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Los bajos viven más que los altos

Tener baja estatura no evidencia muchas ventajas en el día a día, pero si a largo plazo, mientras que los más altos quizá no deban esforzarse tanto para alcanzar las cosas, si tendrían menos tiempo para disfrutar esos centímetros extra. Un grupo de investigadores del Albert Einstein College de Medicina, realizaron un estudio relacionando la estatura con la posibilidad de padecer cáncer.

Una mujer de estatura promedio en China, que es más alta que la media en Guatemala, tiene un 13% más de posibilidades de padecer cualquier tipo de cáncer. Peor aún resulta para las holandesas: con una estatura promedio de 168 centímetros, tienen un 25% más de probabilidades de padecer cáncer que las guatemaltecas. Por cada 10 centímetros extra del promedio, las probabilidades suben en un 13%.




En el caso de los hombres, la cuestión tampoco mejora demasiado. Tras estudiar a un grupo de soldados de la Segunda Guerra Mundial que llegaron a la edad de 70 años, aquellos que medían menos de 163 centímetros vivían un promedio 2 años más que sus colegas más altos.

En países nórdicos como Suecia y Noruega, donde el promedio de estatura es mayor que en otras partes de Europa, hay el doble de muertes por problemas cardíacos que en países como España y Portugal.

Los estudios han demostrado que la gente baja vive más y tiene menos enfermedades que los altos, pero a qué se debe. Se cree que el organismo de las personas altas no funciona de manera tan eficiente como en el de la gente baja o promedio, sus cuerpos tienen mayor cantidad de células, por lo que las posibilidades de que alguna de estas se vuelva maligna son mayores.

Asimismo, la sangre tiene hacer un recorrido más largo para oxigenar al cuerpo, lo que aumenta las probabilidades de coágulos, además de requerir un mayor esfuerzo por parte del corazón. Se cree que las hormonas liberadas en el crecimiento rápido que se da en la pubertad, también tendrían un rol en la posibilidad de padecer cáncer.

La correlación entre la estatura y la esperanza de vida también tiene que ver con el género: los hombres suelen ser más altos y vivir menos que las mujeres. Igualmente, quitando el factor del sexo: los altos viven menos, dada la mayor exigencia que le piden al cuerpo.

No todo es malo para los altos, quienes poseen una mayor estatura, suelen ser más inteligentes que el promedio, tener más influencia en la sociedad e incluso ganar más dinero.