mangualazos (?) a lo hooligan. Es una pena que Technos no se avivó de esto, aunque luego los craneos de Sega nos compensarían con las motos del Road Rush. Si sos horrible en este juego los verás festejando y rockeando con una guitarra.



Los de Italia están caracterizados como la mafia, atacan con una ametralladora y tienen en Giovanni Moreno o Hernández inserte su jugador colombiano pecho favorito (?) un arquero casi imposible de vencer. De camiseta roja y formando con 1-2-2: Rafaello, capitán y de anteojos negros, Ricardo Iorio, Giorgio, Luca y Guiseppe completan uno de los mejores equipos del juego. Al ejecutar su tiro especial, en un homenaje a Nicola Di Bari, el balón se infla libre como el sol cuando amanece yo soy libre (?), resultando casi imparable. Tu arquero quedará más desprotegido que Servio y saldrá despedido por el aire al hacer contacto con este disparo. Al festejar una victoria, el capitán aparece disparando con una tommy gun a un compañero que huye llorando. Como le hubiera gustado al Duce. No es personal, solo negocios.



Italia haciendo tongo en el fixture.


La final, como todas las finales en los jueguitos de fútbol ochentosos y noventosos, es con Alemania. Los caracterizan una G gótica es su escudo, camiseta verde y un tiro que divide la pelota en dos balones más pequeños girando sobre un eje central. Muchos codazos para defender la ventaja inicial que casi siempre sacan sus delanteros. Los 6 panzers en formación 1-2-2 son: Eckert como capitán, compañero del medio Wernicke, los delanteros Helmer y el velocista tipo blitzkrieg conocido como Lidor, el oficial (?) Schultz como única defensa y el gran Bremmer, tal vez el golero más difícil en todo el Goal 3. Este festejo de victoria se verá muy seguido en la pantalla: un jugador come salchichas enormes mientras un compañero lo mira hambriento. Como vos, que tajaí haciendo patria viendo que el triunfo siempre se lo llevan los alemanes. Por suerte eso cambió en 2014 (?).


La victoria llega con un álbum de fotos recordando los mejores momentos del equipo de Kunio para llegar al campeonato. Technos le curra la idea una vez más al videojuego de los Supercampeones. Es cierto que la mayoría se pudre y nunca llega hasta esta instancia. La mejor versión de este juego es armar partidos entre varios y sacarse la mugre unos con otros. ¿Quién dijo que los videojuegos generan violencia? Es una mejores formas de erradicarla de las calles y colocarla únicamente en las pantallas. ¿O acaso han visto a pendejos sacándole la cabeza con espina dorsal a otro solo porque Sub-Zero lo hace en Mortal Kombat?


Señores, tenemos entre manos uno de esos juegos que son un cago de risa y que uno nunca se cansa de jugarlo hasta volverse adicto. Donde siempre esperamos esa serie de hechos bochornosos conocido como la hecatombe, la debacle total. Vinolencia japo de la buena y con música de la buena. Para jugar de vez en cuando, sobre todo si tu equipo perdió injustamente en la vida real.




link: https://www.youtube.com/watch?v=v7CaeI2W1D8


Vengan de a uno putos (?).