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5 cosas que necesitas saber antes de seguir una dieta libre de gluten



El gluten está presente en todas las formas de trigo y en ciertas marcas de chocolate y surimi (Getty Images).
El médico Arthur Agatston es el director médico de bienestar y prevención para la red de hospitales Baptist Health South Florida. Es el creador de la serie 'bestseller' de la Dieta de South Beach y autor del nuevo libro ‘The South Beach Diet Gluten Solution’

Si estás confundido por la locura de las dietas libres de gluten, no estás solo: como muchas personas, probablemente has escuchado sobre el fenómeno, pero realmente no entiendes qué es y si deberías evitar consumirlo.

Te compartimos cinco cosas que debes saber:

1. Es una proteína que puede causar problemas

El gluten es la proteína principal de algunos granos. Está presente en todas las formas de trigo (bulgur, trigo duro, sémola, espelta, farro y más), en la cebada, centeno y tricale (una mezcla de trigo y cebada).

Pero también puede estar en lugares inesperados, como en ciertas marcas de chocolate, imitación de cangrejo (surimi), embutidos, salsa de soya, vitaminas e incluso en algunos tipos de pasta de dientes.

El gluten es diferente de la proteína que contienen otros granos (como el arroz) y la carne (como el bistec). Para los humanos es difícil digerirlo completamente, por lo que puede enfermar mucho a algunas personas... pero no a todas.

2. Probablemente no necesitas evitarlo completamente

Para algunas personas (aproximadamente el 1% de la población), el gluten puede ser una cuestión de vida o muerte. Estas personas tienen una condición conocida como enfermedad celíaca.

Las personas con enfermedad celíaca son tan sensibles al gluten que incluso una pequeña cantidad (realmente solo una pizca) puede enfermarlos gravemente, debido a que daña el revestimiento del intestino delgado y puede producir una serie de problemas de salud que van desde diarrea crónica y dolor abdominal hasta osteoporosis, e incluso cáncer.

A menos que seas parte de ese 1% (y solo pruebas especiales te permitirán conocer si lo eres), es improbable que necesites vivir un estilo de vida completamente libre de gluten.

3. Podrías necesitar reducir tu consumo

Con el aumento significativo de nuestra ingesta de gluten en los últimos 50 años debido a la ubicuidad y consumo excesivo de productos hechos con harina de trigo altamente refinada, apenas comenzamos a apreciar el impacto del gluten en nuestra salud.

Como sociedad, estamos en un estado de "sobrecarga de gluten” y millones de personas de todas las edades y todos los ámbitos de la vida sufren como resultado de una condición llamada sensibilidad al gluten, reconocida hace apenas algunos años.

Cuando las personas con dicha sensibilidad consumen alimentos que contienen gluten, desencadenan síntomas desagradables como: dolor de estómago, hinchazón, acidez estomacal, dolores en las articulaciones, dolor de cabeza, erupciones cutáneas, fatiga, insomnio y dificultades para pensar, por nombrar algunos de los más comunes. Aunque muchos de estos síntomas son similares a los experimentados por personas con enfermedad celíaca, si resultas ser sensible al gluten, probablemente no necesitarás dejarlo completamente.

En mi práctica, al tratar a pacientes encontré que eliminar el gluten durante algunas semanas y reintroducirlo gradualmente es la mejor manera de evaluar la respuesta de tu cuerpo al gluten y determinar tu propio umbral de tolerancia. Al introducir gradualmente granos y otros alimentos que contienen gluten, entenderás cuáles de estos, o cuántos, puede procesar tu cuerpo sin desencadenar síntomas.

4. Vivir sin gluten puede hacerte engordar

Algunas personas que dejan el gluten para perder peso terminan ganándolo. Eso es porque consumen productos empaquetados libres de gluten que a menudo tienen tanta grasa saturada, azúcar y sodio como otros alimentos chatarra, y estos productos a menudo contienen ingredientes refinados altamente glucémicos como harina de trigo blanco o rellenos como fécula de patata que puede afectar tu nivel de azúcar y desencadenar antojos.

Por ejemplo, si te das cuenta de que no puedes comer solo algunas galletas libres de gluten sin regresar por la mitad de la caja, este producto se traduce en problemas. Estás mucho mejor al quedarte con alimentos naturalmente libres de gluten, incluidos vegetales y frutas, carnes magras, pescado y pollo, ciertos granos enteros como arroz integral y quinoa, lácteos bajos en grasa o sin grasa, nueces y semillas, frijoles y otras leguminosas, y grasas saludables, como aceite de oliva extravirgen o aceite de canola.

5. El gluten no es algo que hay que temer

Me gusta decirles a mis pacientes que necesitan ser conscientes del gluten, y no temerle. Esto ocurre cuando conocen que encajan en el espectro de sensibilidad al gluten y descubren su propio nivel de tolerancia.

Por ejemplo, de un lado del espectro del gluten, están algunos jugadores profesionales de tenis que nunca se sintieron enfermos pero cuando disminuyeron drásticamente el gluten tuvieron un aumento en energía que les permitió ganar partidos largos y difíciles que habían perdido previamente.

Del otro lado del espectro están personas que, como algunos de mis pacientes, frecuentemente sienten que fueron golpeados por un autobús cuando se levantan en la mañana con dolores de cabeza, de estómago, en las articulaciones y con fatiga. Una vez que comienzan a prestar atención al gluten en su dieta, despiertan sintiéndose mejor y con energía al salir de la cama por las mañanas.

Lo diré de nuevo: no todos los que son sensibles al gluten necesariamente tienen que dejarlo. Esto es importante, debido a que llevar una vida libre de gluten (como es necesaria para aquellos con enfermedad celíaca), es difícil y puede ser costosa.

Por lo tanto, primero se debe excluir la enfermedad celíaca. Si das negativo para esta condición potencialmente seria, entonces puedes tomar una prueba para ver cuán sensible eres. Es una prueba que vale la pena tomar, debido a que los resultados podrían transformar tu dieta y tu salud de por vida.